3. 5
índice
Prólogo PÁGINA 10 p
1-v '
Bien común, persona humana, solidaridad, subsidiaridad:
los principios de la doctrina social
El plan maestro de Dios: el amor
PREGUNTAS 1 A 21
Con la colaboración de Peter Schallenberg, Marco Bonacker y Nils Baer.
Por qué no se entiende a Dios si no se sabe que Él es el amor.
Por qué necesitamos una «civilización del amor» y cómo podemos cambiar el mundo
con el amor, PáGINA 14
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 28
PREGUNTAS 84 A III
Con la colaboración de Christoph Krauft y Joachim Hüpkes.
Por qué se habla de cuatro grandes principios de la doctrina social, cómo se
fundamentan moralmente y cómo se usan en la práctica. Y por qué estos se muestran
especialmente adecuados para analizar las realidades sociales y mejorarlas, PáGINA 90
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA no
P4;
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La unión hace la fuerza: la Iglesia y lo social
El fundamento de la sociedad: la familia
PREGUNTAS 22 A 46
Con la colaboración de Thomas Berenz y Christian StolL
Por qué no se puede ser cristiano de verdad sin ser social. Por qué la Iglesia no es una
finalidad en sí misma. Por qué la Iglesia lucha para que la justicia llegue a todos los
hombres, PáGINA 32
PREGUNTAS 112 A 133
Con la colaboración de Ursula Nothelle-Wildfeuer y Elisabeth Zschiedrich.
Por qué la familia es la célula primera de la sociedad, cómo la familia contribuye a
la sociedad, qué formas en concreto de la vida familiar (no solo en nuestros días) se
encuentran actualmente más en peligro y por qué la familia merece una protección
especial, PáGINA m
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 132
EXCURSO Nuevos medios de comunicación PÁGINA 46
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 54
%£ Profesión y vocación: el trabajo humano
Única e irrepetiblemente valiosa: la persona humana
PREGUNTAS 134 A 157
Con la colaboración de Arnd Küppers.
Por qué el trabajo no es una maldición, sino que es expresión de la autorrealización
del ser humano. Por qué el trabajo nos convierte en colaboradores de Dios. Por qué el
trabajo existe para el hombre y no el hombre para el trabajo, PáGINA 134
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 152
PREGUNTAS 47 A 83
Con la colaboración de Walter Schweidler, Anton Losinger y Marco Bonacker.
Por qué el hombre no tiene valor, pero sí dignidad. Por qué los derechos humanos son
un buen fundamento tanto para la fe como para la razón, y por qué solo Dios puede
proteger a los hombres para que no lleguen a las manos, PáGINA 58
EXCURSO La persona en la bioética PÁGINA 74
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 84
4. I
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i»*» tip 1v i, , £ fid it?
Preservar la creación:el medio ambiente
Bienestar y justicia para todos: la economía
PREGUNTAS 158 A 194
Con la colaboración de Hermann von Laer y Martin Schlag.
Por qué la economía tiene sus propias normas. Por qué la actividad económica solo se vuelve
justa para el ser humano cuando todas las partes se benefician de ella. Por qué el mercado
tiene también unos límites y cómo podemos reaccionarante la globalización. PáGINA 156
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA ISO
PREGUNTAS 256 A 269
Con la colaboración de Markus Vogt y Bernhard Meuser.
1‘or qué los cristianos tienen una relación especial con la naturaleza y el medio ambien-
i<- Por qué nosotros ahora tenemos que hacer algo para preservar la creación y alcanzar
un uso sostenible de los recursos de la tierra, PáGINA 236
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 248
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Poder y moral: la comunidad política Vivir en libertad y sin violencia: la paz
PREGUNTAS 195 A 228
Con la colaboración de Markus Krienke y Christoph Bóhr.
Por qué la política necesita argumentos, legitimación y un marco ético para poder ser
utilizada con sentido y humanidad. Por qué los cristianos no pueden eximirse de la
política. Por qué los cristianos han de luchar por la justicia y la libertad de todos. Y
por qué los cristianos tienen tanto interés en ser buenos ciudadanos, PáGINA 184
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 206
PREGUNTAS 270 A 304
Con la colaboración de Stefan Ahrens, Nils Baer y Cornelius Sturm.
Por qué necesitamos a Dios para poder alcanzar una paz fundamental y duradera. Por
qué la Iglesia ha de promover la paz y cómo puede actuar para la reducción progresiva
de los conflictos. Por qué un pacifismo radical no resuelve los conflictos y cuándo ha de
recurrirse, como último remedio, a la guerra, PáGINA 250
EXCURSO La libertad de la investigación y su posible mal uso Página 270
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 272
Un mundo, una humanidad:
la comunidad internacional El compromiso personal y colectivo:
practicar la caridad
PREGUNTAS 229 A 255
Con la colaboración de Gerhard Kruip, Julia Horstmann y Luisa Fischer.
Por qué los cristianos deben reaccionar con nuevos instrumentos a un mundo que
está cambiando tan radicalmente. Por qué la Iglesia tiene una opción preferencial
por los pobres y cómo se puede organizar la colaboración global, PáGINA 208
PREGUNTAS 305 A 328
Con la colaboración de Elmar Nass, Bertram Meier y Anno Zilkens.
Por qué los cristianos deben comprometerse y dónde se reclama su implicación: en la
Iglesia, en la sociedad, ante la necesidad social y los conflictos sociales, en partidos
y en asociaciones. Por qué los cristianos tienen que dar algo a sus coetáneos que no
les puede dar nadie más. PáGINA 274
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 298
EXCURSO ¿Qué es pobreza? Página 217
EXCURSO Bienes públicos globales/Bienes comunes universales Página 221
índice de nombres PáGINA 304 Relación de citas de la Biblia PáGINA 307
índice temático PáGINA 308
Abreviaturas. Referencias de las fotografías PáGINA 319
Agradecimientos PáGINA 320
De los documentos de la Iglesia más importantes, PáGINA 234
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PREGUNTAS
1-21
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16 EL PLAN MAESTRO DE DIOS
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El mundo ha sido creado
para la gloria de Dios.
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Concilio Vaticano I
¿Tenía Dios un plan cuando nos creó
a nosotros y al mundo?
Sí, Dios creó el mundo según su concepto y su plan
De la misma manera que el hombre puede imagina
un juego, por ejemplo el tres en raya o el ajedrez,
desarrollarlo con unas reglas que le den sentido, as
creó Dios el mundo e imaginó al ser humano. El hile
conductor en la creación de Dios es el amor. El piar
de Dios es, por tanto, que el hombre ame y responda
al amor de Dios, y que él mismo piense, hable y actúe
en el amor.
Yo estoy llamado
a ser alguien o a
hacer algo para lo que
nadie más está llamado;
tengo un lugar en el plan
de Dios y sobre la tierra de
Dios que no tiene nadie
más. Ya sea rico o pobre,
despreciado u honrado
por los hombres, Dios me
conoce y me llama por
mi nombre.
BEATO JOHN HENRY
NEWMAN (1801-1890),
cardenal y filósofo inglés
¿Cuál es el significado de Dios para
nuestra acción?
Porque tú has
V? -r- creado el u n¡ver¬
so; porque por tu volun¬
tad lo que no existía fue
creado.
AP A,11
l n tanto que autor de todo el universo, Dios es la me¬
dida de lo que debe ser. Toda obra se mide conforme
a 1 1 y a su plan. En Dios podemos reconocer lo que es
obrar bien. Dicho en pocas palabras: Dios ha escrito
H ADN de nuestras vidas. Lo que Dios quiere para y
( on nosotros es la norma y la regla de una vida buena
y justa. Los cristianos actúan con solidaridad porque
bins obró primero amorosamente con ellos.
20, 25, 26 El1694
4fjy, Cuántas son tus
obras, Señor,
y todas las hiciste con
sabiduría.
SAL 104,24
&
0('r SI 20 S3 2062 1, 2
fMiar Lo que no se encontraba en mi plan estaba en el plan de Dios.
Y cada vez que me encuentro con algo así, mi convencimiento
'.i‘ aviva más y más en la creencia de que no hay, visto desde la
perspectiva de Dios, ninguna coincidencia.
SAN rA EDITH STEIN (1891-1942), filósofa judeoalemana, víctima de los
..mi pos de concentración, Ser finito ySer eterno (1935-1936)
c? 0 •
jm
09 Off o
éife Venimos cierta-
¿5si mente de nuestros
padres y somos sus hijos,
pero también venimos de
Dios, que nos ha creado
a su imagen y nos ha lla¬
mado a ser sus hijos. Por
eso, en el origen de todo
ser humano no existe el
azar o la casualidad, sino
un proyecto del amor
de Dios.
PAPA BENEDICTO XVI,
9 de julio de 2006
i83¡¡ Pero ¿quién es Dios?
Se puede decir que Dios es el origen de
todo lo que existe. Es la razón última, la
causa última de todo, además de su razón de ser. Si l<
miramos con los ojos de la ciencia contemporánea, si
puede decir que precedió al big bang y al nacimien
to de todas las leyes de la naturaleza. Sin Dios, tod<
lo que existe se vendría abajo. Dios es la finalidad d<
todo lo que existe.
B34, 279SS. 33
i y Tres cosas le son nece¬
sarias al hombre para
su salvación: el conocimien¬
to de lo que debe creer, el
conocimiento de lo que debe
desear y el conocimiento de
lo que debe cumplir.
SANTO TOMÁS DE AQUINO
(1225-1274), el pensador cristiano
más importante de la Edad Media,
tos mandamientos (Proemio)
¿Se puede experimentar a Dios?
M reflexionas sobre ti te darás pronto cuenta de
Mío no te has hecho a ti mismo. En realidad, na-
lie te ha preguntado si querías existir o si hubie-
i.r> preferido no hacerlo. De repente, apareciste. Y
«ÿuseguida percibes también que eres finito. Hoy,
mañana o pasado concluirá tu vida. También todo
i
7. 18 EL PLAN MAESTRO DE DIOS 1- EL AMOR 19
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¿Por qué ha creado Dios al hombre
y al mundo?
lo que te rodea dejará de existir en algún momento.
Y, sin embargo, eres capaz de pensar en lo infinito,
es decir, en algo que existe y que nunca pasará.
Aunque te encuentres rodeado de cosas pasajeras,
te sientes atraído hacia lo infinito e imperecedero.
Te gustaría que algo de ti permaneciese. Sería muy
triste que todo el hermoso mundo fuese solo una
instantánea tomada sin más y que pudiera sim¬
plemente caer en la nada. Solo porque Dios exis¬
te verdaderamente estás resguardado en su seno.
También lo está toda la Creación. La idea de Dios
y el anhelo hacia Él pertenecen a la esencia del
hombre. La nostalgia de lo infinito y del encuentro
con lo absoluto son comunes a todos los pueblos,
culturas y religiones de la tierra.
iS 20 01147 20
|¡J Toda la creación
# muestra la bondad
y la generosidad del
Creador: el sol da su luz,
el fuego su calor, el árbol
abre sus brazos y nos
acerca los frutos que por¬
ta; el agua y el aire y toda
la naturaleza anuncian la
generosidad del Creador,
y nosotros, que somos
su imagen corporal, no
lo representamos y lo
negamos con nuestras
obras carentes de amor,
pero al mismo tiempo lo
reconocemos con nues¬
tros labios.
