Este documento resume un artículo sobre la adicción al cerebro escrito por Verónica Guerrero Mothelet. Explica que la adicción es ahora vista como una enfermedad del cerebro en lugar de un problema moral, debido a que las drogas alteran la química y el funcionamiento del cerebro. También describe cómo las drogas interfieren con los neurotransmisores como la dopamina y cómo el cerebro se adapta a altos niveles de dopamina, lo que lleva a la tolerancia y dependencia física. Finalmente, señala que la adolesc

1. Universidad Abierta y a Distancia de México
UnADM
EL CEREBRO ADICTO
Juan José Aguirre Valdez
AS152681507
Curso Propedéutico
Eje 4 Actividad 1 Lectura y escritura exploratoria
Chilpancingo de los Bravo, Gro. a 5 de Junio de 2015.

2. El cerebro adicto
Introducción
Con el objeto de dar cumplimiento a la Actividad 1 Lectura y escritura exploratoria,
correspondiente al Eje 4 del curso propedéutico para el ingreso a la Universidad
Abierta y a Distancia de México, decidí elegir la lectura “El cerebro adicto”, que es
una publicación de la periodista y divulgadora de la ciencia, Verónica Guerrero
Mothelet, a través de la Revista de Divulgación de la Ciencia de la UNAM.
En este artículo se trata el grave problema de salud derivado de la adicción a las
drogas, el surgimiento y uso, las consecuencias y las alternativas de prevención, las
sustancias más conocidas y comunes.
Básicamente mi trabajo es una síntesis de la publicación referida, mi forma de
entender y transmitir el objeto o mensaje en lo subsecuente, así también,
considerando la importancia en lo personal y siendo honesto conmigo y los demás, lo
que yo mismo necesito aceptar e iniciar una vida diferente, tendiente a salir de las
dependencias y buscar otros tipos de recompensa para mi cerebro, esta es una de
las razones que me llevó a elegir este tema.
De antemano agradezco al Docente y compañeros por tomarse la molestia de leer
estas líneas y anticipo también el agradecimiento por la crítica para enriquecer o
mejorar este trabajo considerando que ésta mejoría se reflejará en su servidor.
Desarrollo
Antecedentes
El hombre, el ser humano en general, en la búsqueda de la solución a sus problemas
de subsistencia, víctima del agobio y penas, encuentra en algunas sustancias esa
paz provisional, un relajamiento que momentáneamente lo saca del sufrimiento y le
hace olvidarlo, sin embargo, las consecuencias son desastrosas, de acuerdo con la
publicación de Verónica Guerrero Mothelet, “El objeto de la adicción puede variar,
pero la respuesta conductual es similar, ya que todas estas adicciones provocan la
misma reacción en la química del cerebro”.
Nueva perspectiva

3. De acuerdo con la publicación, 1930 es el parteaguas, antes, el problema de la
adicción se consideraba como un problema moral deficiente, una falta de voluntad,
es después de este año cuando la ciencia atrae el caso y determina que realmente
se trata de un problema de salud física y mental, por lo que se cambia la perspectiva
del problema y en lugar de optar por los castigos como alternativa de solución se
recurre a los tratamientos preventivos y terapéuticos.
La autora se adentra en la investigación y en aras de dar un enfoque sustentado de
lo que hoy se considera como drogadicción , recurre a las aportaciones de los
estudiosos en la materia, cita acertadamente los testimonios vertidos por la Doctora
María Elena Medina Mora Icaza, directora del Instituto Nacional de Psiquiatría
"Ramón de la Fuente Muñiz" (INPRF), quién narra cómo se propició el cambio en la
visión de este problema de salud, a su vez, alude a la investigadora México-
Estadounidense Nora Volkow, quien estudió medicina en la UNAM y es hoy
directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas de Estados Unidos (NIDA,
por sus siglas en inglés), quién observó en imágenes cerebrales la influencia de las
drogas sobre diversas zonas del cerebro y encontró la causa física de la
dependencia de sustancias como la cocaína y los derivados del opio. "Esto nos llevó
a entender por qué los pacientes, aunque quisieran, no podían dejar las sustancias
por sí solos, sino que realmente necesitaban tratamiento", señala la doctora Medina
Mora, agregando que éste fue un indicio importante de que las adicciones tenían
todas las características de una enfermedad. La adicción se considera hoy una
enfermedad del cerebro porque las drogas modifican la química, la estructura y el
funcionamiento de ese órgano.
Efectos de algunas sustancias
En México como casi todos sabemos existen drogas legales e ilegales, la más
común de las legales es la nicotina, la cual se encuentra en el tabaco, cigarros y
puros, es muy adictiva incluso, en lo personal me atrevo a decirlo, más que el
alcohol, ésta trae como efecto o consecuencia el cáncer, enfisema, trastornos
bronquiales y problemas cardiovasculares.
En segundo lugar está el alcohol, los daños físicos son considerables y mortales,
afecta principalmente al hígado y ocasiona trastornos cerebrales.
Consideradas ilegales en México, están la mariguana, inhalables y cocaína, cuyos
efectos y consecuencias son muy similares y convergen en el punto en el que todos
deterioran la calidad de vida de cada individuo y puede concluir con la muerte.

