1. UNA EDUCACIÓN PERTINENTE EN BOGOTÁ PARA SUPERAR LA
MENTALIDAD DE POBREZA EN ALGUNAS COMUNIDADES DE CIUDAD
BOLÍVAR
Cecilia Guzmán Lamprea
Estudios de Magister. U de Chile. 2011.
¿Cómo erradicar el sentido y la visión sesgada de la pobreza como marca etnográfica?
Después de varios años de trabajo como docente y directiva docente en dos
colegios de Ciudad Bolívar de Bogotá, me pregunto qué es la pobreza, referida
a la Localidad de Ciudad Bolívar y cómo rescatar los valores de la dignidad
humana para superarla, tanto en los habitantes de este sector, como en el
concepto universal.
Para el efecto, quiero hacer resaltar que la riqueza humana no se puede
traducir ni generalizar por el dinero, la habitación ni otros factores con los que
se mide a la gente. Tampoco, por la visión de un solo prototipo y modo de vivir
de algunos de sus habitantes. La generalización es injusta y rotula a todo tipo
de personas que residen en determinados sectores, lo cual me parce que es
una clase de discriminación.
En cuanto al apelativo de “pobres”, he llegado a la conclusión de que la pobreza
es un concepto que lleva a asumir actitudes, las que, en mi parecer, perjudican
el desarrollo ético del comportamiento de la mayoría de los beneficiarios de
programas que el gobierno y diferentes entidades han emprendido para
superarla.
Por una parte, me parece necesario aclarar que la mayoría de los habitantes de
la Localidad 19, Ciudad Bolívar, una de las 20 que tiene Bogotá, proceden de
diferentes regiones y estratos sociales del país, que migraron de sus tierras y
pertenencias por diferentes causas, una de ellas la violencia que los alzados en
armas han realizado en una guerra sin cuartel sin detractores conocidos, ya que
la mayoría de los insurgentes se ocultan tras de una máscara. Es preciso decir,
que también en la Localidad residen personas que han nacido y tienen tradición
bogotana.
Bogotá, Distrito Capital, ciudad en crecimiento continuo e insospechado, es una
ciudad generosa. A todos recibe, porque su extensión es muy grande y abarca
una parte considerable de territorio, que se extiende hasta el Sur de
Cundinamarca y limita con los departamentos de Huila, Tolima y Meta.
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2. Bogotá, ciudad de todos, recibe generosa a los inmigrantes e incorpora a las
nuevas familias a su tradición y cultura. Poco a poco legaliza los terrenos de
invasión y los acoge en su plan de urbanismo con todas las ventajas de la
ciudad, en servicios públicos, urbanismo y transporte.
En cuanto a educación, provee del establecimiento y administración de edificios
para escuelas que se van oficializando desde la propuesta y solicitud de las
comunidades, para oficializar la enseñanza, dotar de maestros y recursos
mínimos, mejorar la infraestructura y ofrecer los beneficios que otros colegios
disfrutan de acuerdo con los avances en la prestación de este servicio social.
Si bien es cierto que muchas personas de Ciudad Bolívar llegaron sin
documentos, sin bienes, sin experiencia de lo que es la vida en la ciudad, no
todos los habitantes de Ciudad Bolívar, como se dijo antes, tienen este origen.
Pero la idea que prospera y se difunde es que esta zona está habitada por
“gente pobre”. Entonces, tanto el gobierno como entidades nacionales e
internacionales, han organizado grupos de apoyo y programas para erradicar la
“pobreza” en este sector de la ciudad capital.
Me referiré, a continuación, a lo que me preocupa de esta “gente pobre”.
A nivel oficial, en el Plan Sectorial de educación de Bogotá (2008-2012), se han
incluido programas para ayudar a los estratos “menos favorecidos de la ciudad”.
Entre ellos, se encuentran: 1) Acceso y permanencia para todos y todas. Se
desarrolla a través de los siguientes proyectos: a) Jóvenes con mayores
oportunidades en Educación Superior: financiación de los jóvenes para
cursar educación técnica, tecnológica y universitaria. No sólo se consiguen los
cupos. También hay fondos para la Financiación de la Educación Superior de
los mejores bachilleres de Bogotá en estudios técnicos, tecnológicos y
profesionales, y a través de becas por parte de universidades privadas,
convenios con las cooperativas y subsidios condicionados. Su objetivo es
apoyar a 30.000 estudiantes (por año o por los cuatro años de la vigencia),
jóvenes de estratos 1, 2 y 3 para ingresar al sistema de Educación Superior y
articular la Educación Media con la Superior en programas de educación. En
este programa ya están vinculados 60 colegios. (Cfr. Plan Sectorial de
Educación de Bogotá, 2008-2012, pg 85-86). b) Familias en Acción: sostenido
por un plan de apoyo de los E.U. da un subsidio mensual por estudiante
matriculado para que asista regularmente a clases. Otros programas del
Distrito, relacionados con este propósito, son: dotación de uniformes, de útiles
escolares, de distribución diaria de refrigerios, rutas de transporte escolar gratis.