SAN FELIPE NERI (1515-1595)
f
: /¿jf. Amas a todos
j.x i los seres y no
aborreces nada de lo que
hiciste; pues, si odiaras
algo, no lo habrías
creado.
SAB 11,24
Dios ha creado el mundo por su amor desbordan-
ir. Quiere que lo amemos como Él nos ama a no-
*.otros. Nos quiere reunir en la gran familia de su
Iglesia.
49, 68, 142 2 £W. He visto la
«W .'
opresión de mi
pueblo en Egipto y ha
oído sus queja*» t otilo» Ion
opresores; iotti>/i o tu*
sufrimientos. Ha bajado A
librarlo da los agl|ii los
Éx j,/ i
?-í
Si Dios ha creado el mundo por amor,
¿cómo es posible que esté tan lleno de
injusticia, opresión y dolor?
Dios ha creado el mundo como algo bueno en sí mis¬
mo. Pero el hombre se apartó de Dios, se enfrentó
.»! amor de Dios. La Biblia lo cuenta en la historia
tlol pecado original de Adán y Eva. Los seres huma-
8. 20 EL PLAN MAESTRO DE DIOS 1- EL AMOR 21
f¡|É| El pecado es la
* cárcel en que todos
nosotros hemos nacido.
nos -piensa en la torre de Babel- querían ser como
Dios. Desde entonces, en el mundo hay un defecto,:
un principio destructor. Y desde entonces ya no es
nada tal y como lo planeó Dios. También nuestras
decisiones actuales, por pequeñas que sean, contri-
buyen a que siga habiendo injusticia y dolor en este]
mundo. Múltiples decisiones erróneas se convierten]
a veces en estructuras de mal y de pecado. Suce¬
de cuando cada uno actúa en solitario, dentro de
un sistema que en conjunto es malo e injusto y del
que no es sencillo escaparse; por ejemplo, es como
cuando un soldado es obligado a participar en una
guerra criminal.
i ii-t i .i mente tenemos por naturaleza una ¡dea de
lHn v podemos reconocer mediante la reflexión que
huv Dios. Sin embargo, cómo es Dios exactamen-
ii i nales son sus pensamientos y planes, esto se
ipa a nuestra razón. De ahí que Dios tenga que
irnos cómo es Él. No lo hace enviándonos una
¡«h-.i, un libro o un sistema político, sino haciéndo-
hombre. Dios se ha revelado íntegra y definitiva-
tiu'iih1 en Jesucristo: Dios se ha hecho hombre para
•|nr rl hombre comprenda quién es Dios. Jesús es el
lenguaje de Dios.
Porque mis planes
no son vuestros
planes, vuestros caminos
no son mis caminos -orá¬
culo del Señor-. Cuanto
dista el cielo de la tierra,
así distan mis caminos de
los vuestros, y mis planes
de vuestros planes.
IS 55,8-9
SAN IGNACIO DE LOYOLA
(1491-1556), fundador de (a
Orden de los Jesuítas
jgjJK En efecto, no
u/ entiendo mi
comportamiento, pues
no hago Lo que quiero,
sino que hago lo que
aborrezco.
Apóstol Pablo en
ROM 7,15 J Israel es, por tanto,
el pueblo de la
predilección divina [...].
Israel es el pueblo de
Dios no por sus cualida¬
des humanas, sino solo
por la iniciativa de Dios.
PAPA SAN JUAN PABLO II,
audiencia general, 30 de
octubre de 1991
70, 21 :0 36-38 7-10
O
y )
ii
¿Cómo se ha revelado Dios antes de jesús?
í-.
27 & 365SS., 415 66, 68
iri i'xiMencia de Dios siempre ha estado al alcance
•ltd i onocimiento racional de los seres humanos. En
l»i hr.loria de la fe de Israel, Dios mostró su interior
v h.ihlo a Abrahán, Isaac y Jacob. A Moisés le encargó
•jim liberara a su pueblo del sometimiento en Egipto.
HIM y oirá vez convocó a los profetas para que habla-
•«ni «*t i MJ nombre.
¿Por qué ha dado Dios al hombre la
posibilidad de hacer el mal?
Dios ha dado al
& & alma la posibi¬
lidad de decidir por sí
misma, de modo que Él
no pueda actuar sobre
ella sin su libre voluntad
ni tampoco exigirle nada
que ella no quiera.
MAESTRO ECKHART
(1260-1328), místico y maes¬
tro dominico
Dios creó al hombre para amar. Pero a nadie se le pue¬
de obligar a amar. Las personas deben ser libres para]
poder amar de verdad. De la misma manera que hay]
auténtica libertad, existe también la posibilidad de
elegir equivocadamente. Los hombres pueden incluso
destruir su propia libertad. ]
etViss. 7-8
¿Cómo responde el pueblo de Israel
a la noticia de Dios?
H311ss. 286
%# ¿Deja Dios solo al ser humano después
de que estese aleja de Él?
HIM VI*/ que se ha reconocido a Dios, ya nada puede
iM-'im.inocer como antes. El pueblo de Israel lo deja
•him < un la Alianza que Dios selló con él. El signo de
t*M.i Alianza son los Diez Mandamientos que Dios en-
imqu .i Moisés en el monte Sinaí (Éx 19-24). Si noso-
MM i IDS orientamos por los mandamientos e q
inliMit.unos obrar con justicia, respondemos a la
iMit i.ii iv.i amorosa de Dios. Es así como pode-
•uperar en el plan maestro de Dios para el , /
iiinii'in v para la historia.
SS6 Los hay que dicen
«he hecho mucho
mal, el amor de Dios
no podrá perdonarme».
Pero esto es una gran
mentira, ya que sería po¬
ner a la misericordia de
Dios unos límites que no
tiene; la misericordia de
Dios es ilimitada. Y nada
hay que pueda ofender
más a nuestro querido
Dios que dudar de su
misericordia.
SAN JUAN MARÍA VIANNEY
(1786-1859), el Santo Cura
di’ Ars
No, el amor de Dios «no pasa nunca» (1 Cor 13,8). Él vaj
detrás de nosotros, nos busca en nuestros recovecos
y escondites, quiere contactar con nosotros. Quierei
mostrarnos quién es. j
2
S
O
S27, 773
I
mi r. M
IB ¿Y cómo puedo encontrar a Dios?
U
A Dios uno se lo encuentra cuando Él se nos ma¬
nifiesta o, dicho con otras palabras, se nos revela,
n 34
10. 1 - EL AMOR 25
24 EL PLAN MAESTRO DE DIOS
¿Hay un sentido y un progreso
en la historia?
fjfegl ¿Está el ser humano llamado al amor?
'M El amor empieza
hoy. Hoy alguien
sufre. Hoy alguien
duerme en la calle. Hoy
alguien pasa hambre.
Hoy es cuando tenemos
que hacer algo: el ayer
ya pasó y el mañana no
llegó aún. Hoy, solo hoy,
podemos dar a conocer a
Dios amando, sirviendo,
alimentando al hambrien¬
to, vistiendo al desnudo
y dando al pobre de
un techo, ¡no esperes a
mañana! Mañana habrán
muerto ya si no les da¬
mos nada hoy.
SANTA TERESA DE CALCUTA
A los que nos consldn
ramos civilizados nos
asombra pensar que pueda
haber hombres que rehúsen
«entrar» en la civilización por
no querer desprenderse de
prácticas, criterios y normas
de su estado salvaje. Pensa¬
ríamos que, además de salva¬
jes, son idiotas. Algo análogo
ocurre [...] cuando se rehúsa
entrar en la Vida Trinitaria a
que tenemos derecho por el
Bautismo, con el achaque de
que ello nos obligaría a dejar
prácticas, criterios y usos del
hombre puramente carnal.
GUILLERMO ROVIROSA
(1897-1964), sindicalista español,
fundador de la Hermandad
Obrera de Acción Católica (HOAC)
Sí, porque ser amado y regalar amor es algo inheren¬
te a la esencia de la persona humana. Dios nos sirve
de modelo en este sentido. Dios -así nos lo ha en¬
señado Jesús- no es en sí otra cosa que amor. Entre
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo hay un intercam¬
bio constante de amor. Pero también el hombre que
ama participa de esta comunidad del amor. Nuestra
vida solo puede tener éxito si, en vez de cerrarnos al
fluir del amor divino, nos abrimos a él. El amor nos
permite estar abiertos a las necesidades del prójimo
y nos capacita para la entrega de nosotros mismos
Jesucristo, cuya voluntad libre hizo que se entregare
en la Cruz por amor a los hombres, ha hecho preci¬
samente con la entrega de su vida humana el mayoi
gesto de amor.
*3 34-37 £21, 260 309
Nn *.on solo unos pocos los que pueden alcanzar la
«ilv.iuón (= perfección definitiva, felicidad plena) que
nos entregó mediante Jesucristo. Dios quiere la sal-
v.i! ion de todos, una salvación que libera al hombre
*oi lodas sus dimensiones: corporal y espiritualmen-
t« personal y socialmente, en su historia terrenal y
p.ii.i siempre en el cielo. En la historia, es decir, en el
iKMiipo en que nos hallamos, esta salvación se puede
iar ya, pero no será plena hasta la eternidad. Por
•ÿsin motivo hay que criticar todas aquellas ideologías
pnhlicas que prometan la salvación ya en la tierra. De-
•ii que solo en el cielo encontraremos el paraíso no es
Mini’iin falso consuelo ni ningún desprecio del mun-
iln Por el contrario, la esperanza de la vida eterna nos
h.u posible configurar el aquí y el ahora con justicia
v amor. Nada de lo que hagamos en la tierra será en
v/.ino, pues será resguardado en la consumación de la
Hrmidad.
|f VIRTUD
Del latín virtus
(= fuerza), es una actitud
que se practica y que
ayuda al hombre a hacer
el bien más fácilmente.
Cuando somos ca¬
paces de superar el
individualismo, realmente
se puede desarrollar un
estilo de vida alternativo
y se vuelve posible un
cambio importante en la
sociedad.
PAPA FRANCISCO, Laudato
si (LS) 208
af- s
Sí, de hecho es muy importante. El amor no es solo
un sentimiento, sino que es también una -> VIRTUD
una fuerza que hay que entrenar. Volverse más va¬
liente, resuelto, justo y lleno de amor es un ver¬
dadero reto para cualquier cristiano. Debemos
formarnos para poder ver el mundo con los ojos
de los otros. Aquellos que son tratados con bene¬
volencia sincera se sienten valorados como perso¬
nas y pueden realizarse. Si practicamos la caridac
en los gestos más sencillos, con la ayuda de Dios
seremos capaces de amar también en momento'
dolorosos o cuando no seamos amados. Es lo que
sucede cuando nos preocupamos por los más po¬
bres o, sobre todo, si hemos de desenvolvernos con
nuestros enemigos rechazando la venganza, el ta-
lión y la violencia.
¿Se puede educar el amor al prójimo?
40-58 O 450 110
La otra vida hay que
tratar de imaginár¬
sela para poder desearla.
La idea de la vida eterna
en una nube, tocando
el arpa, no le interesa a
nadie. Resulta aburrida y
el aburrimiento es lo peor
de todo, y hay que huir de
él como del diablo. Nuestra
obligación es sacudirnos la
pereza mental y tratar de
imaginarla. Hoy sabemos
lo que es «vida humana»
y hay que imaginársela
en unas circunstancias
radicalmente distintas, con
el convencimiento de que
no será como la imagina¬
mos sino mucho mejor.
