Mary Maloney espera a su marido Patrick en su casa. Cuando él llega, le dice que la ha engañado y quiere divorciarse. Mary, enfurecida, lo mata golpeándolo en la cabeza con un trozo de cordero congelado. Luego prepara una cena para ocultar el crimen y llama a la policía fingiendo haber encontrado a su marido muerto. Los policías llegan y empiezan a investigar el caso.
Surgió a partir de la lectura de la novela de Alfaguara "Cuidado con lo que deseas" en el curso de Comunicación de de 4° año A de la I.E "R.P.B" del Callao-Perú.. Tres estudiantes se aventuraron a escribir la segunda parte de la obra; colocando sus perspectivas e intereses personales.
La tercera entrega de la Saga "CIELO, TIERRA E INFIERNO". NO EMPIECES A LEER "METAMORFOSIS" SIN HABER LEIDO "CIELO, TIERRA E INFIERNO" Y "CLARIDAD Y OSCURIDAD".
Tras sufrir la muerte de su hermano mayor Andres y de su mejor amigo y posible nuevo amor Simon, Alex buscaba desesperadamente la forma de sobre ponerse, o tal vez no; se encierra en sí misma para no exponerse una vez más ante el mundo por culpa de sus sentimientos. Huye de Sioux Falls con la idea de nunca volver, pero su hermana la convence de hacerlo luego de haberse ido por 9 meses. De regreso conoce a los Morris y a su bebe. Una noche oscura mientras Alex regresaba a casa fue atacada y al despertar estaba convertida en lo que tanto temía.
Selección de capítulos, redacción de los resúmenes y elaboración de las ilustraciones (acuarelas) a cargo del alumnado de 1º, 2º, 3º y 4º de Educación Primaria de la localidad de Alcolea; Colegio Público Rural Alcolea-Fondón (Almería).
Curso 2013-2014.
Trabajo elaborado como una de las actividades realizadas en torno a la conmemoración del centenario de la publicación de “Platero y yo” y que culminó con la exposición “100 años de Platero y yo” que se inauguró el día 15 de mayo de 2014.
Surgió a partir de la lectura de la novela de Alfaguara "Cuidado con lo que deseas" en el curso de Comunicación de de 4° año A de la I.E "R.P.B" del Callao-Perú.. Tres estudiantes se aventuraron a escribir la segunda parte de la obra; colocando sus perspectivas e intereses personales.
La tercera entrega de la Saga "CIELO, TIERRA E INFIERNO". NO EMPIECES A LEER "METAMORFOSIS" SIN HABER LEIDO "CIELO, TIERRA E INFIERNO" Y "CLARIDAD Y OSCURIDAD".
Tras sufrir la muerte de su hermano mayor Andres y de su mejor amigo y posible nuevo amor Simon, Alex buscaba desesperadamente la forma de sobre ponerse, o tal vez no; se encierra en sí misma para no exponerse una vez más ante el mundo por culpa de sus sentimientos. Huye de Sioux Falls con la idea de nunca volver, pero su hermana la convence de hacerlo luego de haberse ido por 9 meses. De regreso conoce a los Morris y a su bebe. Una noche oscura mientras Alex regresaba a casa fue atacada y al despertar estaba convertida en lo que tanto temía.
Selección de capítulos, redacción de los resúmenes y elaboración de las ilustraciones (acuarelas) a cargo del alumnado de 1º, 2º, 3º y 4º de Educación Primaria de la localidad de Alcolea; Colegio Público Rural Alcolea-Fondón (Almería).
Curso 2013-2014.
Trabajo elaborado como una de las actividades realizadas en torno a la conmemoración del centenario de la publicación de “Platero y yo” y que culminó con la exposición “100 años de Platero y yo” que se inauguró el día 15 de mayo de 2014.
If your heart cracks when you hear terrible stories about preschoolers having chemo when they should be having nothing but fun; if you think the teams of doctors and scientists working tirelessly to end childhood disease deserve the means to continue research and healing....