Desde hace dos años, en Bogotá, se estableció la gratuidad del estudio de 0º a
Grado 11º. Todo esto para facilitar la escolaridad y la permanencia de los
estudiantes en la Escuela. c) Por otra parte, también hay subsidios, para estos
estratos, para pago de servicios públicos. Esto supone que los padres de familia
deben enviar sus hijos al colegio sin mayor dificultad.
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3. A pesar de todos estos apoyos, de acuerdo con mis observaciones personales,
en doce años que he venido trabajando como docente y Directiva Docente en
esta zona, la situación sigue igual para esos grupos sociales. Entonces, me
pregunto: ¿se están cumpliendo los propósitos del gobierno de erradicar la
pobreza? ¿Qué faltaría adecuar, administrativamente para que la población que
cubre esta parte del territorio de la ciudad de Bogotá alcance mejores niveles de
vida?
Es de suponer que los fondos de subsidios pueden agotarse y los programas
suspenderse en consideración a otros problemas emergentes, como los que se
han presentado en los últimos meses por razón de las lluvias copiosas que han
producido desastres en varias partes de la ciudad de Bogotá, incluso en Ciudad
Bolívar y en 28 de los 33 Departamentos Administrativos en que está dividido el
país. En caso de suspenderse estos auxilios ¿están preparados estos
ciudadanos para asumir su autosostenimiento? ¿Cuál es el tope de duración de
estos apoyos?
No me parece suficiente que la concepción de “pobreza”, estimule a los
usuarios para que lleguen a elevar su nivel de vida. Parece que tampoco, la
mayoría reconoce los esfuerzos que se han hecho para beneficiarlos ni se
observa que ellos hayan producido opciones de cambio en su mentalidad.
Siguen siendo “pobres” y actuando como “pobres”. A pesar de estar recibiendo
varios de los beneficios que anteriormente se han mencionado, continúan niños
vendiendo dulces o pidiendo dinero en los buses mientras algunos de los
padres esperan en la casa que ellos les lleven el producto del día.
Otra circunstancia, que me causa dolor, es ver cómo, en muchos colegios,
algunos niños emplean el refrigerio para jugar: hacen guerra con las bolsas del
jugo a ver quién moja más al otro, aunque muchas veces llegan al colegio sin
desayunar. Sin embargo, cuando se hizo una encuesta entre los estudiantes de
varios colegios y se les preguntó por qué asistían al colegio, la mayoría
respondió: “por el refrigerio”.
Otros datos. En el barrio Veinte de Julio y la Sociedad de San Vicente de Paúl
en muchos otros barrios, esta clase de familias cuentan con un mercado
mensual. En un video que testimonia un joven colombojaponés de que en
Ciudad Bolívar no hay “pobres” porque los niños de muchas de esas familias
reciben más regalos en navidad que los que se consideran ricos;
define que la riqueza de esta gente está en su calor humano, solidaridad, cariño
y nobleza para compartir lo que tienen, aspectos que no poseen la mayoría de
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4. las personas y grupos de los países que se consideran industrializados o del
primer mundo. La creatividad y la recursividad son elementos de un ingenio
superior. Muchos de los padres de este estrato, se dedican al reciclaje.
Si hacemos cuentas, algunas de estas familias ganan más de un mínimo. Pero,
continúan considerándose pobres. No hay duda de que hay verdaderos
necesitados, pero también hay muchos que se aprovechan de los programas.
Las ventajas de vivir en este sector son muchas, empezando porque “son más
baratos los arriendos y los servicios”.
Pero se requiere formar una cultura contra el concepto de “pobreza”. Es urgente
educar para considerar una nueva cultura en esta población para que valore y
se enorgullezca de lo verdaderamente rico de este conglomerado humano.
Un aspecto altamente significativo es que se siembre en la conciencia de cada
persona, el valor del estudio y de la cultura, para que sepan disfrutar y
aprovechar las becas de estudio superior que se ofrecen a los estudiantes
mejores calificados en las Pruebas del ICFES, para cursos especiales. Por
desconocimiento de la utilidad de la profesionalización, la mayoría de los
estudiantes beneficiados no van a los cursos o los abandonan en los primeros
días (Colegio Canadá 2008).