Todo será mucho mejor de
lo que imagino porque Dios
no se va a quedar corto.
JULIÁN MARÍAS (1914-2015),
filósofo español
No se puede hacer bien alguno cuando
uno se busca a sí mismo.
SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS (1873-1897),
Doctora de la Iglesia y carmelita No le satisfará a
* Dios aquel que no
ame a nadie. Amemos a
todos los seres humanos
como Dios amó, y deseé¬
mosles además todo et
bien que Él quiso para el
hombre; hagamos el bien
según nuestras posibili
dades; involucrémonos
en su salvación i on In
disponibilidad de UMIM'HíII
nuestra sanare |HM < ada
uno de ellos
CHAHUS l>r HUH AIM D
¿Cómo se produce una transformación
en la sociedad?
1 1 mensaje bíblico de la autorrevelación de Dios nos
ii.msforma en todos los aspectos. Adoptamos una
mn*va visión del mundo y de nuestra sociedad. El co¬
mienzo de toda transformación se da en el corazón
humano: primero tiene que convertirse el hombre
puf dentro, pensando y viviendo según el mandato de
i dos, para luego poder actuar hacia fuera. La conver-
mn del corazón, que hemos de perseguir continua¬
mente, es el primer paso hacia un mundo mejor, ya
13105,160, 184, 19312 2052, 2055, 2069, 2443-244Í
321, 328
4M- V
11. i
26 EL PLAN MAESTRO DE DIOS 1 - EL AMOR 27
que así aprenderemos cómo se pueden transformar
mejorar las Instituciones y los sistemas.
.i participar con Él estrechamente en la comunidad
UMliMitora, y esta comunidad, la Iglesia, es el «cuerpo
( fisto». Mediante el Bautismo y el resto de sacra-
mrntos pertenecemos a Cristo y somos partícipes de
una nueva vida imperecedera. Y cuando atendemos la
p.il.ihra de Dios, seguimos su voluntad. La Iglesia es el
lugar en el que los seres humanos pueden crecer en
••I amor de Dios. La Iglesia no es un fin en sí misma.
Asume la responsabilidad de las personas y de las so-
» irdndes, y debe contribuir con su obra a la salvación,
a l.i paz y al desarrollo de la familia humana.
§ Sí la Iglesia
se configura
realmente como Iglesia
de los pobres, dejará de
ser una Iglesia instalada
y mundanízada para
convertirse de nuevo en
una Iglesia predominan¬
temente misionera
la realidad le obligará
igualmente a convertirse
a Jesucristo presente
realmente de una mane¬
ra especial en los presos,
en los dolientes, en los
perseguidos.
IGNACIO ELLACURÍA
(1930-1989), misionero
jesuíta español
Quien no ama a su
r hermano, a quien
ve, no puede amar a
Dios, a quien no ve.
1 JN 4,20
S42 ill1889
¿Por qué la alienación de la persona es
el núcleo de todo pecado humano?
El hombre que solo mira egoístamente hacia s
mismo se atrofia. Estamos hechos para no ser au-
tosuficientes, sino que necesitamos la comunidat
humana y una orientación liberadora hacia el sen
tido y el origen de nuestro ser, que en definitiv*
es Dios. Debemos salir de nosotros mismos, pue¡
fuimos creados para el amor. Amando nos damoí
a nosotros mismos: por los demás y por Dios. En¬
cerrarse en sí mismo significa lo mismo que pecar
El que no ama (o no puede amar) vive alienado, )
esto se puede extender a todas las comunidades
En aquellos lugares donde predomina el consumo
la producción o la supervivencia técnica, se da u
déficit de solidaridad y de auténtica humanidad
En este tipo de sociedad, no es esta la que exist»
para el hombre, sino el hombre el que existe para
ella.
#lj A aquellos que
aman a Dios, Él
los convierte en bondad
y hace de sus errores
o faltas también algo
bueno.
SAN AGUSTÍN
49-51 122, 123
¿Se puede ver ya en la Iglesia el Reino
de Dios?
®f& El otro no es el
* infierno, sino
el paraíso.
SOR EMMANUELLE
(1908-2008), la «Madre de los
que viven entre basuras»
-ÿ
la Iglesia está ahí para «que en el mundo exista es-
p.u io para Dios, que pueda Dios habitar en él y así
«•I mundo se convierta en su 'Reino'» (Joseph Ratzin-
««•»). En Jesucristo el Reino de Dios ha despuntado
verdaderamente en el mundo. Ahí donde se hace en-
iu‘ga de los sacramentos, el antiguo mundo de pe-
•ado y de muerte se supera y se transforma de raíz:
mu nueva creación tiene lugar, el Reino de Dios se
ha<(» visible. En cambio, si los cristianos no traducen
la nueva vida que se les entrega en obras auténticas,
lm. sacramentos se vuelven signos vacíos. No se pue¬
de querer recibir la comunión y, al mismo tiempo,
;«irle a alguien el pan. Los sacramentos apelan a
mi amor que esté preparado a «salir de sí mismo e
n hacia las periferias, no solo las geográficas, sino
también las periferias existenciales: las del misterio
•Irl pecado, las del dolor, tas de la injusticia, las de la
ignorancia y prescindencia religiosa, las del pensa¬
miento, las de toda miseria» (Discurso del cardenal
i’mgoglio durante las congregaciones generales an-
im. del Cónclave, 2013).
®á¡| La Iglesia es un
* bombero. Quiere
decir, que donde hay
fuego echa agua. Agua
que consigue de todas
las diócesis, de todos los
fieles; agua que consigue
trabajando mucho y con
ella logra apagar mucha
tragedia, mucho drama,
mucha hambre. Eso no
hay nadie que no lo
reconozca.
CARLOS HERRERA
(*1957), periodista
español
iffjjf'. Le entregaron el
rollo del profeta
Isaías y, desenrollándo¬
lo, encontró el pasaje
donde estaba escrito:
«El Espíritu del Señor
está sobre mí, porque
él me ha ungido. Me ha
enviado a evangelizar a
los pobres, a proclamar
a los cautivos la libertad,
y a los ciegos, la vista; a
poner en libertad a los
oprimidos; a proclamar
el año de gracia del
Señor». Y, enrollando el
rollo y devolviéndolo al
que lo ayudaba, se sentó.
Toda la sinagoga tenia
los ojos clavados en H.
Y él comenzó a (lee irle*»:
«Hoy se ha cumplido
esta Escritura que ai a
báis de on »>
LC 4,17 21
47-48 §J 400 315
7 2
OS
7
r-''
* HIM
|f§ El amor que sirve
’
tiene gran fuerza.
Es la fuerza mayor de
todas. Nada lo vence.
FiÓDOR MIJÁILOVICH
DOSTOIEVSKI (1821-1881),
escritor ruso
¿Cuál es la misión de la Iglesia en el plan
maestro de Dios?
El plan maestro del amor de Dios es la salvación y re
dención de todos los hombres mediante su Hijo Jesu
cristo. Existe una Iglesia porque Jesús nos ha invitadí 49-51 123, 124
12. !
HI I OS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA MÁS IMPORTANTES 29
28 EL PLAN MAESTRO DE DIOS
• "iodo es nuevamente creado. ¡Él es creado de nuevo! «Ya no es judío ni
ya no es esclavo ni libre; no es ni hombre ni mujer, porque todos vosotros
uno en Cristo Jesús». El hombre que quiere comprenderse hasta el fondo a
-no solamente según criterios y medidas del propio ser inmediatos,
luí. MIOS, a veces superficiales e incluso aparentes- debe, con su inquietud, ¡n-
«iMinlumbre e incluso con su debilidad y pecaminosidad, con su vida y con
"«norte, acercarse a Cristo. Debe, por decirlo así, entrar en Él con todo su
'•••». debe «apropiarse» y asimilar toda la realidad de la Encarnación y de la
líi-iioiición para encontrarse a sí mismo. Si se actúa en él este hondo proceso,
••MIIIIU es él da frutos no solo de adoración a Dios, sino también de profunda
•villa de sí mismo. ¡Qué valor debe tener el hombre a los ojos del Creador,
r'i h.i «merecido tener tan grande Redentor»!
t*n(M lii.in Pablo II, Encíclica Redemptor Hominis (1979),10
De los documentos de la Iglesia
más importantes
'nil'.
1111* >111o
EL AMOR
El amor cristiano
Hay que añadir a esto que, cuando se está animad
de la caridad de Cristo, se siente uno vinculado a los demás, experimentand
como propias las necesidades, los sufrimientos y las alegrías extrañas, y l
conducta personal en cualquier sitio es firme, alegre, humanitaria, e inclus
cuidadosa del interés ajeno, «porque la caridad es paciente, es benigna; no e
envidiosa, no es jactanciosa, no se hincha; no es descortés, no es interesade
no se irrita, no piensa mal; no se alegra de la injusticia, se complace en la ver
dad; todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera» (1 Cor 13,4-7)
Papa Juan XXIII, Encíclica Mater et Magistra (1961), 257
iiMi.
El sentido de Dios y el sentido
del hombre
iVMlirndo sentido de Dios, se tiende a perder también el sentido del hom-
bn do su dignidad y de su vida. A su vez, la violación sistemática de la ley
‘I. especialmente en el grave campo del respeto de la vida humana y su
diifuid.id, produce una especie de progresiva ofuscación de la capacidad de
|i*'n ibir la presencia vivificante y salvadora de Dios.
Hnp.i luán Pablo II, Encíclica Evangelium Vitae (1995), 21
mui ,
SÍ PIÉ El amor tiene un nombre
Con esta revelación del Padre y con la efusión del E*
píritu Santo, que marcan un sello imborrable en el misterio de la Redención, s
explica el sentido de la cruz y de la muerte de Cristo. El Dios de la creación se revel
como Dios de la redención, como Dios que es fiel a sí mismo, fiel a su amor al horr
bre y al mundo, ya revelado el día de la creación. El suyo es amor que no retraced
ante nada de lo que en él mismo exige la justicia. Y por esto al Hijo «a quien n
conoció el pecado le hizo pecado por nosotros para que en Él fuéramos justicia d
Dios». Si «trató como pecado» a Aquel que estaba absolutamente sin pecado algi
no, lo hizo para revelar el amor que es siempre más grande que todo lo creado, i
amor que es Él mismo, porque «Dios es amor». Y sobre todo el amor es más grand
que el pecado, que la debilidad, que la «vanidad de la creación», más fuerte que l
muerte; es amor siempre dispuesto a aliviar y a perdonar, siempre dispuesto a ir ¡
encuentro con el hijo pródigo, siempre a la búsqueda de la «manifestación de le
hijos de Dios», que están llamados a la gloria. Esta revelación del amor es definid
también misericordia, y tal revelación del amor y de la misericordia tiene en la h¡<
toria del hombre una forma y un nombre: se llama Jesucristo.