Unos niños descubren en vísperas de Navidad, que están suceden cosas terroríficas en el pequeño pueblo de Danville.
En la colina, una casa, detrás de su cerca, se oculta un poderoso mal.
Maud está convencida de que su amiga ha desaparecido, pero nadie le cree. Tiene setenta años y su contacto con la realidad no es el mismo de antes. Hay papelitos
por toda la casa: listas de la compra y recetas, números de teléfono, apuntes sobre cosas que han ocurrido. Es su memoria de papel, que impide que Maud olvide las
cosas. Y ahora tiene en sus manos una nota con un simple mensaje: «Elizabeth ha desaparecido». Es su letra pero no recuerda haberla escrito. ¿Qué le ha sucedido?
Maud está segura de que su amiga podría estar en peligro. Encontrarla se convierte en una obsesión que la lleva a rememorar la desaparición de su hermana en Londres
durante la Segunda Guerra Mundial.
IMÁGENES SUBLIMINALES EN LAS PUBLICACIONES DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁClaude LaCombe
Recuerdo perfectamente la primera vez que oí hablar de las imágenes subliminales de los Testigos de Jehová. Fue en los primeros años del foro de religión “Yahoo respuestas” (que, por cierto, desapareció definitivamente el 30 de junio de 2021). El tema del debate era el “arte religioso”. Todos compartíamos nuestros puntos de vista sobre cuadros como “La Mona Lisa” o el arte apocalíptico de los adventistas, cuando repentinamente uno de los participantes dijo que en las publicaciones de los Testigos de Jehová se ocultaban imágenes subliminales demoniacas.
Lo que pasó después se halla plasmado en la presente obra.
Documento sobre las diferentes fuentes que han servido para transmitir la cultura griega, y que supone la primera parte del tema 4 de "Descubriendo nuestras raíces clásicas", optativa de bachillerato en la Comunitat Valenciana.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Examen de Selectividad. Geografía junio 2024 (Convocatoria Ordinaria). UCLMJuan Martín Martín
Examen de Selectividad de la EvAU de Geografía de junio de 2023 en Castilla La Mancha. UCLM . (Convocatoria ordinaria)
Más información en el Blog de Geografía de Juan Martín Martín
http://blogdegeografiadejuan.blogspot.com/
Este documento presenta un examen de geografía para el Acceso a la universidad (EVAU). Consta de cuatro secciones. La primera sección ofrece tres ejercicios prácticos sobre paisajes, mapas o hábitats. La segunda sección contiene preguntas teóricas sobre unidades de relieve, transporte o demografía. La tercera sección pide definir conceptos geográficos. La cuarta sección implica identificar elementos geográficos en un mapa. El examen evalúa conocimientos fundamentales de geografía.
Examen de Selectividad. Geografía junio 2024 (Convocatoria Ordinaria). UCLM
El cordero asado
1. EL CORDEROASADO
RoaldDahk
La habitaciónestabalimpiayacogedora,las
cortinascorridas,las doslámparasde mesa
encendidas,lasuyayla de la sillavacía,frente a
ella.Detrás,enel aparador,dosvasos altosde
whisky.Cubosde hieloenun recipiente.
Mary Maloneyestabaesperandoaque sumarido
volvieradel trabajo.
De vezencuandoechaba unamirada al reloj,pero
sinpreocupación,simplementeparacomplacerse
de que cada minutoque pasabaacercaba el
momentode sullegada.Teníaun aire sonriente y
optimista.Sucabezase inclinabahacialacostura
con enteratranquilidad.Supiel —estabaenel
sextomesdel embarazo— habíaadquiridoun
maravillosobrillo,loslabiossuavesylosojos,de
miradaserena,parecíanmás grandesy más
oscuros que antes.
