El empirismo helenístico se diferenció de las filosofías racionalistas griegas anteriores al conceder mayor importancia a la ciencia, la experimentación y la aplicación práctica del conocimiento para resolver problemas cotidianos, en lugar del enfoque abstracto en la búsqueda de la verdad eterna. También dio más énfasis a reunir y catalogar información básica en bibliotecas y al desarrollo de criterios para evaluar las artes.