Papa Juan Pablo II, Encíclica Redemptor Hominis (1971), 9
La base para ser cristiano
No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o
«"'•» »'.'*> n idea, sino por el encuentro con un acontecimiento, con una Persona,
qm* fl.i un nuevo horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva. En su
i v.i niu’lio, Juan había expresado este acontecimiento con las siguientes pala-
lu.r. «Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todos
<|im creen en él tengan vida eterna» (cf. 3,16).
henedicto XVI, Encíclica Deus Caritas est (2005),1
Amor perpetuo
El desarrollo del amor hacia sus más altas cotas y su
mt¡ma pureza conlleva el que ahora aspire a lo definitivo, y esto en un
'•“lili* sentido: en cuanto implica exclusividad —solo esta persona—, y en el
ni ido del «para siempre». El amor engloba la existencia entera y en todas
limensiones, incluido también el tiempo. No podría ser de otra manera,
,r
.ir. i
El hombre no puede vivir sin amor
Él permanece para sí mismo un ser incomprensible
su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se encuenti
con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa en él viví
mente. Por esto precisamente, Cristo Redentor, como se ha dicho anteriormer
te, revela plenamente el hombre al mismo hombre. Tal es —si se puede expr(
sarasí— la dimensión humana del misterio de la Redención. En esta dimensió
el hombre vuelve a encontrar la grandeza, la dignidad y el valor propios de s
humanidad. En el misterio de la Redención el hombre es «confirmado» y e
i» I itr'.io que su promesa apunta a lo definitivo: el amor tiende a la eternidad.
Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas est (2005), 6
Amor como servicio de la Iglesia
Toda la actividad de la Iglesia es una ex-
IM.--.ION de un amor que busca el bien integral del ser humano:
«i su evangelización mediante la Palabra y los Sacramentos,
prosa tantas veces heroica en su realización histórica; y busca
••ni
13. I>l IOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA MÁS IMPORTANTES 31
30 EL PLAN MAESTRO DE DIOS
MOMIIO <lc 1,1 humanidad. Quiere decir anunciar y llevar la salvación de Dios en
mundo nuestro, que a menudo se pierde, necesitado de tener respuestas
»P"’ .dimiten, que den esperanza, que den nuevo vigor en el camino. La Iglesia
nmu« que ser el lugar de la misericordia gratuita, donde todo el mundo pueda
MUIIUM* acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del
I viinqelio.
i rain ¡SCO, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013), 114
su promoción en los diversos ámbitos de la actividad humana. Por tanto,
amor es el servicio que presta la Iglesia para atender constantemente los si
frimientos y las necesidades, incluso materiales, de los hombres.
Papa Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas est (2005), 19
¿Una sociedad sin amor?
El amor —caritas— siempre será necesario, incluso el
la sociedad más justa. No hay orden estatal, por justo que sea, que haga sil
perfluo el servicio del amor. Quien intenta desentenderse del amor se dispon
a desentenderse del hombre en cuanto hombre. Siempre habrá sufrimiend
que necesite consuelo y ayuda. Siempre habrá soledad. Siempre se darán tarrj
bién situaciones de necesidad material en las que es indispensable una ayud
que muestre un amor concreto al prójimo. El Estado que quiere proveer a todd
que absorbe todo en sí mismo, se convierte en definitiva en una instancn
burocrática que no puede asegurar lo más esencial que el hombre afligid
—cualquier ser humano— necesita: una entrañable atención personal.
Papa Benedicto XVI, Encíclica Deus Caritas est (2005), 28b !
La última síntesis
Es evidente que cuando los autores del Nuevo Tes-
t»nm*nio quieren reducir a una última síntesis, a lo más esencial, el mensaje
......
...* tistiano, nos presentan la exigencia ineludible del amor ai prójimo:
iiiitMi ama al prójimo ya ha cumplido la ley. [...] De modo que amar es cumplir
U h*y entera» (Rom 13,8.10). Así san Pablo, para quien el precepto del
*"!" ""•ume la ley sino que constituye su corazón y razón de ser: «Toda la ley
HII IIM/.I MI plenitud en este solo precepto: Amarás a tu prójimo como a ti mis-
11111"
amor no
OMI 5,14). Y presenta a sus comunidades la vida cristiana como un camino
*l*. t n'< imiento en el amor: «Que el Señor os haga progresar y sobreabundar
*’1 •,m°r de unos con otros, y en el amor para con todos» (1 Tes 3,12). Tam-
IIIIMI ’..intiago exhorta a los cristianos a cumplir «la ley real según la Escritura:
Atiiiil.r.
ipaillIJi Amor: el valor central
La carjdad es ia vía maestra de la doctrina social de I
Iglesia. Todas las responsabilidades y compromisos trazados por esta doctrir
provienen de la caridad que, según la enseñanza de Jesús, es la síntesis c
toda la Ley (cf. Mt 22,36-40). Ella da verdadera sustancia a la relación person.
con Dios y con el prójimo; no es solo el principio de las micro-relaciones, corr
en las amistades, la familia, el pequeño grupo, sino también de las macro-reb
ciones, como las relaciones sociales, económicas y políticas. [...] Todo provier
de la caridad de Dios, todo adquiere forma por ella, y a ella tiende todo. I
caridad es el don más grande que Dios ha dado a los hombres, es su prome;
y nuestra esperanza.
Papa Benedicto XVI, Encíclica Caritas in Veritate (2009), 2
«i tu prójimo como a ti mismo» (2,8), para no fallar en ningún precepto.
i r.meiseo, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013), 161
ia
El amor nunca da marcha atrás
El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye
|MIMK upación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un de¬
finidlo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El
i MMIIOI no nos abandona, nunca dio marcha atrás en su proyecto de amor, no
w •""•píente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de
para construir nuestra casa común.
ii.mcisco, Encíclica Laudato si (2015), 13
:S
i o
Amor que redime y libera
cjolo gracias a ese encuentro —o reencuentro— con i
amor de Dios, que se convierte en feliz amistad, somos rescatados de nuesti
conciencia aislada y de la autorreferencialidad. Llegamos a ser plenameni
humanos cuando somos más que humanos, cuando le permitimos a Dios qi
nos lleve más allá de nosotros mismos para alcanzar nuestro ser más verd¡
dero. Allí está el manantial de la acción evangelizadora. Porque, si alguien
acogido ese amor que le devuelve el sentido de la vida, ¿cómo puede contení
el deseo de comunicarlo a otros?
Papa Francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013), 8
El Sran Plan del amor
Ser Iglesia es ser Pueblo de Dios, de acuerdo con
gran proyecto de amor del Padre. Esto implica ser el fermento de Dios
14. : -'O'-
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PREGUNTAS
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15. 34 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 35
u (<•cristiana tiene un concepto claro de la dignidad
humana del que extrae ciertos principios, normas y un
IMtiimonio de valores para un orden social justo y li-
IMIV Pero si bien son claros los principios de la doctri¬
na *.m ial, estos han de adaptarse continuamente a las
IMrgimtas sociales más actuales. Con su doctrina so-
« ial, la Iglesia se convierte en abogada de todas aque¬
lla*. personas que por los motivos que sean no pueden
al/ai su voz o de quienes más se ven afectados por
eslmcturas injustas.
mm
WjP fj||jj El Magisterio du
la Iglesia no esta
sobre la palabra de Dios,
sino que la sirve, ense¬
ñando solamente lo que
le ha sido confiado, por
mandato divino y con la
asistencia del Espíritu
Santo la oye con piedad,
la guarda con exactitud
y la expone con fideli¬
dad, y de este único de¬
pósito de la fe saca todo
lo que propone como
verdad revelada por Dios
que se ha de creer.
Concilio Vaticano II, Dei
Verbum 10
Haz todo el bien que sepas: con todo:
los medios, de todas las maneras, en
cualquier parte, a todas horas y a quie
sea en tanto que puedas.
JOHN WESLEY (1703-1791),
autor de la conocida como «Regla de oro de John Wesley» H1, 82 ü 2423
¿Quién determina qué es la doctrina social
de la Iglesia ?
f SOCIAL
#? Del latín,
socialis (= sociable),
lo perteneciente a la
convivencia humana
(reglada) en el Estado y
en la sociedad; relativo
o perteneciente a una
compañía humana.
fEgjl ¿Por qué tiene la Iglesia una doctrina social
El hombre es un ser profundamente -> SOCIAL. Tant
en el cielo como en la tierra depende de la comunidac
Dios hace entrega a su pueblo, ya en el Antiguo Testa
mentó, de un orden humano y de mandamientos par
una vida buena y justa. La razón humana sabe distir
guir entre las circunstancias justas e injustas que s
necesitan para construir el orden correcto de las cc
sas. En Jesús comprobamos cómo la justicia necesit
del amor para ser plena. Nuestra concepción actual d
la solidaridad está inspirada en el amor cristiano <
prójimo.
O 62ss. O 2419-2420, 2422-2426 45, 438
Indo-, los miembros de la Iglesia, en consonancia con
MI», (areas y carisma, participan en la creación de una
«lo* hiña social. Los principios de la doctrina social es-
bín formulados en los documentos más importantes
tv l.i Iglesia. La doctrina social es «doctrina» oficial de
la Iglrsia. El Magisterio de la Iglesia, es decir, el papa y
In*, obispos en comunión con él, inculca a la Iglesia y a
l<i humanidad cómo deben configurarse sociedades
•mi entido social, justas y pacíficas.
jfyt Los ciegos ven y
v,-í-i/ los cojosandan;
los leprosos quedan lim¬
pios y los sordos oyen;
los muertos resucitan
y los pobres son evange¬
lizados.
MT 11,5
Todos los cris-
isli tíanos, también
los pastores, están
llamados a preocuparse
por la construcción de
un mundo mejor. [...] El
pensamiento social de
la Iglesia es ante todo
positivo y propositi¬
vo, orienta una acción
transformadora, y en ese
sentido no deja de ser
un signo de esperanza
que brota del corazón
amante de Jesucristo.
PAPA FRANCISCO, EG 183
La caridad es la vía
maestra de la doctri¬
na social de la Iglesia.
PAPA BENEDICTO XVI, CiV 2
/(), 90 344
» n
gj¡ ¿Cuáles son las tareas de la doctrina social? No puede ser que no sea
noticia que muere de frío un
mi uno en situación de calle y que
In sea una caída de dos puntos
MI I.I bolsa. Eso es exclusión. No
i puede tolerar más que se tire
- ' mida cuando hay gente que pasa
1 1.111 11>re. Eso es inequidad.
.
La doctrina social tiene dos tareas:
4 f .
1. El compromiso de garantizar una actuación social
justa tal y como aparece en el Evangelio.
M
2. La denuncia en nombij
de la justicia de aquella
estructuras sociales, ecq
nómicas o políticas quj
contradigan el mensaj
del Evangelio.
7
/
i
MAi'A I KANCISCO, EG 53
16. I 36 LA UNIÓN HACE LA FUERZA
9
¿Cómo surgió la doctrina social?