Cuandoel reloj marcaba lascinco menosdiez,
empezóaescuchar,y pocos minutosmástarde,
puntual comosiempre,oyórodarlosneumáticos
sobre la grava y cerrarse la puertadel coche,los
pasosque se acercaban,la llave dandovueltasen
la cerradura.
Dejóa un ladola costura,se levantóyfue a su
encuentroparadarle un besoencuanto entrara.
—¡Hola,querido! —dijoella.
—¡Hola!—contestóél.
Ellale colgó el abrigoenel armario.Luegovolvióy
preparólasbebidas,unafuerte paraél y otra más
flojapara ella;despuésse sentóde nuevoconla
costura y sumaridoenfrente conel altovasode
whiskyentre lasmanos,moviéndolode tal forma
que loscubitosde hielogolpeabancontralas
paredesdel vaso.Paraellaéstaera unahora
maravillosadel día.Sabíaque suesposonoquería
hablarmucho antesde terminarlaprimera
bebida,ya ella,porsu parte,le gustabasentarse
silenciosamente,disfrutandode sucompañía
despuésde tantashorasde soledad.Le gustaba
vivirconeste hombre y sentir —comosiente un
bañistaal calordel sol— lainfluenciaque él
irradiabasobre ellacuandoestabanjuntosysolos.
Le gustabasu manerade sentarse
descuidadamente enunasilla,sumanerade abrir
la puertao de andar por la habitaciónagrandes
zancadas. Le gustabaesa intensamiradade sus
ojosal fijarse enellaylaformagraciosa de su
boca, especialmente cuandoel cansancionole
dejabahablar,hastaque el primervasode whisky
le reanimabaunpoco.
—¿Cansado,querido?
—Sí —respondióél—,estoycansado.
Mientrashablaba,hizounacosa extraña.Levantó
el vasoy bebiósucontenidode unasolavez
aunque el vasoestabaa mediollenar.
Ellano lovio,perolo intuyóal oír el ruidoque
hacían los cubitosde hieloal volveradejarél su
vasosobre la mesa.Luegose levantólentamente
para servirse otrovaso.
—Yote loserviré —dijoella,levantándose.
—Siéntate —dijoél secamente.
Al volverobservóque el vasoestabamediolleno
de un líquidoambarino.
—Querido,¿quieresque te traigalaszapatillas?Le
observómientrasél bebíael whisky.
—Creoque esuna vergüenzaparaunpolicía que
se va haciendomayor,comotú, que le hagan
andar todoel día —dijoella.
El no contestó;Mary Maloneyinclinólacabezade
nuevoycontinuócon su costura.Cada vezque él
se llevabael vasoa loslabiosse oía golpearlos
cubitoscontra el cristal.
—Querido,¿quieresque te traigaunpoco de
queso?Nohe hechocena porque esjueves.
—No—dijoél.
—Si estásdemasiadocansadoparacomerfuera —
continuóella—,noestarde paraque lo digas.Hay
carne y otrascosas en laneveray te lo puedo
serviraquí para que no tengasque moverte de la
silla.
Sus ojosse volvieronhaciaella;Maryesperóuna
respuesta,unasonrisa,unsignode asentimiento
al menos,peroél nohizonada de esto.
—Bueno—agregóella—,te sacaré quesoyunas
galletas.
—Noquiero —dijoél.
Ellase movióimpaciente enlasilla,mirándolecon
sus grandesojos.
—Debescenar.Yolo puedoprepararaquí,no me
molestahacerlo.Tengochuletasde cerdoy
cordero,loque quieras,todoestáenla nevera.
—Nome apetece —dijoél.
2. —¡Peroquerido!¡Tienesque comer!Te losacaré
y te lo comes,si te apetece.
Se levantóypuso lacostura enla mesa,juntoa la
lámpara.
—Siéntate —dijoél—,siéntatesólounmomento.
Desde aquel instante,ellaempezóasentirse
atemorizada.
—Vamos—dijoél—,siéntate.
