La agresividad se define como la tendencia a atacar a otros con intención de causar daño, mientras que la violencia implica el uso intencional de la fuerza física o la amenaza de fuerza contra personas o grupos que puede causar lesiones o daños. La agresividad es un instinto natural en humanos y animales que sirve para defenderse, pero la violencia es un comportamiento aprendido cultural e intencionalmente para dañar a otros. Algunos ejemplos de violencia incluyen el abuso sexual, el maltrato familiar, el acoso laboral