Este número de la revista El Mal Menor presenta varios artículos, incluyendo una crónica sobre la escultura pública en la provincia de Chacabuco. La crónica describe varias obras escultóricas en localidades como Til Til, Colina y Lampa, encontrando que la presencia de escultura es escasa fuera de Colina. Otras piezas incluyen poemas, reseñas de libros y una historia corta.
Revista El Mal Menor de Batuco, Chile, Número 1, marzo 2015. Editores: Jaime Núñez, Melody Valenzuela, Sergio Sarmiento. Fotografía: Emilio Serey. Diseño gráfico: Sergio Sarmiento
Revista El Mal Menor de Batuco, Chile, Número 1, marzo 2015. Editores: Jaime Núñez, Melody Valenzuela, Sergio Sarmiento. Fotografía: Emilio Serey. Diseño gráfico: Sergio Sarmiento
La METGALA es puro pretexto: en México nos encanta el exceso y la ridiculez no del kitsch, sino del CAMP, su hermano mayor. En el arte, la música en Mx literal no cantamos mal las rancheras. #estoestrendo
Revista publicada por los estudiantes del X semestre (2020-I) de la facultad de Ciencias dela Comunicación de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP)
Revista digital "La Gatera de la Villa". Historia y patrimonio de Madrid.
Contenido:
.- «La plaza y los héroes». Editorial
.- «:Necrópolis rupestres de la Comunidad de Madrid (y 2)». Por José Manuel Castellanos Oñate.
.- «De sede financiera a establecimiento hotelero: Observaciones de algunos efectos arquitectónicos y urbanísticos del nuevo hotel "The Madrid Edition». Por Julio Real González.
.- «La muerte de Daoiz y Velarde». Por Pablo Jesús Aguilera Concepción.
.- «¿Sabías que...?». Por Pedro Sala Ballester.
.- «Romance madrileño (13)». Por Miguel González.
.- «Entrevista a Héctor J. Castro». Por Ana García Aranda.
.- «Amaneció en Madrid, de Anamaría Trillo». Por José Manuel López Marañón
.- «El Madrid de anteayer... Colón». Por Mario Sánchez Cachero.
.- «Cosas que pasan». Por Juan Pedro Esteve García
.- «Fotogato. La Gran Vía desde las terrazas de El Corte Inglés». Por Cristóbal Coleto García.
La METGALA es puro pretexto: en México nos encanta el exceso y la ridiculez no del kitsch, sino del CAMP, su hermano mayor. En el arte, la música en Mx literal no cantamos mal las rancheras. #estoestrendo
Revista publicada por los estudiantes del X semestre (2020-I) de la facultad de Ciencias dela Comunicación de la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP)
Revista digital "La Gatera de la Villa". Historia y patrimonio de Madrid.
Contenido:
.- «La plaza y los héroes». Editorial
.- «:Necrópolis rupestres de la Comunidad de Madrid (y 2)». Por José Manuel Castellanos Oñate.
.- «De sede financiera a establecimiento hotelero: Observaciones de algunos efectos arquitectónicos y urbanísticos del nuevo hotel "The Madrid Edition». Por Julio Real González.
.- «La muerte de Daoiz y Velarde». Por Pablo Jesús Aguilera Concepción.
.- «¿Sabías que...?». Por Pedro Sala Ballester.
.- «Romance madrileño (13)». Por Miguel González.
.- «Entrevista a Héctor J. Castro». Por Ana García Aranda.
.- «Amaneció en Madrid, de Anamaría Trillo». Por José Manuel López Marañón
.- «El Madrid de anteayer... Colón». Por Mario Sánchez Cachero.
.- «Cosas que pasan». Por Juan Pedro Esteve García
.- «Fotogato. La Gran Vía desde las terrazas de El Corte Inglés». Por Cristóbal Coleto García.
Primer número de El Desacuerdo.
- Sean Penn y los ecologistas, unidos contra el rally: Organizar el Dakar es una carrera de obstáculos.
- ¿Estás listo Maduro? Asedio mediático, estrategias opositoras, debilidades y torpezas del "sucesor"
- La USAID se va (al fin). Las pruebas, en clave de documentos desclasificados por EEUU, de la injerencia de la agencia estadounidense en Bolivia.
- Ni Caracas, ni la Habana... ¡Seúl! Un análisis del crecimiento de la presencia surcoreana en Bolivia y las lecciones de su experiencia.
- El fútbol prifesional como parábola de la sociedad boliviana
- Ficciones fundacionales. Edmundo Paz Soldán se pronuncia sobre las 15 novelas fundamentales.
- Jesús Urzagasti: Donde estalla la nostalgia por la hermosura de la vida.
- Geografía y poder. La antigua relación entre las bases económicas y la visión ecológica.
En el número debut escriben: Ramón Rocha Monroy, Pablo Stefanoni, Pablo Cingolani, Edmundo Paz Soldán, Sebastián Antezana, Boris Miranda, Nicolas Laguna, Amaru Villanueva, Manuel Canelas, Verónica Rocha, Paola Soliz Mogro y Luis Dufrechou, Mario Murillo, Juan Pablo Richter, Denisse Arancibia, Elsa Pito y Alfredo Grieco y Bavio.
