El documento contrasta el paradigma racionalista con las teorías postracionalistas. Resume que el racionalismo se basa en el conocimiento científico y la razón, mientras que las teorías postracionalistas critican esta visión como autoritaria y rígida, proponiendo en cambio un enfoque más holístico e integral centrado en las emociones y la intuición. Finalmente, identifica algunos nudos críticos de las teorías postracionalistas como su énfasis en el individualismo y la subjetividad por encima de la participación social