4. Enfermedad crónica
De acuerdo con lo planteado en este segmento, entiendo la definición de enfermedad
crónica por la comparación que se hace con otro tipo de enfermedades similares,
tales como la diabetes inclusive un asma, que existen tratamientos solo para mejorar
la calidad de vida, he dejado tal cual el siguiente párrafo porque me llama mucho la
atención y considero importante como sustento.
"La adicción es una enfermedad que progresa por etapas", puntualiza en entrevista
el doctor Rubén Baler, científico de la salud de la Oficina de Políticas Científicas del
NIDA. Baler explica que en la primera etapa las personas utilizan sustancias para
alcanzar la euforia que brindan, pero este consumo de drogas se convierte muy
rápido en enfermedad en quienes las utilizan en forma crónica. El cerebro empieza a
adaptarse a la sustancia y aparecen los primeros signos de dependencia. He aquí
algunos signos que sugieren adicción: consumir la droga de manera regular,
imposibilidad de dejarla, gastar en droga más de lo que se tiene, extralimitarse para
obtener droga (incluso robar) y sentir que se necesita la droga para funcionar
cotidianamente.
Cuando se abusa de las drogas se alteran algunas zonas del cerebro como el tallo
cerebral, que controla el ritmo cardiaco, la respiración y el sueño; la corteza cerebral,
que procesa la información sensorial y nos permite pensar, planear, resolver
problemas y tomar decisiones, y el sistema límbico, donde se aloja el llamado
circuito de recompensa del cerebro. Dicho sistema motiva al individuo a repetir
conductas necesarias para la supervivencia y la reproducción como alimentarse y
tener sexo.
Al ingresar en el cerebro las drogas obstaculizan su sistema de comunicación e
interfieren en el proceso normal de intercambio de información neuronal.
Recordemos que las células nerviosas se comunican por medio de sustancias
químicas llamadas neurotransmisores que llevan mensajes entre ellas. Una neurona
libera el neurotransmisor, que cruza un espacio interneuronal, conocido como
sinapsis, y se adhiere a un receptor (una proteína) en otra neurona. Neurotransmisor
y receptor embonan como una llave en una cerradura.
La estructura química de drogas como la mariguana y la heroína es tan similar a la
de un neurotransmisor natural, que los receptores las aceptan como si fueran el
neurotransmisor. Otras drogas, como las anfetaminas y la cocaína, hacen que se
produzca una cantidad excesiva de neurotransmisores naturales o evitan que el
organismo recicle el exceso de estas sustancias. En consecuencia, el mensaje
interneuronal se intensifica, impidiendo una comunicación adecuada.