Sin duda el line-up más fresco y sólido que se ha visto en mucho tiempo.
Revista digital "La Gatera de la Villa". Historia y patrimonio de Madrid.
EDITORIAL Y, además, orgullosos de serlo.
JULIO REAL GONZÁLEZ y CRISTÓBAL COLETO GARCÍA Museo Catedralicio de la Almudena. Una breve descripción para hacer boca.
ÁNGELA M. VELASCO: A vueltas con la villa romana de Carabanchel.
PEDRO SALA BALLESTER: ¿Sabias que...?
CARMEN PORRAS PASAMONTES: Banquetes señoriales en la Edad Moderna.
MIGUEL GONZÁLEZ: Romance madrileño (11).
JUAN PEDRO ESTEVE GARCÍA: De Madrid... en el cielo. Avionetas publicitarias.
ANA GARCÍA ARANDA: Entrevista a Antonio Aguilera Muñoz.
JOSÉ MANUEL LÓPEZ MARAÑÓN: Ava en la noche, de Manuel Vicent.
MARIO SÁNCHEZ CACHERO: Los curiosos adoquines de la calle del Almirante.
JUAN PEDRO ESTEVE GARCÍA: De aquellos polvos...
CRISTÓBAL COLETO GARCÍA: Fotogato: Palacio de Cibeles y luna llena.
ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE PRIMER GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024. Por JAVIE...JAVIER SOLIS NOYOLA
El Mtro. JAVIER SOLIS NOYOLA crea y desarrolla el “ROMPECABEZAS DE ECUACIONES DE 1ER. GRADO OLIMPIADA DE PARÍS 2024”. Esta actividad de aprendizaje propone retos de cálculo algebraico mediante ecuaciones de 1er. grado, y viso-espacialidad, lo cual dará la oportunidad de formar un rompecabezas. La intención didáctica de esta actividad de aprendizaje es, promover los pensamientos lógicos (convergente) y creativo (divergente o lateral), mediante modelos mentales de: atención, memoria, imaginación, percepción (Geométrica y conceptual), perspicacia, inferencia, viso-espacialidad. Esta actividad de aprendizaje es de enfoques lúdico y transversal, ya que integra diversas áreas del conocimiento, entre ellas: matemático, artístico, lenguaje, historia, y las neurociencias.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
PRÁCTICAS PEDAGOGÍA.pdf_Educación Y Sociedad_AnaFernández
El mal menor_5
1. Poesía * Narrativa * Crónica * Fotografía * Moda
El Mal Menor
N°5 * Mayo 2016
En este número:
Daniel Marín: “Yo no quiero ser
Alexis Sánchez” * Rock in Lampa
Gonzalo Arango y el Nadaísmo
Escultura pública en Chacabuco
Servando Rocha: Facción caníbal
Excavaciones cerebralesProyecto Financiado por Fondo Nacional
de Fomento del Libro y la Lectura
Convocatoria 2016
2. Lengua chilena
Por el profesor Alfonso Puchuncaví
Hay cada vez más giles
agringados que, cuando enen
hambre, piden un muffin.
¡Usted no sea idiota!
Usted, amigo chacabucano, sea pillo
y cuando tenga hambre sea bien chileno
y pida un queque. Así estará defendiendo
nuestra iden dad y nuestra pulenta
forma de hablar.
No lo olvide, queque sí, muffin no.
3. Editorial
El Mal Menor N°5 - Mayo de 2016 - Batuco - Chile - Correo electrónico: revistaelmalmenor@gmail.com
Editores: Jaime Núñez - Sergio Sarmiento - Emilio Serey - Melody Valenzuela
Diseño gráfico: Sergio Sarmiento - Fotogra a: Emilio Serey
Llegamos a nuestro quinto número con algunas novedades. En primer
lugar, debemos señalar que ya no estaremos solamente en Batuco, alicaída
alma mater de esta revista, sino que a par r de hoy nuestra cobertura se
expande a la provincia de Chacabuco, es decir, a Til Til, Colina, Lampa y sus
localidades aledañas, donde distribuiremos nuestro inocuo veneno verbal.
Esto ha sido posible gracias a que nuestro medio resultó ganador de un loto
concursable del Fondo del Libro y la Lectura, lo que nos permi rá salir a la
calle con un mayor raje. Y de forma gratuita. Lo horrendo de todo esto es
que tendremos que poner el logo gubernamental en la portada de El Mal
Menor. Me refiero a ese logo plagiado que instaló Piñera y que los actuales
cerebrosdelgobiernonohaneliminado.Nolepasaronlaretroexcavadoraa
empo al demonio y ahora nosotros somos los afectados. Cierto es que
todo logo estatal es, por naturaleza, horrible. Eso no está en discusión. El
logo estatal -impreso en las obras ar s cas- es un intento de validar una
forma polí ca de dominación, blanqueándola. Nosotros, como indica el
nombredenuestrarevista,vemosestasituacióncomoun"malmenor"que
nos permite recuperar algunos fondos públicos. Peor, en todo caso, sería
recibir el financiamiento de las grandes empresas. Llevar el logo de una
marca de ropa depor va, una gaseosa o una minera privada cae, para
nosotros, en el ámbito de la pros tución. Lo ideal, por supuesto, sería la
autoges ón total, pero hoy por hoy las personas no gastan su dinero en
revistas de literatura. Muchos no enen plata y más que muchos no se
interesan ni por el Condorito. Eso se agudiza en la provincia de Chacabuco,
donde la pobreza abunda y la educación escasea. Por tal mo vo vemos la
plata pública como una oportunidad de ampliar nuestro raje y lanzar más
revistas a la calle. Los verbos son tubérculos. O semillas. Y es necesario
sembrar. Hay que arrojar millones de ellos a la calle para que crezcan
plantas de belleza crí ca, arbustos de poesía, matas de cuentos, árboles de
concienciaylibertad.
