La tecnología EM fue desarrollada en la década de 1980 por el Dr. Teruo Higa para mejorar la agricultura. Desde entonces, se ha investigado y aplicado en más de 80 países para usos agrícolas y ambientales. EM contiene microorganismos benéficos como bacterias, levaduras y hongos que secretan sustancias para mejorar la calidad del suelo y promover el crecimiento de cultivos de manera sostenible.