El documento destaca la estrecha relación entre los derechos humanos y la educación. Establece que la educación debe tener como objetivo el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto por los derechos humanos. Además, propone el período 1995-2004 como el Decenio de las Naciones Unidas para la Educación en la esfera de los Derechos Humanos y crea un plan de acción con cinco objetivos orientados a promover la educación sobre derechos humanos.