El documento analiza la cohesión en el texto "Palabras" de Juan José Millás, comparando las palabras con insectos y la lexicografía con la entomología. Usa mecanismos como la deixis y la elipsis para evitar repeticiones, reemplazando palabras con pronombres o eliminándolas. También emplea marcadores como "pero" para contrastar ideas y "pues" para indicar consecuencias.
5. PRIMER PÁRRAFO
Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para
conocernos mejor. Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que
segregan ideas como las serpientes veneno o las abejas miel. El entomólogo de las palabras es el
lexicógrafo, al que no es raro ver en las esquinas armado de una red con la que atrapa voces que
luego ordena, al modo de una colección de insectos, en el interior de un volumen. La diferencia entre
el diccionario y las cajas de escarabajos atravesados por un alfiler es que en un buen diccionario de
uso las palabras se mantienen vivas. Las hay con cabeza, tórax, y abdomen, o con caparazón, artejos,
aguijones y labros. Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio de las
faldas dejan ver esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las
mujeres y los hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Palabras y voces son sinónimos,pues ambas significan lo mismo.
6. SEGUNDO PÁRRAFO
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada
consiguen atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos
instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser
alumbradas. Muchas solo nacen para fecundar el lenguaje, por el que son devoradas una vez
cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber sido encerradas dentro de
una definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando vuelves a
usarlas no tienen sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
Viven y desaparecen funcionan como antónimos
Alumbradas y nacen funcionan como sinónimos
Encerradas y escapa funcionan como antónimos
7. TERCER PÁRRAFO
Un diccionario, pues, viene a ser un terrario en el que en lugar de ver salamandras o ranas o
tritones vemos la palabra salamandra, la palabra rana, la palabra tritón, incluso la palabra palabra,
mostrándonos sus hábitos significativos o formales, sus articulaciones, su extracción social, sus
intereses. Aguilar acaba de publicar el de Manuel Seco, que constituye hoy por hoy el mejor
zoológico de términos vivos conocido. Al recorrerlo, uno se da cuenta de que estamos hechos de
palabras,como La Biblia o El Quijote, a cuyo lado, en todas las casas,debería haber un diccionario.
Tal vez se podría establecer une relación de sinonimia contextual entre diccionario y zoológico de
términos vivos,pues en ambos casos se hace alusión al diccionario
8. PUNTO DE PARTIDA:LAS PALABRAS CLAVE (GENERALMENTE PRESENTES EN ELTEMA)
Se defiende que“las palabras son también formasbiológicas” →
comparación entre lexicografía y entomología,entre las palabras y los insectos
Lexicografía / Palabras Entomología / Insectos
9. Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para conocernos
mejor. Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que segregan ideas como las
serpientes veneno o las abejas miel. El entomólogo de las palabras es el lexicógrafo, al que no es raro
ver en las esquinas armado de una red con la que atrapa voces que luego ordena, al modo de una colección de
insectos, en el interior de un volumen. La diferencia entre el diccionario y las cajas de escarabajos atravesados
por un alfiler es que en un buen diccionario de uso las palabras se mantienen vivas. Las hay con cabeza, tórax, y abdomen,
o con caparazón, artejos, aguijones y labros. Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio
de las faldas dejan ver esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las mujeres y
los hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada consiguen atravesar la
barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y
otras desaparecen a las 24 horas de ser alumbradas. Muchas solo nacen para fecundar el lenguaje, por el que son
devoradas una vez cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber sido encerradas dentro de una
definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando vuelves a usarlas no tienen
sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
Lexicografía / Palabras Entomología / Insectos
10. Las hay con cabeza, tórax, y abdomen, o con caparazón, artejos, aguijones y labros.
Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio de las faldas dejan ver
esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las mujeres
y los hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Partes de un insecto
11. PASAMOS AHORA A LOS
MECANISMOS SINTÁCTICOS
Nos vamos a centrar en primer lugar en la deixis (anáforas y catáforas) y en la elipsis. Recuerda
que ambos mecanismos evitan la repetición de una misma palabra,pero…
… en el caso de la deixis → la repetición se evita sustituyendo palabras por
pronombres,
mientras que…
…en el caso de la elipsis → la repetición se evita eliminando la palabra porque es fácil
sobrentenderla.
12.