5. La mayoría de las drogas interfieren con la actividad de un neurotransmisor
llamado dopamina, que desempeña un papel fundamental en las sensaciones de
placer. "El cerebro está condicionado a repetir conductas que permiten la
supervivencia y las drogas actúan produciendo una activación mucho mayor de la
que ocurre en las situaciones naturales de recompensa", explica la doctora Medina
Mora. "El cerebro pierde la capacidad de sentir placer por las recompensas
naturales, pues se acostumbra rápidamente a las dosis masivas" de dopamina que
se producen al consumir una droga, y lo hace reduciendo su producción natural, o
bien disminuyendo la cantidad de receptores que captan la señal de este
neurotransmisor. Así, cuando falta la droga el cerebro ya no cuenta con dopamina
suficiente y la persona deja de disfrutar cosas naturalmente placenteras, lo que
conduce a la apatía y a la depresión. "Cuando el cerebro comienza a adaptarse a
altos niveles de dopamina, el individuo tiene que usar más y más droga para obtener
el mismo efecto", añade Rubén Baler. Es decir, se desarrolla tolerancia a la droga.
En el individuo que ha llegado a esta etapa, la falta de droga provoca el llamado
síndrome de abstinencia, con síntomas como ansiedad, irritabilidad, náuseas,
insomnio, episodios de sudoración, temblores y psicosis, y puede llevar a la muerte.
Ciertas investigaciones muestran que la tolerancia a las drogas puede generar
cambios muy profundos en las neuronas y en los circuitos cerebrales, con efectos
que pueden ser graves. Por ejemplo, si el abuso de drogas altera la concentración
óptima de un neurotransmisor llamado glutamato, que participa tanto en el circuito de
la recompensa como en la capacidad de aprender, el cerebro intentará compensar el
cambio dañando en ocasiones la función cognitiva. Igualmente, el abuso de
sustancias a largo plazo suele provocar condicionamiento: ciertos factores
ambientales se empiezan a asociar con la experiencia de la droga y provocan un
deseo incontrolable de consumirla.
Este condicionamiento es tan fuerte que la adicción puede resurgir incluso tras
muchos años de abstinencia.
En palabras de Baler: "El cuerpo es uno, y lo que vemos como dependencia
psicológica es una manifestación de los cambios en el cerebro, que intenta adaptarse
y manejar niveles anormales de neurotransmisores". El consumo crónico de drogas
deteriora el autocontrol y la capacidad de tomar decisiones adecuadas. Según Baler
estas adaptaciones del cerebro a las sustancias llevan al ansia incontrolable de
utilizarlas aunque el individuo sepa que tienen consecuencias catastróficas.
Biología y ambiente

6. En este rubro difiero un poco de algunas aseveraciones de los estudiosos citados y
no es solo por estar en contra, es que a pesar de los sustentos vertidos por ellos, no
encuentro alguno fehaciente que exprese puntualmente la certeza de los factores,
recurro a mi entendimiento de la relatividad y quizá a mi favor sostengo que todos los
seres humanos somos diferentes, en lo personal me atraen las matemáticas, la
estadística nos muestra siempre una tendencia pero existe siempre la excepción y la
estadística se convierte en probabilidad, ¿cómo demostrar que genéticamente
estamos expuestos? De ahí que difiero con la siguiente expresión, "Los factores
genéticos más o menos explican 40 o 60% del riesgo total. El resto son factores
ambientales, sociales, culturales, dietéticos. Todo tipo de factores que no entran en
el biológico", señala Baler y agrega que no existen personas sin riesgo genético
absoluto. "No se trata de uno o cuatro genes que sean malos". Tenemos miles de
genes. A fin de cuentas, el que se manifieste el comportamiento adictivo dependerá
tanto de lo genético como del entorno.
Con todo, Baler indica que algunas personas pueden definirse como más
vulnerables, pues tienen un riesgo mayor de desarrollar una conducta de abuso de
sustancias; son las personas proclives a conductas de riesgo o a la búsqueda de
novedades.
Principales factores de riesgo
 Conducta agresiva temprana
 Habilidades sociales deficientes
 Ausencia de supervisión paterna
 Compañeros/amigos que abusan de sustancias
 Disponibilidad de la droga
 Pobreza …
y de protección
 Autocontrol
 Relaciones positivas
 Supervisión y apoyo paterno
 Información
 Políticas contra el uso de drogas
 Cohesión comunitaria
Fuente: National Institute on Drug Abuse

