El primer automóvil con motor de combustión interna fue creado por Karl Friedrich Benz en 1886 en Alemania, y poco después otros pioneros como Gottlieb Daimler y Wilhelm Maybach presentaron sus propios modelos. En 1908, Henry Ford comenzó a producir automóviles en cadena de montaje con su Modelo T, lo que le permitió alcanzar cifras de producción antes impensables. Actualmente, los combustibles más utilizados para automóviles son derivados del petróleo y el gas natural, como la gasolina y el diésel.