5. Escultura pública en Chacabuco
Por Justo Morales
In Situ
3
Hace unas semanas, recorriendo la plaza de
Lampa me encontré con el busto de
Bernardo O´higgins, un busto precario,
desproporcionado, hecho a la rápida, como
muchos que se instalan en Chile con el fin de
recordar a los “héroes patrios”, esos pos
pa lludos que nos meten en el cerebro
desde la más temprana infancia, como si
nuestra cabeza fuese un hotel para cadáve-
res. Esto me hizo pensar en la situación de la
escultura pública en la provincia de
Chacabuco. ¿Existe? ¿Dónde se encuentra?
¿De qué trata? Intentando responder tales
preguntas -que me alejaron de mi habitual
preocupación por los escasos eventos
ar s cosdelazona- realicéun recorridopor
las localidades más importantes de la
provincia, previa búsqueda de información
enInternet.
En primer lugar fui a Til Til, erra de tunas y
aceitunas, dirigiéndome hacia el parque
Manuel Rodríguez, que se encuentra en la
rutaG16,frenteala“CanchadelGato”,lugar
donde dicen fue asesinado el recordado
personaje. En tal si o, ubicado unos cuatro
Dos héroes, tres incursiones
actuales y un bodrio
Monumento a Manuel Rodríguez
La presencia escultórica en
Chacabuco es escasa y salvo en
Colina, donde se aprecia una mayor
proliferación de este arte, en el
resto del territorio parece
no pasar nada.
6. In Situ
4
kilómetros antes de llegar al pueblo de Til
Til, además de un busto bastante tradicional
de Rodríguez, me encontré con una escultu-
ra de Carlos Carmona. La obra, construida
con negras láminas de acero y financiada
por FONDART en 2007, muestra la silueta -
duplicada- del guerrillero que diera nombre
al Frente Patrió co. Concebida con ntes
posmodernos, el trabajo de Carmona (de
unos cinco metros de altura) dialoga con el
monumento quizá más emblemá co
dedicado a Rodríguez, como es la escultura
de Blanca Merino (1893-1973) instalada en
el parque Bustamante de San ago,
replicando su dinámica forma. Sin ser un
trabajo que deslumbre, la obra de Carmona
funciona de manera eficiente reafirmando
la imagen idealizada de Manuel Rodríguez
que subyace en el inconsciente colec vo
nacional.
Viajé después por la carretera General San
Mar n en busca del monumento a la
Victoria de Chacabuco, quizá la escultura
más importante de la provincia, obra que
fue construida en 1968 por el escultor
Héctor Román e inaugurada al año siguiente
por Eduardo Frei Montalva (el otro Frei, el
que parece que pensaba). La escultura, de
veinte metros de altura, que rememora la
batalla que en 1817 marcó el fin de la
reconquista española, está construida con
hormigón armado y recubierta con granito,
formando una especie de “hombre- colum-
Monumento a la Victoria de Chacabuco.
La visión comunicable.
santiago.adicto
7. 5
na” o falo que en lo alto sos ene una
espadadeaceroinoxidable,brillantearma
que debería ser usada para decapitar a los
corruptos que controlan las grandes
empresas y el estado. El monumento, de
impecable factura y gran plas cidad, se
levantó -como siempre ocurre en Chile-
con algo de atraso, algo así como ciento
cincuenta años, ya que el mismo
O´higgins, tras la batalla ganada, pidió la
construcción de este monumento “su-
praindividual”alavictoriadeChacabuco.
Mis próximas visitas se enfocaron en la
escultura actual, emplazada en Colina.
Primero fui al Parque San Miguel, recinto
inaugurado el año 2012 por Olavarría y su
clero neoliberal. Me encontré allí con una
escultura en dedicada a Cuasimodo del
ar sta Cris án Salineros. La obra, de corte
más bien conceptual, representa un
campodetrigodeaceroybronceenforma
de cruz. Es un homenaje a la tradición
campesina y a la religión, que si bien se
realiza con un lenguaje y con materiales
modernos, es profundamente conserva-
dor, profundamente católico, profunda-
mente manipulador. Permite, por ejem-
plo, la interacción con el público, no solo
su observación pasiva como ocurre con las
patrió cas esculturas reseñadas anterior-
mente, emparentándose así con el
concepto de instalación. Tal interacción,
sin embargo, consiste en la posibilidad de
internarse en la cruz, de estar en medio
del metálico trigo, es decir, de hallarse en
el mismo si o donde Jesús fue crucificado,
en ser uno mismo el crucificado, compar-
En medio de la cruz, un guardia vigila el homenaje a Cuasimodo.