Se sentóde nuevoensu silla,mirándoletodoel
tiempoconsus grandesyasombradosojos.El
había acabado su segundovasoytenía losojos
bajos.
—Tengoalgoque decirte.
—¿Qué es ello,querido?¿Qué pasa?
El se había quedadocompletamente quietoy
manteníala cabezaagachada de tal forma que la
luzde lalámpara le dabaen laparte altade la
cara, dejándole labarbillaylaboca en la
oscuridad.
—Lo que voya decirte te va a trastornar un poco,
me temo—dijo—,perolohe pensadobienyhe
decididoque lomejorque puedohaceres
decírteloenseguida.Esperoque nome lo
reprochesdemasiado.
Y se lodijo.Notardó mucho,cuatro o cinco
minutoscomomáximo.Ellanose movióentodo
el tiempo,observándoloconunaespecie de terror
mientrasél se ibaseparandode ellamásy más,a
cada palabra.
—Esoes todo —añadió—,yasé que esun mal
momentoparadecírtelo,peronohay otro modo
de hacerlo.Naturalmente,te daré dineroy
procuraré que estésbiencuidada.Peronohay
necesidadde armarun escándalo.Noseríabueno
para mi carrera.
Su primerimpulsofue nocreerunapalabrade lo
que él había dicho.Se le ocurrió que quizáél no
había hablado,que eraellaquiense lohabía
imaginadotodo.Quizási continuarasutrabajo
como si no hubieraoídonada,luego,cuando
hubierapasadoalgúntiempo,se encontraríacon
que nada había ocurrido.
—Prepararé lacena—dijoconvoz ahogada.
Esta vezél no contestó.
Mary se levantóycruzó la habitación.Nosentía
nada,exceptounpoco de náuseasy mareo.
Actuabacomo un autómata.Bajó hastala bodega,
encendiólaluzymetiólamano enel congelador,
sacandoel primerobjetoque encontró.Losacó y
lomiró.Estaba envueltoenpapel,asíque lo
desenvolvióylomiróde nuevo.
Era unapiernade cordero.
Muy bien,cenaríanpiernade cordero.Subiócon
el corderoentre lasmanos y al entrar enel cuarto
de estar encontróa su maridode pie juntoa la
ventana,de espaldasaella.
Se detuvo.
—Porel amor de Dios—dijoél al oírla, sin
volverse—,nohagascenapara mí. Voya salir.
En aquel momento,MaryMaloneyse acercó a él
por detrásy sinpensarlodosveceslevantóla
piernade corderocongeladayle golpeóenla
parte trasera de la cabezatan fuerte como pudo.
Fue como si le hubierapegadoconuna barra de
acero.Retrocedióunpaso,esperandoaverqué
pasaba,y lo graciosofue que él quedó
tambaleándose unossegundosantesde caer
pesadamente enlaalfombra.
La violenciadel golpe,el ruidode lamesita al caer
por habersidoempujada,laayudarona salirde su
ensimismamiento.
Salióretrocediendolentamente,sintiéndosefríay
confusa,y se quedóporunosmomentosmirando
el cuerpoinmóvil de sumarido,apretandoentre
sus dedosel ridículopedazode carne que había
empleadoparamatarle.
«Bien—se dijoasí misma—,yalo hasmatado.»
Era extraordinario.Ahoraloveíaclaro.Empezóa
pensarcon rapidez.Comoesposade undetective,
sabía cuál sería el castigo;de acuerdo.A ellale era
indiferente.Enrealidadseríaundescanso.Pero
por otra parte.¿Y el niño?¿Qué decía la leyacerca
de las asesinasque ibanatenerun hijo?¿Los
matabana losdos,madre e hijo?¿Esperaban
hasta el novenomes?¿Qué hacían?
Mary Maloneyloignorabay noestabadispuestaa
arriesgarse.