Me parece, por otra parte, que a grupos de estudiantes notables en su
rendimiento académico se deben llevar a otros departamentos, a otros
programas aún en el exterior, para que aprendan a desempeñarse como
representantes de bogotanos ilustres e ilustrados que van a hacer el cambio de
mentalidad y de crecimiento social.
Ante todo esto, me pregunto y cuestiono a la sociedad: ¿Qué deberíamos hacer
para que la gente que se beneficia con estos programas, un día puedan
renunciar a ellos porque ya son autosuficientes? Creo que para recuperar la
autoestima y deseo de independencia económica, al acceder a cualquier
programa de ayuda se debería comprometer a devolver el servicio cuando haya
superado su necesidad. Esto sería uno de los puntos de educación ciudadana y
de solidaridad para que la gente se autoimpulse a abastecerse de lo necesario
para llevar una vida digna a la que aspira con libertad y se motiva hacia el logro
de su superación personal para su propio crecimiento. Esto podría ser una
solución para no depender del paternalismo a que se han acostumbrado, ya
que este puede dejar “de ser” por diferentes circunstancias.
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5. Al establecer normas administrativas, cada beneficiario al sentirse responsable
de “retribuir”, de alguna forma, el beneficio que recibe para su educación-
formación personal, tendrá que elaborar un “plan de vida”; partirá del
descubrimiento de sus habilidades, capacidades y posibilidades de educación
con un enfoque de autoabastecimiento como “creador de riqueza”. Esto
generará un nuevo concepto para enfocar otras actividades que no dependan
de “esperar que llegue el beneficio” sino que se trabaje por conseguir lo
indispensable para él/ella y su familia. Una cosa es el apoyo y otra, la
dependencia.
Contrario a lo que la mayoría de la gente piensa, el trabajo para satisfacer
necesidades inmediatas, para buscar sólo dinero para financiarse, no saca de la
pobreza. Tan pronto se gana la suma de dinero que sea, se va en cubrir
necesidades cotidianas. Este afán no permite programar ahorro, limitar los
gastos, tener visión de futuro ni prospectiva de autosuficiencia.
De acuerdo con equidad y circunstancias, es probable que seguirá llegando
gente a Bogotá. Según datos recientes se sabe que diariamente llegan más de
2.000 personas en busca de trabajo, de vivienda, de oportunidades. Se
pronostica que en el futuro habrá más megaciudades.
Para que la ciudad pueda ofrecer beneficios a todos, se requiere que todos los
que estén en edad productiva, trabajen y aporten a Bogotá. De lo contrario,
ninguna administración puede satisfacer la demanda de vivienda, escuelas,
servicios educativos, de transporte, de trabajo y de mejoramiento social.
Entonces, por consenso y con las herramientas pedagógicas y administrativas
necesarias, Bogotá creará conciencia bogotana para los bogotanos: los que han
nacido aquí, los que han llegado, los que vienen, los que pasan, los que se
quedan y los que se van. Las normas se encaminarían a crear una conciencia
ciudadana, un sentido de pertenencia a la Capital de Colombia, un código de
buen vecino para la convivencia, para que su gente, toda la que comparte el
espacio y bienes que se llaman Bogotá, se sienta bogotana y piensen y obren
como ciudadanos de bien, punto indispensable de esta sociedad.
Sólo afianzando la identidad citadina de bogotano amable, culto, solidario,
ilustrado, actualizado, honesto y eficiente, como ha sido la tradición de esta
ciudad desde antes de la llegada de los españoles, Bogotá será mejor.
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6. Para ello, se requiere diseñar una cultura ciudadana de Bogotá cosmopolita,
crear, a través de la Escuela, la Prensa, la Radio, la T.V. y los diferentes medios
de que la Iglesia, y la Sociedad disfrutan, conciencia de pertenencia a Bogotá,
orgullo de bogotanismo histórico, de autoestima individual, familiar y de
Localidad (en principio) para extenderlo luego a la ciudad, al Departamento y al
país. Es preciso ampliar el concepto de patria hacia globalidad de lo colombiano
para la comprensión de los diferentes puntos de vista de las culturas originarias
de las familias, de las regiones, de los diferentes puntos de la tierra de donde
vienen los migrantes a disfrutar de nuestra ciudad.
Deben caracterizarse parámetros de urbanidad además de impulsar la
profundización del saber científico, el asimilarse, a grupos de investigadores y
creadores de herramientas y proyectos para dar realce a las soluciones propias
de sus problemas cotidianos. Proponerse y proponer, erradicar el concepto de
“pobreza” que minimiza la personalidad y autenticidad de bogotanos ilustres.
