1. Chan era una gran neurona, que siempre realizaba su trabajo
perfectamente y en un tiempo récord.
Su labor era transmitir el impulso nervioso desde los receptores hasta
el sistema nervioso central. Tenía muchas compañeras y amigas, y éstas
se ayudaban mutuamente, pues todas participaban en los impulsos
nerviosos.
Por Marta Romero García Rubio
2. Todas las neuronas, tanto las sensitivas, motoras e interneuronas,
pertenecían a Luis, su amo. Él era el dueño de todo, daba las órdenes y
las neuronas le obedecían.
Parecía que todo iba bien, todos estaban contentos y alegres, menos
Chan, que presentía que algo malo iba a pasar. Y así era, no se
equivocaba.
3. Luis era un gran muchacho, pero que se dejaba influir, sobre todo por
sus amigos.
Un día por la tarde todos quedaron para ir a bailar a una discoteca. Luis
se divertía, reía, bailaba ... Pero pronto empezó a tomar cosas malas
para su organismo, sobre todo para las neuronas.
4. Comenzó a fumar, a beber ... y después vinieron las drogas. Desde el
primer momento en que la cocaína entró en su cuerpo, muchas
neuronas empezaron a morir. Todas ellas, presas de pánico,
comenzaron a fallar en sus trabajos. Chan ya no transmitía los
impulsos tan rápido y se sentía mareada. No sabía qué hacer y en ese
momento perdió el conocimiento.
5. Cuando se despertó ya era otro día. Todavía estaba un poco débil, pero
poco a poco se fue recuperando, pues Chan era una neurona
fuerte. Luis se sentía fatal, pero a pesar de ello volvió a quedar con sus
amigos.
6. Chan no sabía qué hacer, y lo primero que se le ocurrió fue intentar
avisar a Luis de los daños que habían producido en él las drogas. Todas
las neuronas colaboraron y, de una manera inexplicable, hicieron llegar
a su amo la noticia.
7. Cuando se encontró con sus amigos les dijo que no iba a tomar nada
más perjudicial para él y les convenció para que hicieran lo mismo.
A partir de entonces quedaban para jugar al fútbol, al ordenador, al
baloncesto ...
8. Todas las neuronas se sintieron orgullosas de sí mismas, pues ninguna
había conseguido antes comunicarse con su amo.
Chan radiaba de felicidad, pero dentro todavía tenía el dolor de la
pérdida de sus amigas.