Llevólacarne a la cocina,la pusoenel horno,
encendióéste ylametiódentro.Luegose lavólas
manosy subióa su habitación.Se sentódelante
del espejo,arreglósucara,pusoun poco de rojo
enloslabiosy polvoenlasmejillas.Intentó
sonreír,perole salióuna mueca.Lo volvióa
intentar.
—Hola,Sam—dijoenvozalta.La vozsonaba rara
también.
3. —Quieropatatas,Sam,ytambiénunalata de
guisantes.
Eso estabamejor.La sonrisay lavoz iban
mejorando.Loensayóvariasveces.Luego bajó,
cogióel abrigoy salióa la calle porla puerta
trasera del jardín.
Todavía no eranlas seisydiezy había luzenlas
tiendasde comestibles.
—Hola,Sam—dijosonriendoampliamenteal
hombre que estabadetrásdel mostrador.
—¡Oh,buenasnoches,señoraMaloney!¿Cómo
está?
—Muybien,gracias.Quieropatatas,Sam,y una
lata de guisantes.
El hombre se volvióde espaldasparaalcanzarla
lata de guisantes.
—Patrickdijoque estabacansadoy noquería
cenar fueraestanoche —le dijo—.Siempre
solemossalirlosjuevesynotengoverdurasen
casa.
—¿Quiere carne,señoraMaloney?
—No,tengocarne,gracias.Hay en laneverauna
piernade cordero.
—¡Oh!
—Nome gusta asarlocuando estácongelado,
perovoy a probar estavez.¿Ustedcree que saldrá
bien?
—Personalmente—dijoel tendero—,nocreoque
haya ningunadiferencia.¿Quiere estaspatatasde
Idaho?
—¡Oh,sí, muybien!Dosde ésas.
—¿Nadamás?—El tenderoinclinólacabeza,
mirándolaconsimpatía—.¿Y para después?¿Qué
le va a dar luego?
—Bueno.¿Qué me sugiere,Sam?
El hombre echóunamirada a la tienda.
—¿Qué le parece unabuenaporciónde pastel de
queso?Sé que le gustaa Patrick.
—Magnífico—dijoella—,le encanta.
Cuandotodoestuvoempaquetadoypagado,
sonrióagradablementeydijo:
—Gracias,Sam. Buenasnoches.
Ahora,se decía a sí mismaal regresar,ibaa
reunirse consumarido,que la estaría esperando
para cenar; y debíacocinar bienyhacer comida
sabrosaporque su maridoestaría cansado;y si
cuandoentrara enla casa encontrabaalgoraro,
trágico o terrible,seríaungolpe paraellayse
volveríahistéricade doloryde miedo.¿Esque no
loentienden?Ellanoesperabaencontrarnada.
SimplementeeralaseñoraMaloneyque volvíaa
casa con las verdurasunjuevesporlatarde para
prepararla cena a su marido.
«Esoes —se dijoasí misma—,hazlotodobieny
con naturalidad.Si se hacenlascosas de esta
manera,no habrá necesidadde fingir.»
Por lotanto,cuando entróenla cocina porla
puertatrasera,iba canturreandounacancioncilla
y sonriendo.
—¡Patrick!—llamó—,¿dónde estás,querido?
Pusoel paquete sobre lamesay entróenel cuarto
de estar.Cuandole vio enel suelo,conlaspiernas
dobladasyuno de losbrazos debajodel cuerpo,
fue un verdaderogolpe paraella.
Todo suamor y su deseoporél se despertaronen
aquel momento.Corrióhaciasucuerpo,se
arrodillóasu ladoy empezóallorar
amargamente.Fue fácil,notuvoque fingir.
Unos minutosmástarde,se levantóyfue al
teléfono.Sabíael númerode lajefaturade Policía,
y cuandole contestaronal otroladodel hilo,ella
gritó:
—¡Pronto!¡Venganenseguida!¡Patrickha
muerto!
—¿Quiénhabla?
—La señoraMaloney,laseñorade Patrick
Maloney.
—¿Quiere decirque PatrickMaloneyhamuerto?