SergioSarmiento
In Situ
8. 6
endo, simbólicamente, el tormento del
“hijodedios”.
Tras la visita al Parque San Miguel, me dirigí
hacia el Parque del Río, área verde emplaza-
da a la entrada de Colina. Fui porque me
enteré que el año 2015 se instaló allí -por
inicia va del municipio- una escultura del
importante ar sta plás co chileno Rodolfo
Opazo, premio nacional de arte. La obra
lleva por nombre “La visión comunicable”, y
es la expresión escultórica de una idea que
Opazo ha desarrollado también en la
pintura. Consiste en dos figuras de piedra,
dos seres humanos con cierto aire clásico,
dos mu lados que carecen cada cual de un
brazo, sugiriendo la idea de la unión. La
unión podría lograr la totalidad. Siendo una
obra bella y sensible, surge la pregunta con
respecto a su relación con el entorno. ¿Qué
ene que ver Colina con los mu lados? ¿Se
refiere a los pobres? ¿Se refiere a los
encarcelados? ¿Sugiere la unión de estos
grupos marginados? La verdad es que su
sen do - a menos que se trate de un gol de
media cancha de Opazo- no queda claro,
más aún cuando obedece a una inicia va de
la UDI, un par do pinoche sta que no se
caracteriza por su sensibilidad y compromi-
so con los condenados, un par do más bien
mu ladorquemu lado.
Con tales dudas en la cabeza me dirigí a las
inmediaciones de Chicureo Valley, donde se
Puente ecológico para pájaros.
Intento fallido en Lampa.
SergioSarmiento
In Situ
cancinomagrini.com
9. 7
encuentra una interesante propuesta de
los arquitectos Claudio Magrini y Emilio
Marín. Se trata de “Puente ecológico para
pájaros”, obra instalada hace pocos años
por inicia va del MOP y que consiste en
una serie de árboles metálicos cuyas
ramas con enen pequeñas pajareras. La
idea es que sirvan de refugio para las aves
que han visto interrumpida su ruta entre
los valles del Maipo y del Aconcagua, dada
la irrupción de múl ples carreteras. La
idea es atrac va tanto conceptual como
esté camente, aunque uno ende a
preguntarse por qué en vez de árboles
metálicos no se instalaron árboles
verdaderos. ¿Será que las aves de este
pirulo sector necesitan casas más sólidas
queelpromediodelasaves?
Desde Colina par a la comuna de Lampa.
Fui primero a Batuco, donde no encontré
ninguna escultura. Creo que vi un busto,
por ahí, de algún prócer, con el cráneo
agujerado, pero no estoy seguro. Después
me dirigí al pueblo de Lampa. Y otra vez
nada, solo el busto de O´higgins que dio
origen a este ar culo. Un O´higgins con
apendici s. Mi úl mo des no fue Lo
Pinto. Allí me encontré con una obra que
no aparece en Internet. Está ubicada en la
entrada de la carretera que va y viene de
San ago y conecta con Estación Colina, en
una pequeña plaza, siendo la cara de
entrada para quienes llegan por esta vía a
la comuna. La obra, lamentablemente, es
el trabajo de un amateur, un naif, que
alguna autoridad, pasada o actual,
emplazó en el espacio público sin enterar-
se de que la escultura es un arte. Lo que
intentaelcreadordelaobra,cuyo nombre
ignoro, pareciera, es simbolizar el origen
campesino de la zona. Para ello monta,
sobre un bloque de piedra, unas cuantas
ras de fierro que sos enen un sombrero
huaso de metal. El resultado es una obra
sin volumen, sin armonía, sin discurso, sin
propuestaesté ca.Enresumen,unbodrio
quenoresisteningúnanálisis.
Termino mi inspección -que no pretende
ser absoluta- con la sensación de que la
provincianohavaloradolaimportanciade
la escultura como mecanismo de iden -
dad, diálogo y reflexión, así como de
fortalecimiento del espacio público. La
presencia escultórica es escasa y salvo en
Colina, donde se aprecia una mayor
proliferación de este arte, en el resto del
territorio parece no pasar nada. En este
sen do, Lampa representa un caso
extremo, preocupante, donde la carencia
noesabsolutasoloporlapresenciadeuna
obra ridícula e infan l, una obra que debe
ser re rada de manera urgente, ser
fundida ahora mismo, antes de que siga
causando grave daño a las personas que
pasan por el lugar, arruinando su percep-
ciónesté ca.