No se puede escuchar el Evangelio sin sentirse apelad
socialmente. Las palabras «doctrina social», sin embaí
go, se refieren en concreto a aquellas manifestaciónÿ
de índole social sobre las que el Magisterio de la Iglesá
se ha venido pronunciando desde la encíclica RERUM Na
VARUM del papa León XIII. La industrialización del sigü
XIX trajo consigo una nueva «cuestión social». La mayoru
de la gente dejó de trabajar en el campo para dedicai
se a la industria. Se desarrolló entonces un entorno si
protección laboral, sin seguros médicos, sin derechos d
descanso vacacional, donde floreció también el trabaj
infantil. Para luchar por los intereses de los trabajadora
nacieron los sindicatos. El papa León XIII fue conscientJ
de que tenía que reaccionar de alguna manera extraoi
diñaría, así que en su encíclica RERUM NOVARUM recogí]
las líneas maestras de un orden social justo. Desde erl
tonces, los papas han ido reaccionando a «los signos á
los tiempos» y han ido revisando las cuestiones sociald
más urgentes en la tradición de la RERUM NOVARUM. El
este sentido, todas las manifestaciones recopiladas a l|
largo de la historia se conocen como doctrina social.|
los posicionamientos universales de la Iglesia, es decil
a los textos doctrinales de los papas, de los concilios!
de la Curia Romana, se suman otros muchos positions
mientos regionales, como pueden ser por ejemplo id
pronunciamientos hechos por una Conferencia Episccj
pal concreta sobre asuntos de la doctrina social de Ú
Iglesia acerca de temas sociales puntuales. ]
m 87, 88, 104 ES 4395 I
¡§ ¿Por qué no le interesa a la Iglesia solo el individua
Antiguamente se reprochó a la Iglesia su interés pel
salvar únicamente las almas de los individuos. Es vei
dad que ante Dios cuenta cada una de las personal
Todos nosotros somos únicos e irrepetibles. Pero a pd
sar de ello, desde el vientre materno estamos llama
dos a la comunidad con los demás. Solo podremos sd
m
IHM t"¡ mediante una buena relación con los otros. Por
•dio, ya en el relato de la creación se dice: «El Señor
I Mir. so dijo: 'No es bueno que el hombre esté solo; voy
h.u orle a alguien como él, que le ayude'» (Gén 2,18).
iMus rstá interesado en el bien global de todos, por lo
•I.....
...objetivo es desarrollar aquello de lo que todos
‘minus partícipes en la diversidad: la comunidad.
¿Puede una
madre olvidar al
niño que amamanta, no
tener compasión del hijo
de sus entrañas? Pues,
aunque ella se olvidara,
yo no te olvidaré.
IS 49,15
M 210, 321
% El mayor don que
puede tener un
hombre bajo el cielo
es poder vivir bien con
aquellos con los que
convive.
BEATO EGIDIO DE ASÍS
(aprox. 1262), compañero de
san Francisco
¿Por qué la Iglesia practica la solidaridad?
ii¡l¡
mmm un.i iglesia que no fuera solidaria sería una contradic-
•IIMI i MI sí misma. La Iglesia es el lugar en el que acon-
ii‘n' l.i solidaridad legada por Dios al ser humano. En
Li inmunidad eclesial, el amor de Dios ha de encontrar
i.i pmlongación en el amor humano y, finalmente, llegar
inilnv La Iglesia es el lugar en que Dios quiere reunir a
«la morada de Dios entre los hombres» (Ap 21,3).
i .i iglesia es «signo e instrumento» (LG) para la unión de
i'Hlir. los seres humanos con Dios y entre ellos. Con una
ipli'M.i que,según el modelo de su Señor, essolidaria con
il«-.fallecidos, las víctimas y los pobres de su tiempo,
Mu»-, mienta llegar a las gentes de todos los pueblos y
linn.is para asistirlas. Ahí donde las personas quieran
t ir al mundo de humanidad, Dios estará a su lado.
i .i iHi’sia es por tanto solidaria con todos los que quie-
I M< er visible en la tierra la salvación de Dios.
-
-
El Señor dijo a
Caín: «¿Dónde
está Abel, tu hermano?».
Respondió Caín: «No sé;
¿soy yo el guardián de mi
hermano?».
GÉN 4,9
La misericordia
y la fidelidad se
encuentran, la justicia y
la paz se besan; la fide¬
lidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde
el cielo.
SAL 85,11-12
-f-
Ya no se puede
Ills decir que la reli¬
gión debe recluirse en
el ámbito privado y que
está solo para preparar
las almas para el cielo.
PAPA FRANCISCO, EG 182
i i
i » vi
tn
i*l) 122
17. 38 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 39
Beato Pablo VI, encíclica
POPULORUM PROGRESSIO
Reflexiones acerca de un esfuerzo
global de todos para el desarrollo
común de los pueblos y de la paz
mundial.
Con motivo del octogésimo aniversario
de RERUM NOVARUM, trata una serie de
problemas específicos tales como el
paro, la cuestión medioambiental y el
crecimiento de la población.
El trabajo humano no solo sirve
para la manutención, sino que tiene
una dignidad mayor. Forma parte de
la dignidad de la persona y de su
vocación cristiana.
Veinte años después de POPULORUM
PROGRESSIO, aquí se trata de nuevo el
tema del Tercer Mundo: el desarrollo
no ha de ser solo económico, sino que
debe tener un alcance mayor, también
en las costumbres.
Con motivo del centenario de RERUM
NOVARUM y tras el derrumbe del
comunismo, la encíclica pone en valor
la democracia y la libre economía de
mercado; el mercado debe permanecer
no obstante dentro de un marco
solidario.
Recuerdo de POPULORUM
PROGRESSIO con extensas
reflexiones sobre algunas facetas
de la globalización.
La segunda encíclica del papa Fran¬
cisco trata de la salvación del medio
ambiente en el horizonte más amplio
del derecho de todos los hombres a la
vida y a un desarrollo integral digno
del ser humano.
I'H,/
Hitos históricos de la
doctrina social
(PP)
Beato Pablo VI, escrito
apostólico OCTOGéSIMA
ADVENIENS (OA)
I'í/I
imSBSSSÿHM
León XIII, encíclica
RERUM NOVARUM (RN)
Primera encíclica social: sobre el
derecho de propiedad, el rechazo de la ’
lucha de clases, los derechos de los dé-¡
biles y la dignidad de los pobres; sobre j
el derecho de los trabajadores a consti-1
tuirse en asociaciones profesionales.
Encíclica con motivo del cuadragésimo
aniversario de RERUM NOVARUM: j
demanda de un salario que pueda i
alimentar a una familia, rechazo a la
ilimitada competencia y desarrollo del]
principio de subsidiaridad.
El fin de la doctrina social es crear una
auténtica comunidad en la que no sold
se satisfagan las necesidades, sino |
que además se potencie la dignidad da
cada cual.
Apelación a la paz y a la difusión de 1
los derechos humanos como deseo ]
central de la Iglesia. I
Inicio de un intenso diálogo con la I
cultura, la economía y las sociedades I
modernas; la sociedad y sus ]
estructuras deben estar orientadas al ]
«desarrollo de la persona humana» ]
(GS 25).
Reconocimiento por parte de la 1
Iglesia de la libertad religiosa como ]
derecho que se basa en la dignidad del
la persona; el fin es la implantación 1
universal de la libertad religiosa en laá
constituciones de los Estados. i
1891
San Juan Pablo II,
encíclica LABOREM
EXERCENS (LE)
I UH 1
ti
Pío XI, encíclica
QUADRAGESIMO ANNO
(QA)
1931 San Juan Pablo II,
encíclica SOLLICITUDO
REí SOCIALIS (SRS)
l«JM/
s San Juan XXIII, encíclica
MATER ET MAGISTRA (MM)
1961 San Juan Pablo II,
encíclica CENTESIMUS
ANNUS (CA)
|'J«) |
m
San Juan XXIII, encíclica
PACEM IN TERRIS (PT)
1963
Benedicto XVI, encíclica
CARITAS IN VERITATE (CiV)
2uou
Constitución pastoral
GAUDIUM ET SPES (GS)
del concilio Vaticano II
1965
i Francisco, encíclica
LAUDATO Sí (LS)
;nr>
Declaración DIGNITATIS
HUMANAE (DH) del
concilio Vaticano II
1965
18. 40 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 41
m ¿Qué relación existe entre la doctrina social
y la fe?
f! Amad a los pobres
y no les deis la
espalda, pues si les dais
la espalda, se la dais
a Cristo. Él mismo se
convirtió en hambriento,
desnudo, apatrida, para
que tú y yo tengamos la
oportunidad de amarlo.
SANTA TERESA DE CALCUTA
¿Significa la evangelización lo mismo que
la ayuda a la promoción humana?
I »t ayuda a la promoción humana y la evangelización
•U’ la le deben ir de la mano. Además de la liturgia
v ili' la proclamación, la tercera función esencial de
la Iglesia es la caridad, es decir, el amor activo al
t§ ¿Qué sucedió un
? & los comienzos di» to
Iglesia? ¿Cómo recono
cieron los otros a los
auténticos cristianos? Los
demás reconocieron a los
cristianos cuando vieron el
amor que se tenían.
SANTA TERESA DE CALCUTA
No todo el que se involucra política o socialment
es cristiano, pero difícilmente se puede llamar cria
tiano a aquel que no se involucre socialmente, i
Evangelio llama intensamente al ser humano a quj
practique el amor, la justicia, la libertad y la paz. cd
el anuncio del Reino de Dios hecho por jesús no soB
fueron salvadas y redimidas algunas personas purl
tuales, sino que se inició más bien una forma nuev
de comunidad: un reino de paz y justicia. Este rein
solo lo puede crear Dios. Los cristianos, sin embal
go, deben trabajar por una sociedad mejor. Se trafl
de «construir una ciudad del hombre más humad
porque es más conforme al Reino de Dios» (CDSI 63
Mediante la comparación del Reino de Dios con i
levadura y su amasado en tres medidas de ha ri r«
hasta que todo fermenta (Mt 13,33), jesús nos esi
indicando el camino que los cristianos hemos de sé
guir en la sociedad.
1
'.olo Dios es la redención del hombre. Y la historia del
Mglo pasado nos muestra cómo en los Estados donde se
a Dios, no solo se destruyó la economía, sino que
‘.e destruyeron sobre todo las almas.
BENEDICTO XVI, 5 de febrero de 2006
i ;
HI#, El que crea ser
F
cristiano por ir a
la iglesia se equivoca.
Uno no se convierte en
coche solo por estar en
un garaje.
ALBERT SCHWEITZER
n.
eg*
í-'
m
a I
123 Las ayudas de Occidente
a los países en vías de
desarrollo, basadas en principios
puramente técnico-materiales,
que no solo han dejado de lado
a Dios sino que, además, han
apartado a los hombres de Él
con su orgullo del sabelotodo,
han hecho del Tercer Mundo el
Tercer Mundo en sentido actual.
PAPA BENEDICTO XVI, Jesús de
Nazaret
puMiino. Si la Iglesia ignorara las circunstan-
H.r. de miseria entre los humanos y se con-
• únicamente en la proclamación de
la h estaría entonces traicionando a Jesús,
11ii ii •11 acoge y sana a todos en cuerpo y alma
•MI MI unicidad y necesidades sociales. Si la
•ijh-.ia se concentrara únicamente en la pro-
•HIM ion social del hombre, estaría entonces
•tan lonando la llamada de cada ser humano,
•ny.i vocación es la comunión eterna con Dios,
v no haría justicia ai sentido social del hombre
•«uno miembro del Cuerpo de Cristo. Si se d¡-
Mdirra el Evangelio, su mensaje social se des-
PM'iidería de su mensaje de fe.
f||j| ¿Puede lo social ser elfin último
de la Iglesia?
No. La Iglesia no habría cumplido aún con todos su
cometidos dentro de una sociedad únicamente justi
La salvación anunciada por la Iglesia se inicia en I
tierra: redime al hombre, transforma las relacione
humanas y santifica las heridas de la comunidad. L
redención se inicia en la tierra como signo de esperar
za dentro de estructuras sociales justas. No obstanti
la «ciudad nueva» no es el resultado de las luchas
los esfuerzos humanos. Si hacemos cuanto está e
nuestras manos, «la ciudad santa, la nueva Jerusalén
(Ap 21,2) desciende del cielo hacia nosotros. El reinad
de la paz verdadera es un don de Dios.