—Creoque sí —gimióella—.Estátendidoenel
sueloyme parece que está muerto.
—Iremosenseguida—dijoel hombre.
El coche vinorápidamente.Maryabrióla puertaa
losdos policías.Losreconocióa losdos enseguida
—enrealidadconocíaa casi todoslosdel
distrito— yse echóenlos brazosde Jack Nooan,
llorandohistéricamente.El lallevóconcuidadoa
una sillayluegofue areunirse conel otro, que se
llamabaO'Malley,el cual estabaarrodilladoal
ladodel cuerpoinmóvil.
—¿Estámuerto?—preguntóella.
—Me temoque sí... ¿qué ha ocurrido?
Brevemente,le contóque habíasalidoa latienda
de comestiblesyal volverloencontrótiradoenel
suelo.Mientrasellahablabaylloraba,Nooan
descubrióunapequeñaheridade sangre cuajada
enla cabezadel muerto.Se la mostróa O'Malleyy
4. éste,levantándose,fue derechoal teléfono.
Prontollegaronotrospolicías.Primerounmédico,
despuésdosdetectives,aunode loscuales
conocía de nombre.Más tarde,unfotógrafode la
Policíaque tomóalgunosplanosy otrohombre
encargadode las huellasdactilares.Se oían
cuchicheosporla habitacióndonde yacíael
muertoy losdetectivesle hicieronmuchas
preguntas.Noobstante,siemprelatrataroncon
amabilidad.
Volvióacontar la historiaotravez,ahora desde el
principio.CuandoPatrickllegóellaestaba
cosiendo,yél se sintiótanfatigadoque noquiso
salira cenar. Dijoque había puestolacarne enel
horno—allíestaba,asándose— yse había
marchado a la tiendade comestiblesacomprar
verduras.De vueltalohabía encontradotendido
enel suelo.
—¿A qué tiendahaidousted? —preguntóunode
losdetectives.
Se lo dijo,yentoncesel detective se volvióy
musitóalgoenvoz bajaal otro detective,que salió
inmediatamentealacalle.
«...,parecía normal...,muycontenta...,quería
prepararle unabuenacena...,guisantes...,pastel
de queso...,imposible que ella...»
Transcurridoalgúntiempoel fotógrafoyel
médicose marcharony los otrosdos hombres
entrarony se llevaronel cuerpoenunacamilla.
Despuésse fue el hombre de lashuellasdactilares.
Los dosdetectivesylospolicíasse quedaron.
Fueronmuyamablesconella;JackNooanle
preguntósi no se ibaa marchar a otro sitio,a casa
de su hermana,quizá,ocon su mujer,que
cuidaría de ellay laacostaría.
—No—dijoella.
No creía enla posibilidadde que pudieramoverse
ni un solometroenaquel momento.¿Les
importaríamucho que se quedaraallí hastaque se
encontrase mejor?Todavíaestababajolosefectos
de la impresiónsufrida.
—Pero¿nosería mejorque se acostara un poco?
—preguntóJackNooan.
—No—dijoella.
Quería estardonde estaba,enesasilla.Unpoco
más tarde,cuandose sintieramejor,se levantaría.
La dejaronmientrasdeambulabanporlacasa,
cumpliendosumisión.De vezencuandounode
losdetectivesle hacíaunapregunta.También Jack
Nooanle hablabacuandopasaba por su lado.Su
marido,le dijo,habíamuertode un golpe enla
cabezacon un instrumentopesado,casi seguro
una barra de hierro.Ahorabuscabanel arma. El
asesinopodíahabérselallevadoconsigo,pero
tambiéncabía laposibilidadde que lahubiera
tiradoo escondidoenalgunaparte.
—Es laviejahistoria—dijoél—,encontraremosel
arma y tendremosal criminal.
Más tarde,unode los detectivesentróyse sentó
a su lado.