In Situ
10. 8
Excavaciones
cerebrales
Zona de Resistencia
Por Aylin Jiménez
El calor líquido ha secado los jardines de
tantas casas pobres, resbalando por el
zinc, con tantas vidas tristes. El verano
pasa como cada verano, pero luego
acomoda su cuerpo de cebo infame y se
es ra, permaneciendo. El pueblo
polvoriento me mira como un lugar
musgoso amarillento pálido, en donde
pululan enormes deformidades apiñadas
en el desarrollo emocional, cerebral y
corporal de sus habitantes mudos. Hoy
arrastro mis pies arrugados: la quema de
cincuenta hectáreas en el cordón de
Chicauma, con todas aquellas especies
na vas muertas me hace sen r pánico de
vivir, pánico de seguir bajo el sol que llena
nuestros pensamientos de sensaciones
suicido-homicidas, pensamientos que se
ahogan de sudor y empobrecen nuestros
cuerpos. Arranco del pantano color
ceniciento, lleno mis ojos con el juego de
los sublimes espinos batallando, alcanzo
la carretera que nos une con San ago,
viajo por un mundo en ruinas, con Olmos
cercenados y enfurecidos, un cerro en
serio peligro de desgarro, retroexcavado-
ras y maquino-maniá cos que las operan,
pobres lombrices prisioneras de sus
necesidades consumistas, pobres
lombrices prisioneras del delirio progre-
sista y exterminador de la existencia
humana, pobres lombrices carcomidas
por el sueño neoliberal del alto norte,
pobres lombrices equivalentes a los
gerentes de todo lo que se ha levantado
en los bordes del camino: empresas
moledoras de vidas, fábricas extractoras
de empo y entusiasmo humano, ciudad
reforzada de cemento y fierro, pus
escondido en las napas subterráneas,
líquidos grasientos y drenados que
expelen olores profundos y desgarrantes,
fuertemente elevados con el paso de los
años y los obreros, que integran a sus
cuerpos el hedor, suben y bajan de los
buses, apurando el paso entregan sus
cuerpos al matadero, para ser procesa-
dos.
La maquinaria pesada fractura abiertamente nuestras erras,
nuestras mentes ingenuas, afila los cuchillos y cercena nuestros
bolsillos, con el negocio instaurado, tejiendo excavaciones
cerebrales en nuestras conciencias.
11. 9
Zona de Resistencia
Sigo en el camino, uno tras otro los carteles se
aparecen avistando excavaciones profundas,
perforaciones engranadas con fierro fundido, la
maquinaria pesada fractura abiertamente nuestras
erras, nuestras mentes ingenuas, afila los
cuchillos y cercena nuestros bolsillos, con el
negocio instaurado,tejiendoexcavaciones cerebra-
lesennuestrasconciencias.
Miro a los lados, enfermedades a colores manejan
autos, enganchan cambios de dis ntos tamaños y
aceleran dejando la voz del aceite quemado,
enfermedades compensadas con fármacos,
terapias, corriente, psicoterapia, yoga, es mula-
ción magné ca, terapia electroconvulsiva con y sin
diagnós co, avanzan y adelantan, con y sin
especialistas, desaparecen con y sin sistema de
salud, luchan por llegar al gran baile de la vida que
los espera eternamente y no alcanzan, corren
pegados a los excitantes fosforescentes conos, con
sus autos aceitados, alertados por carteles y
carteles, con sus papeles al día, conos y conos, con
las cuotas pagadas, autos y autos, con las deudas
alargadas, maquinas y maquinas, con sus muertos
enterrados, obreros y obreros, con los nervios
quebrados, camiones y camiones, con los niños en
la escuela, cadáveres de perros, con el miedo
integrado,bocinasybocinas,conlarabiainyectada,
desvíos y atochamientos, colapsos estancados en
un empo lento y putrefacto. Miro la na a y la
botella batallante, brotan a mi mente tantos años
de espera en la carretera que hoy palpo y me
pregunto si es este el momento sincero de iniciar la
lucha comba va, si es este el momento sincero.
Soloelcansancioresponde.
12. Entrevista
10
Daniel Marín, joven hiphopero de Lampa
Yo no quiero ser
Alexis Sánchez
Por Jaime Núñez y Sergio Sarmiento
La realidad, en las poblaciones de Lampa
es precaria. Hay basurales, venta de
drogas, tomas de terrenos, trabajos
precarios, soluciones habitacionales que
no solucionan nada, delincuencia,
alcoholismo, matonaje, educación sin
alma, mucha tele, autoridades distantes y
demasiado reggaeton. En este panorama
hay quienes resisten, quienes se rebelan
contra la realidad y usan su talento para
intentar despertar la conciencia de sus
vecinos. Son personajes inusuales, son
peces que nadan contra la corriente. Uno
de ellos es Daniel Marín, un joven hipho-
pero lampino de apenas quince años que
vive en una de las poblaciones más duras
de la comuna, El Pellín, lugar hacia donde
nos dirigimos para entrevistarlo y conocer
las razones que lo mueven a prac car este
arte que, como la manzanilla, crece en los
si os eriazos, en la bermade los caminos y
enotroslugaresolvidadosporlasociedad.
Orígenesyeducaciónchilena
Cuéntanossobretuorigen.
Bueno. mi nombre es Daniel Isaías Marín
Cañete, tengo catorce años y como
cantante de Hip Hop me llamo Broca,
llegué a este lugar por mi padre, quien
viajó desde el sur siendo un niño, primero
llegó a Recoleta para después buscar
SergioSarmiento
13. 11
Entrevista
futuro en Batuco, donde vivimos dos años
hasta que nos salió una casa en la pobla-
ciónElPellín.
