Jesús enseña a sus discípulos que aquellos que lo aman guardarán sus palabras y Dios los amará. El amor verdadero se basa en escuchar la palabra de Jesús y vivir de acuerdo con su enseñanza. El amor que Jesús muestra revela el amor de Dios, y Dios habita en aquellos que aman a Jesús y guardan sus palabras.