La aceptación del
ISii primer anuncio,
que invita a dejarse amar
por Dios y a amarlo con
el amor que Él mismo
nos comunica, provoca
en la vida de la persona
y en sus acciones una
primera y fundamental
reacción: desear, buscar
y cuidar el bien de los
demás.
PAPA FRANCISCO, EG 178
¿Cómo proclamar el
mandamiento nuevo sin
promover, mediante» la justii to y
la paz, el verdadero, el .uiltoifh o
crecimiento del homliief
PAPA BEATO PABl O VI I III»*/ l-mil
Evantjvlü NunUnmli il
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64, 65, 67 769
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Para que el
Evangelio llegue
a influir de verdad sobre
nosotros es necesario
tener en cuenta las
circunstancias concretas
en que vivimos. No
podemos vivir como
cristianos sin responder
con verdad y honesti¬
dad a las circunstancias
reales de nuestra vida.
Los cristianos somos ple¬
namente miembros de la
sociedad en que vivimos
y llevamos dentro la sen¬
sibilidad del momento
presente.
CONFERENCIA EPISCOPAL
ESPAÑOLA, Instrucción
pastoral Católicos en la vida
pública, 9
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1
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Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las
angustias de los hombres de nuestro tiempo,
sobre todo de los pobres y de cuantos sufren,
son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y
angustias de los discípulos de Cristo.
||yp| ¿Cuánto ha de involucrarse la Iglesia
mu la remuneración, la propiedad o los sindicatos;
inda*, ellas han de contribuir al crecimiento de una
*mi icdad justa. Hay tan solo un vínculo con la política
H caso concreto de los seglares cristianos que se
•IIMIK an a ella. Muchos cristianos contribuyen con sus
tibias y pensamientos cristianos a asociaciones, gru-
1111'. y colectivos que se ocupan en nuestros días de
IIMII.IS sociales concretos, como por ejemplo la ayuda
>i lus refugiados o la protección laboral.
i|j? Cuando se llevaron
* a los comunistas
me callé, pues yo no era
comunista. Cuando se
llevaron a los socialdemó-
cratas me callé, pues yo
no era socialdemócrata.
Cuando se llevaron a los
sindicalistas me callé,
pues yo no era sindicalis¬
ta. Y cuando me llevaron
a mí, pues ya no había na
die que pudiera protestar.
MARTIN NIEMÜLLER
(1892-1984), teólogo
tante alemán y minmhii» iln
la resistenc¡a < onli.i ni
nacional’,<M lalhum
Concilio Vaticano II, G!
Es igualmente necesario
* a afrontar juntos la cues¬
tión migratoria. No se puede
tolerar que el mar Mediterrá¬
neo se convierta en un gran
cementerio. En las barcazas
que llegan cotidianamente a
las costas europeas hay hom¬
bres y mujeres que necesitan
acogida y ayuda.
PAPA FRANCISCO, 25 de noviembre
de 2014, discurso al Parlamento
Europeo
en las cuestionessociales?
<>« 440
La Iglesia no tiene la tarea de sustituir al Esta
do n¡ a la política. Por este motivo, no propon]
soluciones para cuestiones técnicas de los prd
blemas sociales. La Iglesia no hace política, sin]
que desde el Evangelio inspira a la política. Lo
papas han desarrollado en sus encíclicas soda
les ¡deas centrales de índole social relacionada
¿Promueve la Iglesia un modelo social
y político concreto?
’.i, i.i Iglesia aboga por un orden libre y democrá-
h*i», ya que este es el mejor garante de los dere-
.luí*, humanos y de la participación social de todos.
II papa san Juan Pablo II escribe al respecto: «La
20. 44 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 45
3
JJB «Señor, ¿cuándo
te vimos con
hambre o con sed, o
forastero o desnudo, o
enfermo o en la cárcel, y
no te asistimos?». Él les
replicará: «En verdad os
digo: lo que no hicisteis
con uno de estos, los
más pequeños, tampoco
lo hicisteis conmigo».
MT 25,44-45
Iglesia aprecia el sistema de la democracia, en l
medida en que asegura la participación de los ciii
dadanos en las opciones políticas y garantiza a id
gobernados la posibilidad de elegir y controlar a sd
propios gobernantes, o bien la de sustituirlos opon
tunamente de manera pacífica. Por esto mismo, n
puede favorecer la formación de grupos dirigente
restringidos que, por intereses particulares o pel
motivos ideológicos, usurpan el poder del Estada
Una auténtica democracia es posible solamente e
un Estado de derecho y sobre la base de una rectj
concepción de la persona humana» (papa san Juaj
Pablo II, CA 46).
lugo con las ciencias políticas, económicas, natura-
lux técnicas y sociales. De este modo, la doctrina
nuiMl consigue comprender, analizar e interpretar
mejor al hombre y a las relaciones de la convivencia
humana.
«lis Para los creyentes,
«III el mundo
fruto de la casualidad
ni de la necesidad, sino
de un proyecto de Dios.
De ahí nace el deber de
los creyentes de aunar
sus esfuerzos con todos
los hombres y mujeres
de buena voluntad de
otras religiones, o no
creyentes, para que
nuestro mundo responda
efectivamente al proyec¬
to divino: vivir como una
familia, bajo la mirada
del Creador.
PAPA BENEDICTO XVI,
C¡V 57
no es
76, 77, 78
¿Está destinada en exclusiva la doctrina
social de la Iglesia a los cristianos?
t
Id doctrina social de la Iglesia no recoge nada que no
|nu*(la ser comprendido por la razón. Los papas in-
>»Mieron desde siempre en que la doctrina social de
In Iglesia tiene una importancia especial para la pro¬
pia comunidad eclesial. Puesto que la doctrina social
adoptó sus impulsos esenciales a partir de la fe en un
Oíos que ama y es justo, cada gesto de amor y de Jus¬
tina se encuentra bajo la luz y la promesa de Dios.
I Mu hecho es lo que más compromete a los cristianos
n hacer el bien. No obstante, han de sentirse apela¬
do', por la doctrina social todos los hombres de buena
vuluntad.
Si logro ayudar a
lili una sola persona
a vivir mejor, eso ya
justifica la entrega de mi
vida. Es lindo ser pueblo
fiel de Dios. ¡Y alcanza¬
mos plenitud cuando
rompemos las paredes y
el corazón se nos llena
de rostros y de nombres!
PAPA FRANCISCO, EG 274
mm
S3 72, 73
¿No sobrepasa la Iglesia sus
competencias pronunciándose sobre
cuestiones sociales?
á|:¡ájjjs Amar es querer el
bien para alguien.
[...] Pues bien, queremos
para todos los prójimos
un bien igual, es decir, la
vida eterna. Por lo tanto,
debemos quererles a
todos por igual.
SANTO TOMÁS DE AQUINO,
Summa Theologiae, Parte
INI, q. 26, art. 6,3
La Iglesia no invade competencias «ajenas» con sul
pronunciamientos sobre cuestiones sociales. Ni i
ser humano es en sí pertenencia de ningún Estada
ni tampoco lo es la familia, que es la célula vital d|
la sociedad. Inspirada por el Evangelio, la Iglesia sj
convierte en abogada de los derechos fundamental
les de la persona y de las comunidades humanas
La Iglesia no lo hace para ganar poder o influencié
externa, sino que es su derecho y su deber pronun]
ciarse ahí donde la injusticia amenace la conviven
75, 83, 84 328
1 ¿Se concluirá algún día la doctrina
social?
POLÍTICA
La mayor parte
de los habitantes
del planeta se declaran
creyentes, y esto debería
provocar a las religiones
a entrar en un diálogo
entre ellas orientado al
cuidado de la naturale¬
za, a la defensa de los
pobres, a la construcción
de redes de respeto y de
fraternidad.
PAPA FRANCISCO, LS 201
iil I .i < onvivencia social estuvo y sigue estando sometida
un desarrollo constante y a un notable movimiento
*’ii iodos los niveles. Por ello, la doctrina social no se
puede dar por finalizada o ser tenida por una doctrina
em errada en sí misma. Si bien se fundamenta en la
li.r.e del Evangelio y en sus principios y concepciones
hunos, desde aquí ha de seguir buscando constante¬
mente nuevas respuestas a los retos y asuntos socia-
del presente.
ECONOMÍA
cía.
69-71 ü1913-1917 322, 328
NATURALEZA
¿Es la doctrina social un sistema orgánico
cerrado?
TÉCNICA
No, la doctrina social no es una doctrina teológica
cerrada y definitiva con la que poder juzgar desdi
fuera los complejos entramados sociales, económi
eos y políticos, sino que, más bien, aprecia el día
m 85, 86
SOCIAL
21. 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 47 NUEVOS MEDIOS
,3
r
wmunicación social han de servir al hombre y al enten¬
dimiento mutuo. Los medios de comunicación -y aque¬
llos que los crean y difunden- tienen que respetar los
dolieres éticos, ya que su objetivo debe ser trabajar en
favor del entendimiento recíproco y atendiendo a las si¬
guientes preguntas: ¿para qué sirve este entendimiento
V qué lo impide? ¿Cómo se puede ayudar al hombre y
A MIS relaciones sociales? ¿Qué procesos contribuyen al
bien común, por ejemplo, al libre intercambio de opinión
y de información? El Pontificio Consejo para las Comuni-
( m iones Sociales, que fue fundado ya en el año1948, se
uuipa intensamente de las preguntas de cómo propagar
la le en los medios de comunicación y cómo usarlos «co¬
llet lamente».
íHS No se puede n°
& * comunicar.
PAUL WATZLAWICK
(1921-2007), teórico estadou¬
nidense de la comunicación
*
fí. Para mí, junto al
derecho a la priva¬
cidad se erige también el
derecho a no ser espiado,
así como el no bloquear
ni impedir los accesos. Es
muy importante que el
acceso a los espacios del
mercado comercial sea
también en abierto. A las
páginas web de índole
política se ha de poder
acceder también libre¬
mente, con excepción de
aquellas que acordemos
que albergan contenidos
horribles e ilegales. Y lue¬
go está naturalmente el
acceso a internet, que es
un derecho fundamental:
sigue siendo solo la mitad
de la humanidad la que
tiene acceso a la web.
TIM BERNERS-LEE, sobre
la pregunta de qué debería
fijarse en una Carta Magna
para internet
4f|
or-- y«so 3-,
NUEVOS MEDIOS DE COMUNICACION
L 166, 414, 415 II 2494, 2495 459
•
J
¿Para qué existen los medios de comunicación1
:V JíT j
Cuando no es posible la comunicación directa need
sitamos de los medios de comunicación como media
dores indirectos de la información y como plataforma
de intercambio y de discusión. Los medios de coma
nicación sirven para formar, informar y entretener,1
bien este último aspecto prevalece a veces sobre Id
demás. Sin medios de comunicación no podríamos oj
ganizar ni nuestra propia vida privada ni la complejl
dad de nuestras sociedades modernas. Los medios efl
comunicación son algo así como una masa de comí]
nicación que une a las sociedades: cuanto más grand
y compleja es una sociedad, más necesitamos de id
medios de comunicación. Ante todo, las democracia
no pueden funcionar sin un libre intercambio de opi
nión e información, y sin una involucración de todos]
O 414, 415 ES 2993, 2994 3
4|᧠Toda vida verda¬
dera es encuentro.
MARTIN BUBER
(1878-1965), filósofo de la
religión austríaco-israelí
f ¿Qué postura tiene la Iglesia ante las redes
sociales?