¿Y cómo es vivir en una las poblaciones
máses gma zadasdeLampa?
Es di cil de describir, pero considero que
vivo como en la mayoría de las poblacio-
nes de clase baja, mi sensación es que me
siento desplazado de todo. Como te lo
digo, en realidad es ser un marginado,
pero de verdad, viviéndolo día a día, en un
lugar sin salida donde solo está la ley de la
violencia. A todos los jóvenes de la
población nos enen olvidados, niños
criándose sueltos, como salvajes en casas
pequeñas sin pa os, donde la calle es el
único lugar para diver rnos, donde las
drogas están al alcance de todos, donde
los niños de mi edad están absorbidos por
la pasta base que los mata papel a papel,
como una epidemia que se esparce en las
poblaciones.
¿Existe un control de las autoridades con
respectoalasdrogas?
Yo siento que no existe nada, de hecho los
pacos nunca entran a la población, no
enen autoridad en este lugar, solo
conozco los pacos reprimiendo, jamás
haciendo una ac vidad para formar
comunidad, solo control desde afuera
operado con toda la fuerza de la impuni-
daddelaleyenunconstantehos gamien-
to,reproduciendorabia.
¿Ycómoesturelaciónconlospacos?
Nefasta, en mi experiencia tengo súper
malos recuerdos. Una vez, en una marcha
por la gratuidad para la educación, me
pillaron los pacos y me trataron muy mal,
dehechoestuvepresosoloporquereruna
mejor educación. Los pacos me agarraron
y me llevaron a un calabozo donde
compar conpuraspersonasmayoresque
yo,personasqueteníanproblemaslegales
súper graves, como robo con violencia, de
hecho se querían robar entre ellos en la
misma celda. Los pacos me violentaron
sica y psicológicamente de manera
sistemá ca, no tenían ningún criterio con
que yo era un niño, me pegaron en las
piernas, me esposaron violentamente,
hicieron que me desnudara. Yo lloraba de
rabia e impotencia, me di cuenta que no
les importaba nada, solo les gustaba
ejercerlaviolencia.
¿Por qué par cipas en las marchas por la
educación?
Porque es muy relevante, ya que todo
nace desde la educación. Igual yo observo
que en el liceo donde estudio -que es
subvencionado, es decir, que supuesta-
mente es un poco mejor- no existe un
verdadero interés por educarnos, es
evidente que la plata recibida se fuga, se
usapararealizarunnegociopersonal.
Hoysehabladereformas¿Hasnotadoun
cambioeduca voenelúl mo empo?
El único cambio que puedo observar, para
mal eso sí, es que los profesores buenos
del liceo se aburren y se van, además de
que los sostenedores son puros negocian-
14. 12
tes que no sueltan la plata, no son capaces
de inver r en una biblioteca decente. Me
molesta mucho que todo esté basado en
una autoridad represiva, el director es un
po que administra su poder de manera
desmedida, no se puede cues onar o
preguntar nada de nada, solo habla él y
nosotros los alumnos escuchamos, lo
mismo que la enseñanza que imparten
algunos profesores que no enen
mo vación, que solo enseñan del libro,
uno les hace una pregunta y responden
que está en el libro, las pruebas son del
libro,escasiunmalchiste,peroesverdad.
¿Qué hacen tus compañeros ante este
problemaeducacional?
La verdad no les importa, la mayoría está
en el establecimiento obligado o para
terminarcuartomedioparatrabajarenlas
fábricas de la Panamericana. Igual yo los
en endo un poco, es un liceo de barrio
bajo, donde existe poca variedad de
alumnos, donde no tenemos muchas
alterna vas para desarrollarnos, por ello
la mayoría de mis compañeros siguen dos
caminos igual de ilusorios; por un lado los
hombres quieren ser depor stas po
futbolistas de la tele y ganar plata. Todos
quieren “hacerla”, como se dice, menos
yo, yo quiero estudiar, yo no quiero ser
Alexis Sánchez. Por otro lado está la
tentación de la droga, que siempre anda
rondado en todos los lugares. A las
compañeras, por su parte, solo les
interesa la tele e internet, ser populares
po estrellas de no sé qué, todos mis
compañeros están perdidos mirando otra
realidad,nosoncapacesdevercómoessu
vida, ni donde viven, ni el trabajo de sus
padres, nada. Toda mi generación está
como dormida, no existe una mo vación
o un ideal de lucha, siento que la tele y su
discurso adormeció todos nuestros
ideales, encerrando nuestras mentes en
undiscursovacío.
HipHop
¿Cómollegastealhiphop?
A los diez u once años, no recuerdo bien,
fui a Conchalí a vivir donde mi abuela unos
meses. Justo allí estaban haciendo un
taller, que lo dictaba Portavoz. Yo me me
ymedije"amímegustaesto".Megustaba
cómo sonaba, cómo estaba estructurado,
porque además de un es lo musical era
una cultura que tenía hartas ramas, hartas
formasdeexpresarse,desacarlaprotesta.
