La educación es un derecho fundamental consagrado en la Constitución con cinco componentes: disponibilidad, acceso, permanencia, calidad y libertad. La educación debe ser pertinente a los entornos donde viven las personas y no homogeneizarlas. La calidad educativa se basa en la eficacia y eficiencia, y su objetivo es transmitir códigos culturales básicos y capacitar a los estudiantes para la participación democrática y ciudadana fomentando valores como la solidaridad y respeto a las diferencias.