La agresividad es un instinto natural en los humanos y animales que sirve para defenderse y adaptarse, mientras que la violencia no es natural sino aprendida, con intención de dañar a otros. A diferencia de la agresividad regulada por factores biológicos, la violencia es una transformación de la agresividad para lastimar a otros y se manifiesta en diferentes contextos como el abuso, el maltrato y el terrorismo.