El documento describe un juego de simulación llamado "el juego de la cerveza" que ilustra problemas de aprendizaje en organizaciones. En el juego, los jugadores asumen roles como minorista, mayorista y director de marketing de una cervecera, e interactúan para producir y distribuir cerveza. Aunque cada jugador tiene buenas intenciones, la estructura del sistema conduce a una crisis inherente. El juego demuestra que los problemas se originan en modos de pensamiento e interacción más que en características específicas de las organizaciones.