Internet, y sobre todo las redes sociales, son vistos como
IIIM importante expansión de las posibilidades de comu-
IIII.K ion. El papa Benedicto XVI trató este tema en reite-
ifld.r.ocasiones; al respecto dijo: «Las nuevas tecnologías
lieimiten a las personas encontrarse más allá de las fron-
Nos hace hu¬
manos el poder
hablar entre nosotros.
KARL JASPERS (1883-1969),
filósofo alemán
f La Iglesia [...] pondera los bienes incalculables que
H M'cto uso de los medios de comunicación aporta
di.ii lamente a la humanidad, sin olvidar, tampoco, los
l.inos morales y sociales, de las mismas proporciones,
•11 H ' genera su manejo irresponsable.
i§g|| La web es más un
invento social que
l
tecnológico.
TIM BERNERS-LEE (*1955),
inventor del HTML y
fundador de internet
•IIIMI .mu «le medios de comunicación social de la CEE
IPM del espacio y de las propias culturas, inaugurando
IIM un mundo nuevo de amistades potenciales. Esta es
mi.» man oportunidad, pero supone también prestar una
m.ivm atención y una toma de conciencia sobre los po-
Mbh-, riesgos» (Benedicto XVI, Mensaje para la XLV Jor¬
nal,i Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2011). Al
II|IMI que los demás medios de comunicación, las redes
1 ¿Cómo ve la Iglesia los medios de comunicaciód
Los medios de comunicación son elementos esenciala
de las sociedades modernas. Su finalidad no está d
ellos mismos, sino que en tanto que herramientas de i
22. EXCURSO 48 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 49 NUEVOS MEDIOS
sociales deben contribuir al bien común y al desarroll®|
de las personas. El papa Benedicto demanda «una serial
reflexión sobre el sentido de la comunicación en la erÿH
digital». La comunicación eminentemente dialógica en laÿP
redes sociales supone para la Iglesia una gran oportun®
dad para su desarrollo en comunión (como comunidad®
El papa Francisco tiene una cuenta de Twitter (@pontifex®
quefue abierta ya por Benedicto XVI. A comienzos de 201®
contaba con veintiséis millones de seguidores. ®
41582494, 2496
Las redes sociales, además de instrumento de B
evangelización, pueden ser un factor de desarrollo»
humano. B
PAPA BENEDICTO XVI, mensaje para la XLVII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, 2013 .ÿB
s¿$k, No se puede
aceptar que el
ejercicio de la libertad
de comunicación depen¬
da de la fortuna, de la
educación o del poder
político. El derecho a la
comunicación pertenece
a todos.
PAPA SAN JUAN PABLO II,
instrucción pastoral
Aetatis Novoe sobre las
comunicaciones sociales
(1992)
h
L;f
í
l
J, í"
: <
é ¿Cómo he de servirme correctamente
de los medios de comunicación?
¿En qué radica la brecha digital? Tenía mil amigos
de Facebook, pero
ningún amigo de verdad.
Anónimo
La participación de todos en la configuración de l
cosa común es el fin de cualquier medio de comuni
cación social. Pero de internet y de las redes soda
les quedan excluidas de antemano todas aquella
personas que por motivos estructurales, financiered
o personales no tienen acceso a internet o no lo sal
ben usar de manera competente. Por ello, la Iglesij
intenta evitar la exclusión de individuos o de grupo!
(brecha digital) contribuyendo una y otra vez al accesj
libre a todos los medios de comunicación social, ad
como prohibiendo la aparición de monopolios o d]
controles ideológicos. En el caso de la exclusión de li
gente mayor, de parados o de personas de escasa forj
mación, es correcto hablar de una brecha social quj
hay que superar necesariamente. Pero no se trata aqd
del proceso de comunicación en sí, sino más bien dj
la superación de todas aquellas estructuras injusta]
que excluyan de la información a personas o grupo]
determinados, y por lo tanto también de la formado]
y del desarrollo.
Id utilización con sentido de los medios de comunica-
i ion es un reto para cualquiera. Ya con los medios clá-
Mi os (periódicos, radio, televisión) hay que elegir con
que ocuparse. El consumo meramente pasivo produce
i un frecuencia un «usuario» que se siente triste y espi-
i Mu.límente vado. Aquí han de mostrar los padres, pro¬
fieres o encargados de menores un profundo sentido
iln responsabilidad:todos ellos deben transmitir con su
ejemplo a los niños y adolescentes un uso soberano de
ION medios de comunicación y explicarles el enriqueci¬
miento que suponen. En el caso de los medios digitales
liny que considerar además un nuevo grado de respon¬
sabilidad: sobre todo en las redes sociales uno deja de
ser un consumidor pasivo, es decir, receptor de lo que
u!i‘> produce, edita o envía, sino que todos podemos
uinvertimos rápidamente también en productores;
pmlrmos decir «me gusta», comentar o publicar en la
•MII un post, una entrada, un vídeo o una foto. De esta
m.mera, surge una responsabilidad equiparable a la de
i u.ilqtiier otro productor mediático.
•./: Una mañana nos
despertaremos
y comprobaremos que
ya no sabemos escribir
a mano, que de nuestro
escritorio desaparecie¬
ron los sobres y el papel
y que la tinta de nuestras
plumas se ha secado. Al
abrir los labios no saldrá
ningún sonido. Habremos
olvidado estrecharnos
las manos y reír a
carcajadas. Seguramente
sabremos comunicarnos,
pero todos en un mismo
estilo uniformado. Y la
única diferencia entre
nuestros mensajes será
su contenido.
CLIFFORD STOLL (*1950),
astrofísico estadounidense,
pionero de la computación,
en 1995
Los medios como
cauces de expre¬
sión han de responder
a las exigencias morales
que reclama una sociedad
políticamente libre y mo¬
ralmente sana, y lo hacen
así cuando favorecen el
intercambio de ideas y de
informaciones entre todas
las clases y sectores de la
sociedad y cuando ofre¬
cen a todas las opiniones
responsables la oportuni¬
dad de hacerse oír.
Mensaje de la Comisión de
medios de comunicación
social de la Conferencia
Episcopal Española
414, 416, 557, 561 812495, 2498, 2499 1/6, 560, 5630 2496
24. EXCURSO 52 LA UNIÓN HACE LA FUERZA 2 - LA IGLESIA Y LO SOCIAL 53 NUEVOS MEDIOS
la %inc cridad, a aquellos que padezcan una adicción a
IHIIM not (especialmente a los más jóvenes).
ji j| Desinformación es decir [a mitad de las cosas, las qu
son más convenientes para mí, y no decir la otra mita
Y así, el que ve la TV o el que oye la radio, no puede
marse un juicio perfecto, porque no tiene los elemeij
y no se los dan. De estos tres pecados, por favor, huij
Desinformación, calumnia y difamación.
Las palabras
r frías congelan al
hombre, las ardientes
lo hieren; las agrias lo
amargan y las que van
llenas de ira lo enfure¬
cen. Las palabras amigas,
por su parte, se reflejan
recíprocamente en el
ánimo del hombre: lo
calman, lo abrazan y lo
consuelan.
BLAISE PASCAL (1623-1662),
matemático y filósofo
francés
M98-2499
i ¿Cómo puedo protegerme de los medios
de comunicación ?
M nial uso de los medios de comunicación se ha de
« mit i.irrestar con determinación. Y ante las libertades
ilml.is, los mercados han de tener también un fin mo-
iRI los proveedores de accesos, servicios y platafor¬
ma están llamados hoy más que nunca a responder
al principio moral del bien común y del progreso de la
tuitnanidad. La degradación de la sexualidad humana,
inlm* lodo mediante la difusión de pornografía infantil,
M un daño lo suficientemente grave como para que los
ivtponsables no puedan mirar hacia otro lado. Tampo-
ni v ha de tolerar forma alguna de hostigamiento o de
RIUMI virtual, tal y como lo practican muchos usuarios
influimos en internet. Ante el peligro de la malversa¬
tion de datos que practican empresas como Google (o
Mu IIIM) algunos gobiernos), es importante no dar a co¬
rnil ni lodo de uno mismo y no servirse del propio móvil
puní lomarse fotos (selfies) íntimas.
tl?Jb,349 459
¿Debe la Iglesia participar de cualquier
desarrollo técnico?
PAPA FRANCISCO a los periodistas, 22 de marzo de 2014
£
La capacidad de
utilizar los nuevos
lenguajes es necesaria no
tanto para estar al paso
con los tiempos, sino pre¬
cisamente para permitir
que la infinita riqueza
del Evangelio encuentre
formas de expresión
que puedan alcanzar las
mentes y los corazones
de todos.
PAPA BENEDICTO XVI,
mensaje para la XLVII
jornada Mundial de las
Comunicaciones Sociales, 2013
Google no es
" un medio, es un
modelo de negocio.
FRANK A. MEYER (*1944),
publicista suizo
medios más útiles se pueden convertir en un end
tenimiento sin sentido o en información inútil, y aq
más pueden separar a las personas de la vida rd
Los dueños de los medios de comunicación puedj
lucrar con ellos desencadenando intencionadamerj
conductas de adicción en los usuarios. Los medios]
comunicación están sometidos a una comercializad
cada vez más fuerte. Una y otra vez se convierten
los recursos baratos para el placer, que difunden]
mentira en un mundo triste, sin esperanza. Con fi
cuencia se recurre a internet para buscar contenid
pornográficos o en los que se exalta la violencia, u
proveedores desarrollan para ello nuevas formas]
exposición (como los juegos de ordenador), así con
estrategias de venta para crear «usuarios» dependiej
tes (en ocasiones, adictos). Todo esto es un mal uso
los medios. Los cristianos deben evitar consecuenj
mente ciertos contenidos y ayudar, desde el amoj
Las dinámicas de
los medios del
mundo digital [...] no
favorecen el desarrollo
de una capacidad de vivir
sabiamente, de pensar en
profundidad, de amar con
generosidad. [...] La verda¬
dera sabiduría, producto
de la reflexión, del diálogo
y del encuentro generoso
entre las personas, no se
consigue con una mera
acumulación de datos
que termina saturando
y obnubilando, en una
especie de contaminación
mental.
PAPA FRANCISCO, LS 47
El bloque ideal de
anuncios en tele¬
visión pierde su efecto
si cada dos minutos se
ve interrumpido por unn
parte incomprensible de
una película.
LORIOT (vicco von Hlllnw,
1923-2011), ImmmMrt «IDIHAM
In Hernia y la tecnología son un «maravilloso pro-
HIM in ile la creatividad humana donada por Dios». El
sin embargo no es un fin en sí mismo, y no
|MM111M * algo sea nuevo ha de ser automáticamente
IMIIMHI May que examinar cada desarrollo en función
M ’.ri vicio que dé al ser humano (y por ello también
al liii'ii común) para no dejar de lado la dignidad del
IMMIIIIU* ante la proclamación de valores aparentes y/o
itnli-i M M id¡entes.
k'Vi/,458 J 2493, 2494
25. M LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA MÁS IMPORTANTES 55
54 LA UNIÓN HACE LA FUERZA
MMi-.r por ponerse al servicio de la dignidad y del fin del hombre. Luchen con
contra cualquier esclavitud social o política y respeten, bajo cualquier
M*«imrn político, los derechos fundamentales del hombre. Más aún, estas ins-
Mim iones deben ir respondiendo cada vez más a las realidades espirituales,
‘•°n las más profundas de todas, aunque es necesario todavía largo plazo
iii-mpo para llegar al final deseado.
i HIM ilio Vaticano II, Constitución Pastoral Gaudium et Spes (1965), 29
De los documentos de la Iglesia
más importantes
LA IGLESIA Y LO SOCIAL
Las raíces del conflicto social
La misión social de la Iglesia
Los adelantos de la industria y de las artes, que ¿
minan por nuevos derroteros; el cambio operado en las relaciones mutu
entre patronos y obreros; la acumulación de las riquezas en manos de un]
pocos y la pobreza de la inmensa mayoría; la mayor confianza de los obrer]
en sí mismos y la más estrecha cohesión entre ellos, juntamente con la relal
ción de la moral, han determinado el planteamiento de la contienda.
