El documento propone adoptar un enfoque más lento y relajado en la educación para respetar el ritmo natural de aprendizaje de los niños. Argumenta que actualmente se presiona demasiado a los niños para que aprendan a un ritmo acelerado como los adultos. En su lugar, defiende que los niños deben poder aprender a través de la experiencia y el juego libre según su edad y capacidades cognitivas, en lugar de seguir libros de texto al pie de la letra.