El socialismo busca lograr la igualdad económica entre los miembros de una sociedad, mientras que el comunismo busca la igualdad total y la eliminación de las clases sociales. El socialismo permite la propiedad privada y la toma de decisiones económicas a través de consejos, mientras que el comunismo pone toda la propiedad y la economía bajo control de un solo partido. Los socialistas ven al capitalismo como una amenaza que debe controlarse, mientras que los comunistas buscan destruirlo completamente para eliminar las diferencias de clases.