El documento habla sobre los dones del Espíritu Santo y su diferencia con los talentos naturales. Explica que los dones espirituales son capacidades dadas por Dios para evangelizar, profetizar y servir a la iglesia, mientras que los talentos son habilidades innatas. También dice que el amor es el don más excelente y que Dios nos da dones para edificar a la iglesia y cumplir con la misión de Cristo en la comunidad. Finalmente hace un llamado a utilizar los dones recibidos para servir a Dios.