El documento describe las características de la división de poderes en México. Explica que el poder legislativo se encarga de elaborar y vigilar las leyes, el poder ejecutivo ejecuta acuerdos y tratos internacionales, y el poder judicial vigila que se cumpla la constitución y resuelve conflictos. Concluye que esta división mantiene el equilibrio de poder y evita el abuso al delimitar las funciones de cada rama.