Un botón vivía en la camiseta de un bebé, pero la madre lo quitó por miedo a que el bebé se lo tragara. El botón se puso triste por no ver más al bebé y se durmió llorando. Cuando despertó, descubrió que estaba en la camisa de la hermana del bebé y otros botones le dieron la bienvenida, poniéndose contento de nuevo.