Este documento discute la necesidad de mejorar la eficiencia del sistema de salud español debido a la crisis económica. Propone tres líneas de acción: 1) prevenir enfermedades a través de la salud pública y la atención primaria, 2) aumentar la productividad reduciendo el absentismo y mejorando el rendimiento del personal, y 3) racionalizar los procesos clínicos y las tecnologías para ahorrar costos sin comprometer la calidad de la atención.