Papa León XIII, Encíclica Rerum Novarum (1891),1
Para la Iglesia el mensaje social del Evangelio no
•IMIU- « onsiderarse como una teoría, sino, por encima de todo, un fundamento
i un «“.tímulo para la acción. Impulsados por este mensaje, algunos de los
MHIMIMOS cristianos distribuían sus bienes a los pobres, dando testimonio de
M1»'. no obstante las diversas proveniencias sociales, era posible una con-
VIVMIUM pacífica y solidaria. Con la fuerza del Evangelio, en el curso de los
•iHli»*., los monjes cultivaron las tierras; los religiosos y las religiosas fundaron
fi»n|ni.iles y asilos para los pobres; las cofradías, así como hombres y mujeres
*)»' I'HI.IS las clases sociales, se comprometieron en favor de los necesitados y
MI.IIM,m,idos, convencidos de que las palabras de Cristo: «Cuantas veces hagáis
«osas a uno de mis hermanos más pequeños, lo habéis hecho a mí» (Mt
i'i 'to) no deben quedarse en un piadoso deseo, sino convertirse en compro-
Miun i oncreto de vida.
Pyi El hombre necesita la comunidad social
La reconocida cortedad de las fuerzas humanas aeons
ja e impele al hombre a buscarse el apoyo de los demás. [...] En virtud de el
propensión natural, el hombre, igual que es llevado a constituir la sorted
civil, busca la formación de otras sociedades entre ciudadanos, pequeña!
imperfectas, es verdad, pero de todos modos sociedades. j
Papa León XIII, Encíclica Rerum Novarum (1891), 35 |
Mpu In.ni Pablo II, Encíclica Centesimus Annus (1991), 57
§;f El nuevo significado de los medios
de comunicación social
r
La igualdad social entre los hombres
y la justicia social j
La igualdad fundamental entre todos los hombres exige un reconocimiel
cada vez mayor. Porque todos ellos, dotados de alma racional y creados a inj
gen de Dios, tienen la misma naturaleza y el mismo origen. Y porque, redimid
por Cristo, disfrutan de la misma vocación y de idéntico destino. Es evidel
que no todos los hombres son iguales en lo que toca a la capacidad física
las cualidades intelectuales y morales. Sin embargo, toda forma de discrí!
nación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultu
por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe J
vencida y eliminada por ser contraria al plan divino. En verdad, es lamenta]
que los derechos fundamentales de la persona no estén todavía protegidos]
la forma debida por todas partes. Es lo que sucede cuando se niega a la mu
el derecho de escoger libremente esposo y de abrazar el estado de vida 4
prefiera o se le impide tener acceso a una educación y a una cultura iguala
las que se conceden al hombre. Más aún, aunque existen desigualdades jus
entre los hombres, sin embargo, la igual dignidad de la persona exige qua
llegue a una situación social más humana y más justa. Resulta escandalosa
hecho de las excesivas desigualdades económicas y sociales que se dan en]
los miembros y los pueblos de una misma familia humana. Son contraria
la justicia social, a la equidad, a la dignidad de la persona humana y a la 1
social e internacional. Las instituciones humanas, privadas o públicas, esfJ
I*M Im n o para mal, [los medios de comunicación social] se han ¡ntrodu-
-íIIM «Ir tal manera en la vida del mundo, que parece realmente absurda la
ni .1 de quienes defienden su neutralidad y, consiguientemente, reivindi-
MI autonomía con respecto a la moral de las personas. Muchas veces,
•*nilriK MS de este tipo, que enfatizan la naturaleza estrictamente técnica de
«‘•in’, medios, favorecen de hecho su subordinación a los intereses económi-
al dominio de los mercados, sin olvidar el deseo de imponer parámetros
Milim.ilcs en función de proyectos de carácter ideológico y político. Dada la
*M«|Miit.mcia fundamental de los medios de comunicación en determinar los
* fHiihm*. en el modo de percibir y de conocer la realidad y la persona humana
aiM, •.(> hace necesaria una seria reflexión sobre su influjo, especialmente
*-hir l.i dimensión ético-cultural de la globalización y el desarrollo solidario
•IK In*, pueblos. [...] Esto quiere decir que pueden ser ocasión de humoniza-
‘.olo cuando, gracias al desarrollo tecnológico, ofrecen mayores poÿ
«•líiiid.ides para la comunicación y la información, sino sobre todo cuando
*r- Mii'.im/an y se orientan bajo la luz de una imagen de la persona y el bien
- ’"HUí i
= <*HI III)
quo refleje sus valores universales. El mero hecho de que los modín-.
miicación social multipliquen las posibilidades de interconexión v de
"•ui.n mu de ideas, no favorece la libertad ni globaliza el desarrollo y l.t do
para todos. Para alcanzar estos objetivos se necesita quo
"" dnis de comunicación estén centrados en la promoción do l.i
•4»tfnid.id de las personas y de los pueblos, que estén exprosamonto
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H I.
26. m LOS DOCUMENTOS DE LA IGLESIA MÁS IMPORTANTES 57
56 LA UNIÓN HACE LA FUERZA
*'«i «I»M verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en
mu ‘.«inta peregrinación. De este modo, las mayores posibilidades de comuni-
•.11 ion se traducirán en más posibilidades de encuentro y de solidaridad entre
IIHIUV Si pudiéramos seguir ese camino,¡sería algo tan bueno, tan sanador, tan
iiltn.idor, tan esperanzador! Salir de sí mismo para unirse a otros hace bien.
i ni ruarse en sí mismo es probar el amargo veneno de la inmanencia, y la hu-
iii.iiiKl.id saldrá perdiendo con cada opción egoísta que hagamos.
francisco, Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium (2013), 87
animados por la caridad y se pongan al servicio de la verdad, del bien y de
fraternidad natural y sobrenatural. En efecto, la libertad humana está intríi
secamente ligada a estos valores superiores. Los medios pueden ofrecer ur
valiosa ayuda al aumento de la comunión en la familia humana y al ethos de
sociedad, cuando se convierten en instrumentos que promueven la particip.
ción universal en la búsqueda común de lo que es justo.
Papa Benedicto XVI, Encíclica Caritas in Veritate (2009), 73
Las leyes de los nuevos medios I
La nueva evangelización nos pide estar atentos a la «novedad» d|
contexto cultural en el cual estamos llamados a anunciar la Buena Noticia,!
también a la «novedad» de los métodos a utilizar. Los nuevos medios esta
cambiando radicalmente la cultura en la que vivimos, y ofrecen nuevas opoj
tunidades para compartir el mensaje del Evangelio. Las nuevas tecnologías rj
han cambiado solo el modo de comunicarnos, más también han transform!
do la comunicación misma, creando una nueva infraestructura cultural qu
está influyendo sobre el ambiente de la comunicación y no nos permite hacj
aquello que hemos hecho siempre, aun con las nuevas tecnologías. La aren
digital no es un espacio «virtual» menos importante que el mundo «real» y,]
la Buena Noticia no es proclamada también «digitalmente», corremos el riesi
de abandonar a muchas personas que «viven» en este mundo. La Iglesia i
está presente en el espacio digital, pero el próximo desafío es el de cambij
nuestro estilo comunicativo para hacer tal presencia más eficaz, ocupándond
sobre todo de la cuestión del lenguaje. En el fórum digital el discurso es el
pontáneo, interactivo y partid pativo; en la Iglesia, estamos habituados a usj
los textos escritos como modo normal de comunicación. No sé si esta forra
pueda llegarle a los más jóvenes, habituados a un lenguaje enraizado en I
convergencia de palabras, sonidos e imágenes. Estamos llamados a comunicj
con nuestro testimonio, compartiendo en las relaciones personales la espl
ranza que habita en nosotros. No podemos diluir los contenidos de nuestra i
sino encontrar nuevos modos para manifestarla en toda su plenitud. Estamj
obligados a mostrarnos a nosotros mismos de tal modo que invite a los otros
que compartan nuestras ideas con sus amigos y «followers». Tenemos la necj
sidad de valorizar las «voces» de muchos católicos presentes en los blogs, a fl
de que puedan evangelizar, presentar la enseñanza de la Iglesia y respond!
a las preguntas de los otros. Pienso en la Iglesia que está llamada a instauri
un diálogo respetuoso con todos, a dar a todos razones de la esperanza qi
lleva en el corazón.
Claudio M. Celli, XIII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, j
7-28 de octubre de 2012 j
Los aspectos positivos de la comunicación
f
Los medios de comunicación pueden ayudar a que nos sintamos más
......
"ios los unos de los otros, a que percibamos un renovado sentido de uni-
*h"l do la familia humana que nos impulse a la solidaridad y al compromiso
IMIIO por una vida más digna para todos. Comunicar bien nos ayuda a cono-
mejor entre nosotros, a estar más unidos. Los muros que nos dividen
«MI,miente se pueden superar si estamos dispuestos a escuchar y a aprender
ho, unos de los otros. Necesitamos resolver las diferencias mediante formas
*l«* dialogo que nos permitan crecer en la comprensión y el respeto. La cultura
did oncuentro requiere que estemos dispuestos no solo a dar, sino también a
ib" de los otros. Los medios de comunicación pueden ayudarnos en esta
t iiii'it, especialmente hoy, cuando las redes de la comunicación humana han
»ili .in/,ido niveles de desarrollo inauditos. En particular, internet puede ofre-
m.iyores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es
*lií«* bueno, es un don de Dios... Gracias también a las redes, el mensaje cris-
.....
..puede viajar «hasta los confines de la tierra» (Hch 1,8). Abrir las puertas
»*•' l.i*. iglesias significa abrirlas asimismo en el mundo digital, tanto para que
‘•i M.i'uie entre, en cualquier condición de vida en la que se encuentre, como
que el Evangelio pueda cruzar el umbral deltemplo y salir al encuentro de
i'niuv Estamos llamados a dar testimonio de una Iglesia que sea la casa de to-
.somos capaces de comunicar este rostro de la Iglesia? La comunicación
MiMinbuye a dar forma a la vocación misionera de toda la Iglesia; y las redes
•••les son hoy uno de los lugares donde vivir esta vocación redescubriendo
b» belleza de la fe, la belleza del encuentro con Cristo. También en el contex-
'b* l.i comunicación sirve una Iglesia que logre llevar calor y encender los
nl.l/ones.
IIH
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P4|M 11ancisco, Mensaje para XLVIll Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales,
H iln i'iiero de 2014
- Las grandes posibilidades
de la comunicación
Hoy, que las redes y los instrumentos de la comunicación humana han alcanz:
do desarrollos inauditos, sentimos el desafío de descubrir y transmitir la mísi
ca de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los braze
de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertir
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