Me me en el taller y me puse a escribir.
Me dije "esto tengo que hacerlo porque la
prác ca lo es todo". Siguiendo eso me di
cuenta que uno puede expresar lo que
piensaconrimas.
¿Tecostóaprenderahacerrimas?
No, si cuando iba en tercero básico ya
había hecho una canción, aunque decía
puras tonterías: "Juanita, en la esquina,
vende cocaína". Ahora tengo un reperto-
rio de vein siete canciones. Cuando
quiero hacer una canción me mentalizo.
Entrevista
15. 13
Escribo, escribo. He escrito mucho, yo
revisoabajodemicamaysalenletras.
¿Cómomusicalizastuscanciones?
Con computadores y tutoriales. Además
en el taller de Portavoz me enseñaron a
hacer pistas, me explicaron que era un
bombo, una caja, también yo desde chico
tenía el ritmo del hip hop pegado en la
mente.Erasúperbásico pero fueelprimer
paso. Después seguí yendo a Conchalí,
pero íbamos a "fristalear", a improvisar, a
vecesestábamoscomosietehoraseneso.
¿Quépiensashacercontuscanciones?
Nada, las voy a dejar ahí, que pase el
empo, porque después uno va subiendo
el nivel y se da cuenta que a esas cancio-
nes les falta profesionalidad. Tampoco las
quiero regrabar porque yo sé que puedo
hacer proyectos mejores. De hecho, tengo
la intención de hacer un disco el 2017. Lo
haréconFranco,uncompañeroderuta.
¿Dequéhablaránenesedisco?
Casi todas mis canciones an guas eran
puro resen miento social, pacos culiaos y
cosas parecidas. Además estaban muy
mal grabadas. Ahora quiero trabajar un
es lo propio, más personal, hablando de
loquesientoydeloqueveo.
¿Dejastedeodiaralospacos?
No, si los odio, pero de otra forma y puedo
explicarlo mejor en las canciones, dando
eldatoyunarimadeloquehacen.
¿Dequé enequehablarunar sta?
Lo que yo escribo es siempre social,
porque un ar sta que no retrata lo que ve
y la actualidad de la clase, canta solo
fantasías.
Lampaylasociedadchilena
¿Cómoveslasociedadchilenadehoy?
Influida por modas, por cultura. Los
chilenos no se representan por su cultura.
Yo, en cambio, amo mi cultura, amo el ser
mapuche,amolasangre,amolaraza.
¿CómoesvivirenLampa?
Lampa está muerto, está muerto el
municipio, a la cabeza hay alguien que no
representa a nadie, personalmente no
conozco a ningún concejal, mi barrio es
tan marginal, tan pastabasero que ni
siquieraellosvanaofrecerse.
¿Quéteparecelaalcaldesa?
Laalcaldesaesunasinvergüenza,vendida,
men rosa. Mira lo del TAG, yo me acuerdo
cuando se sacó fotos con los concesiona-
rios y ahora sale con el No al TAG, mar-
chandodescaradamente.
¿Quéteparecelaoficinadelacultura?
Ellosmehandadohartoseventos,comola
Expojoven, donde canté hace unos meses.
Pero se mueven harto poco. Cuando canté
enlaExpojovenmedijeron:"nodigainada
contralaalcaldesa,nodigainada".
¿Qué habría qué hacer para mejorar la
calidaddevidaenLampa?
Que se vayan todos, que se vaya la
derecha, que se vaya la alcaldesa, que
debe tener la media casa, lleva como diez
añosahíjuntandoplataytodosigueigual.
Entrevista
16. 14
Arango y el Nadaísmo
Por Sergio Sarmiento
Día nublado. El sol tóxico del verano se ha
ido y una brisa fresca recorre Batuco. El
ambiente, además, está en calma. La
ruidosa alegría de las vacaciones ha
cesado. Niños, niñas y jóvenes se encuen-
tran ahora en sus establecimientos
educacionales, a cargo de profes, inspec-
tores, direc vos y demás os y as
guardianes del saber oficial, de la
ignorancia oficial, aprendiendo las
materias que les permi rán, en un
mediano plazo, conver rse en esclavos
con tulo, en esclavos técnicos o profesio-
nales, en esclavos cien ficos o humanis-
tas. Esclavos capacitados, no como sus
padres, rurales esclavos sin tulo que a
esta hora -y desde temprano- procesan
algodónenelparqueindustrial.
Me acerco a la ventana. Antes me sirvo un
vaso de mezcal. Una dosis pequeña,
razonable, solo lo necesario para calentar
motores. Descorro la cor na. La luz
exterior, por un momento, me ciega.
Después veo una loica. Está parada sobre
un poste telefónico. Tiene el pecho rojo
como el merquén. La miro hasta que
ex ende sus alas y volando se pierde bajo
las nubes. Se hace invisible, se esfuma. Su
libertad es total, me digo. Y siento un
montón de envidia. Después, pensando en
la situación de mis vecinos, me relajo. Soy
un esclavo, igual que todos, es verdad,
pero trabajo por horas, de preferencia
pocas horas, no a empo completo. Eso
me permite pensar y escribir. También
observar loicas –un martes cualquiera-
con un vaso de mezcal en la mano. He
cambiado plata por empo. Y si efec va-
mente el empo, como dicen los gringos,
esoro,hecambiadoplatapororo.