13. PRIMER PÁRRAFO
Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para
conocernos mejor. Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que
segregan ideas como las serpientes veneno o las abejas miel. El entomólogo de las palabras es el
lexicógrafo, al que no es raro ver en las esquinas armado de una red con la que atrapa voces que
luego ordena, al modo de una colección de insectos, en el interior de un volumen. La diferencia entre
el diccionario y las cajas de escarabajos atravesados por un alfiler es que en un buen diccionario de
uso las palabras se mantienen vivas. Las hay con cabeza, tórax, y abdomen, o con caparazón, artejos,
aguijones y labros. Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio de las
faldas dejan ver esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las
mujeres y los hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Muchas y las son dos pronombres que sustituyen a palabras.Como palabras ya salió con anterioridad,
estamos ante una anáfora o deixis anafórica.
14. SEGUNDO PÁRRAFO
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada
consiguen atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos
instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser
alumbradas. Muchas solo nacen para fecundar el lenguaje, por el que son devoradas una vez
cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber sido encerradas dentro de
una definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando vuelves a
usarlas no tienen sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
Algunas,otras y muchas son pronombres que se refieren a palabras.Son anáforas.
Les y las son pronombres que se refieren a voces.Son dos anáforas más.
Uno es un pronombre que sustituyena sentido.Una vez más es una anáfora.
15. SEGUNDO PÁRRAFO
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada
consiguen atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos
instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser
alumbradas. Muchas solo nacen para fecundar el lenguaje, por el que son devoradas una vez
cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber sido encerradas dentro de
una definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando vuelves a
usarlas no tienen sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
las palabras
Como no hacía falta volver a repetir“las palabras” porque se sobrentendía,el autor decidió quitar ese
sintagma,esto es,elidirlo.Se trata de una elipsis.
16. TERCER PÁRRAFO
Un diccionario, pues, viene a ser un terrario en el que en lugar de ver salamandras o ranas o
tritones vemos la palabra salamandra, la palabra rana, la palabra tritón, incluso la palabra palabra,
mostrándonos sus hábitos significativos o formales, sus articulaciones, su extracción social, sus
intereses. Aguilar acaba de publicar el de Manuel Seco, que constituye hoy por hoy el mejor
zoológico de términos vivos conocido. Al recorrerlo, uno se da cuenta de que estamos hechos de
palabras,como La Biblia o El Quijote, a cuyo lado, en todas las casas,debería haber un diccionario.
diccionario
Nos encontramos conuna nueva elipsis.Como no hace falta volver a repetir la palabra diccionario,el autor
directamente la elidió.
17.
18. Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para conocernos mejor.
Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que segregan ideas como las serpientes
veneno o las abejas miel. El entomólogo de las palabras es el lexicógrafo, al que no es raro ver en las esquinas
armado de una red con la que atrapa voces que luego ordena, al modo de una colección de insectos, en el interior
de un volumen. La diferencia entre el diccionario y las cajas de escarabajos atravesados por un alfiler es que en un
buen diccionario de uso las palabras se mantienen vivas. Las hay con cabeza, tórax, y abdomen, o con caparazón,
artejos, aguijones y labros. Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio de las faldas
dejan ver esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las mujeres y los
hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada consiguen
atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos instantes ante nuestros oídos.
Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser alumbradas. Muchas solo nacen para fecundar el
lenguaje, por el que son devoradas una vez cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber
sido encerradas dentro de una definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando
vuelves a usarlas no tienen sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
Un diccionario, pues, viene a ser un terrario en el que en lugar de ver salamandras o ranas o tritones vemos la
palabra salamandra, la palabra rana, la palabra tritón, incluso la palabra palabra, mostrándonos sus hábitos
significativos o formales, sus articulaciones, su extracción social, sus intereses. Aguilar acaba de publicar el de
Manuel Seco, que constituye hoy por hoy el mejor zoológico de términos vivos conocido. Al recorrerlo, uno se da
cuenta de que estamos hechos de palabras, como La Biblia o El Quijote, a cuyo lado, en todas las casas, debería
haber un diccionario.
Con pero se establece un contraste entre la idea anterior y la que introduce.Por
eso podemos considerarloun marcador de oposición o contraste.
Con pues se introduce la consecuenciade lo anterior (lo anterior sería la causa).Fíjate en que lo podríamos
sustituir por en consecuencia. Por tanto,es un marcador de consecuencia.