1. Materia: Semillero de TeologíaProfesor: Juan Alberto CasasAlumno: Milton CamargoFecha: 12 abril de 2010. <br />¿Cómo se ha entendido el hablar-actuar de Dios en el oriente cristiano y qué puede aportar a la compresión de la teología del occidente?<br />Al iniciar esta reflexión en torno a cómo se ha comprendido el actuar-hablar de Dios en el cristianismo del oriente y lo que puede aportar a la teología occidental, ya que a pesar de que se habla de un mismo Dios, los procesos de comprensión y revelación, son diferentes, parece ser que Dios se devela al hombre siempre de manera diferente y, de hecho hay que tener presente la singularidad del hombre, como un ser único e irrepetible; tal vez desde este punto de vista se pueda comprender que Dios no desea uniformidad en toda la humanidad, pareciera que a Él le agrada la diversidad y así lo demuestra en su creación misma, donde hay similitud, semejanza en lo que crea, pero no igualdad.<br />Desde esta perspectiva ahora trataremos de comprender el hablar y actuar de Dios en el Oriente, en la que su manifestación y la compresión que tienen no es la misma que el Occidente, pues “no se puede oprimir perpetuamente la fe y la cultura de un pueblo profundamente religioso”, es decir, aunque se intente buscar uniformidad en las creencias, siempre surge el interior del hombre la manifestación de Dios fruto de una fe, en la que sus experiencias son diversas e incluso los mismos conceptos y categorías de Dios no son las mismas para cada uno.<br /> <br />Por estas razones hoy se hace necesario, respetar y valorar la otras religiones y no colocar la Iglesia católica como absoluto y como único camino que conduce a Dios, hoy fundamental el diálogo ecuménico que ya se ha venido dando, en especial con el cristianismos del oriente; de esta forma al buscar comprender el actuar de Dios en el oriente, se hace necesario tener como punto de partida que para realizar un acercamiento y un verdadero diálogo ecuménico entre la iglesia de Oriente y de Occidente, hay que reconocer que cada una ha desarrollado espiritualidades diversas, en la que hay un desconocimiento mutuo, con tendencia a oponerse entre ellas cuando en verdad lo que debería darse es una complementariedad.<br />Así, lo presenta Paul Evdokimov en su síntesis de del espíritu de la ortodoxia en la que hace una comparación entre la teología del Oriente y de Occidente, en las que hay diferencias marcadas, por ejemplo el oriente conserva la fuente bíblica, la patrística y mística, mientras que occidentes se inclina por el método analítico y la razón, hay un afán por definir, fijar conceptos y en oriente esta no es su preocupación, hay una inclinación mayor hacia el platonismo y en el Occidente más por el aristotelismo. Se puede decir que en el Oriente hay un mayor deseo por vivir una experiencia de Dios en su interior, en la que lo importante no es tratar de realizar una comprensión conceptual del misterio de la divinidad, lo importante es vivirlo, aquí, hay una unión entre teología y espiritualidad, la teología es una doxología de contemplación y adoración, esto toca la interioridad del hombre, por esta razón, esta teología es más mística que racional; es el fruto de una experiencia espiritual, aquí lo que importa no es la creación de conceptos, pues como lo afirma Gregorio de Nisa, “sólo la admiración capta algo”. <br />Hoy para entrar en una verdadera experiencia religiosa en la teología, es necesario hacer un proceso de conversión (metanoia) de la inteligencia, es disponer de cierto modo más el corazón que la mente, por ello gracias al bautismos la razón debe morir, cuando solo se empeña en buscar razones y efectos; por lo tanto la razón debe renacer de nuevo en la que no se busca la demostración, sino el amor. Este es un nuevo modo de hacer teología que puede aportar al occidente y la puede complementar, pues en ellas se está manifestando el actuar y hablar de Dios, se puede afirmar que, donde las dos se fusionaran, las comprensiones teológicas de las iglesias de Oriente y de Occidente tal vez, el actuar y hablar de Dios fuera más pleno, pero esto es solo una hipótesis, que por cierto podría ayudar mucho al occidente.<br />La teología del Oriente, se consagra más como una teología apofática en la que al momento de hablar de Dios hay “una ignorancia total y es la vía perfecta que corresponde a Dios, que es incognoscible por naturaleza, que está más allá de todos los seres, que es trascendente, oscuro, tenebroso por exceso de luz…”. Quizás, eso es lo que el Occidente ha olvidado en su teología catafática o positiva, en la que se cree tener un concepto de Dios, aunque equivocado en ocasiones, así se establecen los dogmas que colocan limite a la razón, son fruto de una experiencia espiritual de una comunidad y se lleva a la liturgia en forma simbólica o de alabanza en la que Dios actúa y habla al hombre desde sus realidades concretas.<br />Con el método catafático o positiva, se afirma algo de Dios, pues se considera como revelado por Él, se admite que se puede llegar a cierto conocimiento de Dios con las facultades naturales, en este método se accede a Dios a partir de su teofanía en la creación, en la historia y en Cristo como culmen de la revelación de Dios, en la que la escritura, iglesia, liturgia, sacramentos etc., son símbolos mediante los que Dios llega al hombre y este se une a Él.<br />Finalmente se puede concluir que la manifestación de Dios en el mundo es de modo diverso y cada cual la vive de un modo concreto esta experiencia de Dios, además hoy es necesario el dialogo ecuménico en el cristianismo (Oriente y Occidente), en la que es fundamental reconocer la ignorancia simultanea mutua y en la que el desarrollo de sus teologías es diferente, pero podrían complementarse, aportando cada cual una riqueza incalculable y tal vez la revelación de Dios y su actuar se diera de forma más completa. <br />Se puede afirmar, en Dios su actuar y hablar es diverso y dinámico, la Iglesia muestra un camino para llegar a él, pero finalmente en el interior del hombre mismo está el que Dios pueda actuar en su vida de manera que se refleje en la comunidad y en la realidad en la que se encuentra. No se debe olvidar, que el modo de actuar de Dios en cada historia es de modo comunitario y singular que varia en el dinamismo de la historia. En la actualidad se ha abierto la puerta el diálogo ecuménico, y la forma de hacer teología en Occidente se ha replanteado, se ve la teología del Oriente como algo que puede aportar una riqueza incalculable a la teología Occidental, para que esta sea mucho más contemplativa y espiritual, es decir mística que se complementa con la teología que poseemos, aunque de hecho esto ya se ha venido dando.<br />Para terminar con la reflexión personal de la experiencia personal del misterio y el silencio y la inefabilidad de Dios puedo decir que Dios se ha manifestado como experiencia interior, en la que al hacer una lectura desde la fe de mi historia y experiencia, en ella hay momentos de contemplación en los que uno de alguna forma puede sentir la gracia y el amor de Dios tocando en interior del corazón; estas experiencias las considero de tipo trascendental en las que descubro que en verdad hay un Dios, y que ese Dios me ama. Esta es una experiencia espiritual, de hecho me considero sensible para percibir a Dios en algunos momentos significativos como por ejemplo en la oración o eucaristías, en la que de algún modo la gracia de Dios me toca.<br />Al realizar esta reflexión, descubro que de cierto modo me identificaba y veía que mi experiencia espiritual está marcada más por la teología oriental, aunque no la conozca mucho, pero considero que el acercamiento de Dios en mi vida es más en el plano contemplativo, pues aunque dese pequeño me dieron unos conceptos de Dios, si uno no los vive resultan totalmente vacios; lo que importa es asimilarlo aplicándolo a la vida para darle un sentido pleno.<br />