—¿Hayalgo enla casa que puedahaberservido
como arma homicida? —le preguntó—.¿Le
importaríaechar una miradaa versi faltaalgo,un
atizador,por ejemplo,ounjarrón de metal?
—Notenemosjarronesde metal —dijoella.
—¿Y unatizador?
—Notenemosatizador,peropuedehaberalgo
parecidoenel garaje.
La búsquedacontinuó.
Ellasabía que había otrospolicíasrodeandola
casa. Fuera,oía sus pisadasenla grava y a veces
veía laluz de una linternainfiltrarseporlas
cortinasde la ventana.Empezabaa hacerse tarde,
erancerca de lasnueve enel reloj de larepisade
la chimenea.Loscuatrohombresque buscaban
por lashabitacionesempezaronasentirse
fatigados.
—Jack—dijoellacuandoel sargentoNooanpasó
a su lado—,¿me quiere servirunabebida?
—Sí,claro. ¿Quiere whisky?
—Sí,por favor,pero poco. Me hará sentirmejor.
Le tendióel vaso.
—¿Porqué no se sirve ustedotro? —dijoella—;
debe de estarmuycansado; por favor,hágalo,se
ha portadomuy bienconmigo.
—Bueno—contestóél—,nonosestápermitido,
peropuedotomar untrago para seguir
trabajando.
Uno a uno,fueronllegandolosotrosybebieron
whisky.Estabanunpoco incómodosporla
presenciade ellaytratabande consolarlacon
inútilespalabras.
El sargentoNooan,que rondabapor lacocina,
salióy dijo:
—Oiga,señoraMaloney.¿Sabe que tieneel horno
encendidoylacarne dentro?
5. —¡Diosmío! —gritóella—.¡Esverdad!
—¿Quiere que vayaaapagarlo?
—¿Seríatan amable,Jack?Muchas gracias.
Cuandoel sargentoregresóporsegundavezlo
mirócon sus grandesy profundosojos.
—JackNooan —dijo.
—¿Sí?
—¿Me harán un pequeñofavor,ustedylosotros?
—Si estáennuestrasmanos,señoraMaloney...
—Bien—dijoella—.Aquíestánustedes,todos
buenosamigosde Patrick,tratandode encontrar
al hombre que lomató.Debende estar
hambrientosporque hace ratoque ha pasadola
hora de la cena,y sé que Patrick,que engloria
esté,nuncame perdonaríaque estuviesenensu
casa y no lesofrecierahospitalidad.¿Porqué no
se comenel cordero que estáenel horno?Ya
estarácompletamente asado.
—Ni pensarlo—dijoel sargentoNooan.
—Porfavor—pidióella—,porfavor,cómanlo.Yo
no voya tocar nada de loque había enla casa
cuandoél estabaaquí, peroustedessí pueden
hacerlo.Me harían un favorsi se locomieran.
Luego,puedencontinuarsutrabajo.
Los policíasdudaronun poco,peroteníanhambre
y al final decidieronirala cocinay cenar. La mujer
se quedódonde estaba,oyéndolosatravésde la
puertaentreabierta.Hablabanentre síapesar de
tenerlaboca llenade comida.
—¿Quieresmás,Charlie?
—No, serámejorque nolo acabemos.
—Peroellaquiere que loacabemos,esofue loque
dijo.Le hacemosun favor.
—Bueno,dame unpocomás.
—Debe de habersidouninstrumentoterrible el
que han usadopara matar al pobre Patrick —decía
unode ellos—,el doctordijoque teníael cráneo
hechotrizas.
—Poresodeberíaserfácil de encontrar.
—Esoes loque a mí me parece.
—Quienquieraque lohicieranoibaa llevaruna
cosa así, tan pesada,mástiempodel necesario.
Uno de elloseructó:
—Mi opiniónesque tieneque estaraquí,enla
casa.
—Probablemente bajonuestraspropiasnarices.
¿Qué piensastú,Jack?
En la otra habitación,MaryMaloneyempezóa
reírse entre dientes.
FIN