El interés por el dinero y la prosperidad debe apoyarse en lo autosuficiente del
desempeño honesto y profesional en cualquier rama de la ciencia, de la técnica,
la tecnología, la industria, la agricultura, el arte y la convivencia social. Se ha
comprobado que el “sentido de marginalidad por pobreza” abunda en sectores
de marginalidad e ignorancia por falta de escolaridad e investigación
permanente.
Se debe motivar, en cada habitante de la ciudad, el estudio y la formación
integral, como bases de la autopreparación para ubicarse en un mundo con
mejor calidad humana y un alto nivel de vida, con honestidad, profesionalismo,
transparencia y utilización de actualizadas tecnologías, según afirma el Dr.
Alejandro Tovar, excalde de La Calera. Estas son las bases de un buen
desempeño. La mejor herencia que se le puede dejar a un hijo, a un miembro
de la sociedad, es su educación para que asuma su propia satisfacción de las
necesidades básicas: alimentación, vestido, habitación, trabajo y educación-
actualización laboral permanente.
Es urgente, educativa y promocionalmente, dar a todos los bogotanos una
información permanente para que se valore la ciudad en sus aspectos positivos.
Todo ciudadano debe conocer y apreciar los esfuerzos que las diferentes
administraciones han hecho para modernizar la ciudad, catalogada “Capital de
la Cultura Latinoamericana” que, por su importancia, urbanismo y cultura, es el
centro de la vida de la nación colombiana.
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7. La ciudad de Bogotá, es una vitrina del mundo. Aquí se encuentran grupos de
personas procedentes de todas las latitudes, no solo de Colombia. También del
mundo.
Entonces, ¿cómo sería el procedimiento para erradicar el sentimiento de
“pobreza” y no continuar la vida de “pobreza” con que se rotulan algunos
sectores, entre ellos, Ciudad Bolívar?
Lo primero que se necesita saber es que piensan las personas beneficiadas y
que en el transcurso del tiempo, no han mostrado ningún progreso económico
notorio.
En muchos casos, se observa que en algunas de estas familias, las jóvenes
adolescentes resultan embarazadas y buscan de nuevo, para su nueva familia,
el auxilio gubernamental.
Se debe crear conciencia en los beneficiarios del costo que tiene el beneficio
que reciben y cuanto le cuesta al gobierno. Si una persona conoce cuanto se
invierte en ella, puede reconocer la importancia de valorar lo recibido y cuidarlo.
Las cosas no se deben entregar sin ningún esfuerzo: las personas beneficiadas
deben realizar algún proyecto para recibir beneficios (algo parecido a lo que
realiza IDIPROM con algunos de sus programas, como asignar a personas
beneficiarias de su programa, trabajos como monitores de rutas escolares)
Si un estudiante se matricula en un colegio y no cuida el mobiliario, debe
responder por él y no esperar a que "otro" reponga el daño causado por él. A lo
que hago referencia es que es importante que los usuarios de los auxilios de
toda índole que puedan recibir deben saber el precio, comprometerse a pagar
como retribución a la sociedad; responder por daños y descuidos en servicios
recibidos, ya que el primer afectado, es él mismo y merecer una sanción.
En algunos colegios se han implementado estrategias para crear sentido de
pertenencia y colaboración para el mantenimiento de algunos espacios. Por
ejemplo, el colegio aporta la pintura y los padres pintan. En ocasiones
especiales se realizan campañas de ornato, para las cuales, las primeras
personas que se involucran son las personas beneficiadas. Esto debe
considerarse parte del trabajo de retribución. Por el esfuerzo y tiempo que
aportan, aprenden a valorar lo que se hace y se preocupan porque otros no
dañen lo que se hace.
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8. Es conveniente hacer reflexiones y ejercicios para que cada persona de la
comunidad valore lo que tiene y, además, busque un medio honesto para
mejorar su calidad de vida.
Se puede utilizar un espacio dentro de las clases de Democracia, para hablar
de los beneficios que la ciudad y el Estado ofrecen. Se requiere capacitar-
concientizar a los maestros, para que no se dediquen a hablar mal del gobierno,
para que diseñen modelos pedagógicos dentro del programa Bogotá una gran
escuela del Plan Sectorial de Educación, observar videos de otras partes del
mundo, hacer conversatorios para comparar la cultura ciudadana de otras
partes con la de nuestra ciudad, (como lo hace el colombo-japonesito) Y tener
una mamá, una maestra, o amigo, que permita soñar con una ciudad en paz y
una vida mejor. En nuestro mestizaje, tenemos las posibilidades y habilidades
para crear y sostener mejor nivel de vida de manera honrada.
Cecilia Guzmán Lamprea
Coordinadora- Colegio Ciudad Bolívar
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