7. Dejo tal cual la definición de los factores o características que se pudieran entender
como indicadores de riesgo a contraer esta enfermedad porque es parte con lo que
no estoy en total acuerdo, en todo caso la ociosidad y la suficiencia económica
también serían factores indicativos, inclusive, pudiéramos incorporarlos como
prioritarios de atención.
Dependencia física
Se demuestra cómo es que se crea la dependencia física usando a una rata de
laboratorio, pero además es fácil de entender para quienes hemos experimentado
esta necesidad de consumir el estimulante y al hacerlo se obtiene una satisfacción
física.
La primera vez que bebemos el efecto es fuerte. Luego crece la tolerancia y aunque
mucha gente controla su uso, ese control se pierde en los adictos.
La adolescencia, factor de riesgo
"Toda la parte del cerebro que es responsable del juicio, raciocinio y control de la
conducta se desarrolla hasta los veintitantos años", explica la doctora Medina Mora.
Por supuesto que la adolescencia la que más riesgo tiene de hacerse adicta, en la
edad donde se empieza a experimentar el sentido de la responsabilidad y por ende,
los problemas de existencia, es más fácil escapar por la puerta falsa, por esta razón
los responsables de difundir cultura, información y educación debieran enfocar sus
baterías a la orientación de los jóvenes.
Adicción sin sustancia
Este rubro está bastante comprensible, las adiciones o inclusive pudiéramos
llamarlos malos hábitos, desencadenan la ansiedad y se encuentra en cualquier
actividad no controlada el estimulante que le de ese momento de satisfacción.
Problemas mentales y vulnerabilidad
El uso de drogas como la mariguana en edades tempranas aumenta el riesgo de
depresión. Algo similar sucede con la esquizofrenia, cuyo riesgo aumenta entre una y
siete veces en quienes empezaron a fumar mariguana antes de los 25 años.
Consecuencias conductuales, familiares y sociales

8. Creo que las consecuencias derivadas de estas enfermedades son de todos
conocidas, tanto con la sociedad como con la familia, la inconciencia provocada por
las drogas, distorsiona nuestra óptica de la realidad y nos hunde en un submundo
abstracto.
El mejor enfoque: la prevención
Totalmente de acuerdo, en todos los casos, como bien decían mis abuelos, es mejor
prevenir que remediar, también recuerdo alguna vez que por mi trabajo, participé en
un evento encaminado a plantear una alternativa de solución para resolver el
problema de la disposición final de los desechos sólidos y nos encontramos con un
gran expositor, quien al concluir su tema, juntos determinamos que la mejor
alternativa era dejar de producir estos desechos.
Reitero, yo estoy convencido de que lo mejor es la prevención.
Conclusión
La drogadicción es una enfermedad crónica y mortal, que requiere la atención física y
mental, con la asistencia científica para los que ya la padecen y programas de
desarrollo cultural, informativos y de prevención para no tener que remediar, la mejor
manera de evitarla, es atender a los jóvenes, guiarlos y apartarlos de esto creando
en ellos conciencia y capacidades para enfrentar sus problemas con otra actitud.
Reflexión
Al principio me llamo la atención este tema debido a que conozco a mucha gente con
este problema, el de la adicción, sin embargo, una vez que me adentre en la lectura
me fui identificando con muchas de las situaciones aquí planteadas, no logré
escapar a la tentación de encontrar alguna alternativa para mí, aún sin aceptar al
cien por ciento que también padezco este problema.
La verdad pudiera caer en contradicción si no expreso lo que al inicio escribo, pero
básicamente el inicio fue por el reconocimiento de la calidad del trabajo de esta
periodista y su contenido, lo único que lamento es la falta de un mejor vocabulario
para una expresión más fiel de las ideas.
Referencia:
Autora.-Verónica Guerrero Mothelet, periodista y divulgadora de la ciencia,
colabora en ¿Cómo ves? y otras áreas de la Dirección General de Divulgación de la
Ciencia, y como corresponsal ocasional para la revista Nature Biotechnology.