El aprendizaje ubicuo es aquel que se produce en cualquier
momento y en cualquier lugar debido a las oportunidades que ofrecen las TICs y a la diversidad de dispositivos digitales
móviles que permiten a los alumnos tener acceso continuo a la información. Las empresas pueden utilizar este modelo para
diseñar e implementar programas de capacitación.
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El Aprendizaje Ubicuo
1. EL APRENDIZAJE UBICUO
Fuentes:
Brinnitzzer, E. (2008). El aula: un espacio dinámico facilitador del aprendizaje. Novedades
educativas, Nº 120, pp. 18-22.
Burbules, N. (2011). Aprendizaje ubicuo. Recuperado el 30 de Marzo de 2017 de:
https://www.youtube.com/watch?v=GbWdQCMS4VM
Burbules, N. y Callister, T. (2001). Riesgos y promesas de las nuevas tecnologías de la
información. Barcelona: Granica,
Goldin, D., Kriskautzky, M. y Perelman, F. (Coord.) (2012). Las TIC en la escuela. Nuevas
herramientas para viejos y nuevos problemas. Ciudad de México: Oceano.
Morrissey, J. (2006). El uso de TIC en la enseñanza y el aprendizaje. Cuestiones y desafíos
En: Las TIC: del aula a la agenda política. UNICEF ARGENTINA/IIPE-UNESCO. Sede
Regional Buenos Aires.
Onetto, F. (2008). El tiempo escolar. Novedades educativas, Nº 120, pp. 4-11.
Prensky, Marc. (2001). Digital natives, digital immigrants. On the Horizon. MCB University
Press, Vol. 9 No. 5.
Selwyn, N.; Potter, J. & Cranmer, S. (2010). Primary schools and ICT: learning from pupil
perspectives. London: Continuum International, Publishing Group.
Desarrollo:
El U- learning o aprendizaje ubicuo (Burbules, 2011) es aquel que se produce en cualquier
momento y en cualquier lugar debido a las oportunidades que ofrecen las TICs (Tecnologías
de la Información y la Comunicación) y a la diversidad de dispositivos digitales móviles que
permiten a los alumnos tener acceso continuo a la información (Burbules, 2010). Estos
dispositivos posibilitan la construcción de escenarios de enseñanza cada vez más ubicuos,
permanentes y personalizados. En este contexto, es importante considerar y resolver los
problemas que se presentan debido a las brechas de disponibilidad y acceso a las TIC´s de los
alumnos pertenecientes a clases sociales desfavorecidas.
En la educación presencial, la organización del tiempo y del espacio ocupan un lugar
relevante. En cuanto al tiempo, las instituciones educativas lo consideran como un recurso
limitado y de carácter restrictivo. Esto se evidencia en el diseño curricular donde una de las
preguntas clave es ¿cuándo enseñar?, es decir, en qué espacios temporales van a desarrollarse
los procesos de enseñanza y aprendizaje (Onetto, 2008). En este sentido, se presenta una
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2. tensión entre el tiempo en cuanto a su gestión eficiente por parte de las instituciones
educativas y los tiempos de los sujetos y sus tiempos de aprendizaje. Al respecto, algunos
especialistas se plantean la pregunta: ¿cómo debe ser la organización del tiempo en las
instituciones educativas?. Si bien señalan que es necesario cierta regularidad, estabilidad,
repetición en la organización del tiempo, también hay que contemplar su carácter dinámico y
diverso. En lo referente al lugar, el espacio áulico es el entorno físico privilegiado donde se
desarrollan los procesos de enseñanza y aprendizaje y las interacciones que en él se
desarrollan. De allí la importancia de la organización del espacio para facilitar que el aula se
convierta en un ámbito más favorable para el aprendizaje de los alumnos. Al respecto, no
existe una distribución espacial que sea ideal para todas las estrategias de enseñanza
(Brinnitzer, 2008). En lo referente a la educación virtual (e-learning), la organización del
tiempo y el espacio se relaciona con el concepto de “ubicuidad”. Como señalamos
anteriormente, el aprendizaje ubicuo que es aquel que se lleva a cabo en cualquier momento y
en cualquier lugar a través de la utilización de las TICs
En la actualidad, en algunas instituciones educativas se observa el corrimiento del modelo
tecnológico tradicional, caracterizado por la utilización del laboratorio de informática, al
modelo de “aprendizaje ubicuo”. Por lo tanto, las instituciones educativas deben planificar y
organizar el tiempo escolar de una manera flexible. En lo que respecta al espacio, el
aprendizaje puede realizarse en cualquier lugar con un acceso continuo a la información.
Además, se caracteriza por la interacción en red del docente con los alumnos y de estos entre
sí, lo cual implica repensar las estrategias de enseñanza y aprendizaje.
La implementación del modelo de aprendizaje ubicuo implica un cambio en la distribución de
saberes, lo que plantea desafíos a las instituciones educativas debido a que este contexto de
aprendizaje exige nuevas demandas a los docentes y a los estudiantes. Al respecto, Morrissey
(2006) afirma que el problema que enfrenta la educación en la actualidad es encontrar formas
de incorporar y nivelar las numerosas competencias y metodologías para el aprendizaje
basado en TICs , tanto en los alumnos como en los docentes.
Selwyn, Potter & Crammer (2010) señalan que en las últimas décadas las instituciones
educativas de los diferentes niveles y modalidades fueron incorporando de manera progresiva
las TIC´s con el propósito de mejorar, entre otros objetivos, la calidad educativa. En este
sentido, Goldin et al. (2012) afirman que las TICs han modificado nuestra manera de leer,
escribir, informarnos, construir y participar en el mundo, pero en el ámbito educativo se
presentaron dificultades cuando se las incorporó en las instituciones educativas. Tras el
rechazo y la resistencia iniciales, las TICs se presentan hoy como las herramientas que
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3. podrían resolver los problemas de la educación. Pero esta es un visión simplista de plantear la
relación entre innovación tecnológica y calidad educativa.
Desde la incorporación de las TIC´s en el ámbito educativo, se discute sobre los beneficios y
perjuicios de la utilización de las mismas. Al respecto, Burbules y Callister (2001) señalan
que, como ocurre con cualquier tecnología, las TICs pueden utilizarse de manera correcta o
incorrecta. Entonces, las mismas no pueden clasificarse como “buenas” o “malas” sino que
depende de cómo, quién y con que fines se las utiliza. Su aplicación efectiva requiere de
competencias digitales en el plano instrumental tanto de los alumnos como del profesor y,
además, este último debe adquirir competencias para utilizarlas adecuadamente con el objeto
de promover el aprendizaje de los alumnos.
En las instituciones educativas, la mayoría de los alumnos pertenecen a la categoría de
“nativos digitales”. Es decir, han crecido en un contexto de desarrollo creciente de tecnologías
digitales. Por lo tanto, han incorporado a las mismas al orden natural de las cosas y, por lo
tanto, se vuelven invisibles para ellos (Burbules y Callister, 2001). En cambio, los docentes,
por lo general, son “inmigrantes digitales” y, por lo tanto, deberán adquirir y perfeccionar
competencias digitales no solamente en lo referente al plano instrumental sino también en la
aplicación de las TIC´s con fines pedagógicos. En cuanto a los alumnos, deberán desarrollar
nuevas estrategias de aprendizaje para poder aprender en este nuevo contexto. Burbules y
Callister (2001) afirman que las TICs se han convertido en un problema educativo, pero
también en un desafío, un riesgo, una oportunidad y una necesidad.
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