El documento discute la importancia de la educación intercultural y el papel de la enseñanza de idiomas extranjeros en fomentar la diversidad cultural. Propone que los docentes aborden la enseñanza desde una perspectiva formativa que integre los valores culturales y permita a los estudiantes analizar y apreciar diferentes realidades socioculturales. También enfatiza la necesidad de ver la interculturalidad como un intercambio de conocimientos que promueva el aprendizaje mutuo a través de la comunicación.