Me sirvo otro vaso de mezcal. Un vaso
pequeño,igualqueelanterior,conelfinde
mantener encendidos los motores.
Después voy a mi biblioteca. Quiero leer,
pero no sé qué leer. Miro los lomos de los
libros ofreciéndose como rameras en un
barrio rojo. Recorro tulos hasta que me
encuentro con un libro acerca de Gonzalo
En una Colombia controlada polí camente por la oligarquía, donde la
literatura y el arte -en general- aún no incorporaban las ideas de la
vanguardia, el nadaísmo viene a actualizar y refrescar las letras
locales. Pero no solo las letras, sino también la cultura del país
cafetero, que se hallaba impregnado de apolillado conservadurismo.
Retina
17. 15
Arango. Un libro que años atrás leí y cuya
existencia había olvidado. Lo abro en una
página cualquiera. Y me encuentro con los
siguientes versos del poeta colombiano
que, a fines de los años cincuenta, fundase
el nadaísmo: "Éramos reyes y nos volvie-
ron esclavos / Éramos hijos del sol y nos
consolaron con medallas de lata / Éramos
poetas y nos pusieron a recitar oraciones
pordioseras / Éramos felices y nos civiliza-
ron". Tomo el libro y lo examino con
detención. Fue editado en Bogotá, el año
1989, por Procultura. Su tulo es "Gonzalo
Arango" y su autor es otro escritor nadaís-
ta, Eduardo Escobar. Su índice revela
secciones que hablan del movimiento
nadaista y de la vida y obra de Arango.
También una breve antología de sus
poemas y otros escritos, así como una
cronología de los principales hechos que
marcaron la existencia de este poeta,
narrador y dramaturgo nacido en
An oquía(1939)ycuyaobrahasido,como
la de muchos otros autores la noamerica-
nos,pocodifundidaennuestropaís.
Salgo al pa o. El cielo está completamente
blanco. Acompañado ahora de la botella
de mezcal –el vaso es pequeño y además
poco seguro- me dirijo hacia la línea férrea
que se encuentra junto al humedal de
Batuco. He decidido leer, más bien releer,
allí el libro acerca de Gonzalo Arango,
haciéndolehonoralcompatriotadeGarcía
Márquez, quien gustaba leer a Platón
cerca de un río de su pueblo, uniendo agua
y literatura. El camino, lamentablemente,
es complicado. La proliferación de loteos y
condominios hace que cada vez cueste
más llegar de un punto a otro. Cercos y
panderetas aparecen a cada rato. A veces
creo estar en medio de cientos de campos
de concentración, cientos de Auschwitzs
en miniatura donde se mar riza y elimina
a las especies na vas, que son quemadas
en hogueras o arrasadas con retroexcava-
doras, reemplazándolas por largas
extensionesdepastoarribista.
Llego a la línea férrea. Miro si viene el tren.
Y como no viene, al menos no escucho su
pitazo, me siento sobre los durmientes. Y
bebo un trago de mezcal. El gusano,
encerrado en la botella, me mira con sus
muertos ojitos negros. Después, leo. Leo
sin éndome casi libre. Más libre al menos
que el gusano. Las primeras páginas
hablan del nadaísmo. Movimiento que
surgió en 1958, en Medellín, con el
Gonzalo Arango
gonzaloarango.com
Retina
18. 16
lanzamiento del manifiesto nadaísta por
partedeGonzaloArango,un podeorigen
rural formado, como todos por ese
empo, en un ambiente donde predomi-
naban las ideas tradicionalistas y el
catolicismo. En una Colombia controlada
polí camente por la oligarquía, donde la
literatura y el arte -en general- aún no
incorporaban las ideas de la vanguardia, el
nadaísmo viene a actualizar y refrescar las
letras locales. Pero no solo las letras, sino
también la cultura del país cafetero, que se
hallaba impregnado de apolillado conser-
vadurismo. En ese sen do, el nadaísmo no
determina como su campo de acción solo
la literatura o la esté ca, sino también lo
espiritual, lo polí co y lo social. Sus
integrantes detestaban el orden instaura-
do, orden que, según Escobar, "apestaba a
cucarachas sudadas, a regimiento, a
sotanas sacrílegas, a maquinaciones
polí cas, a literatura rosa". Por tal mo vo
aspiran a realizar una revolución po
surrealista,esdecir,nosolounarevolución
literaria, sino una revolución total de la
vida y del espíritu. "Mi literatura está
ahora al servicio de estas convicciones
que, a pesar de su aparente idealismo, son
ante todo profunda libertad, libertad
comprome da con un presente", señala
Arango,citadoporelautordeltexto.
Fernando González, poeta mayor, pero
cercano al movimiento, refiriéndose a la
juventud de la época escribe: "Nacen para
estudiar, estudian para conseguir trabajo,
trabajan para casarse, se casan para tener
hijos y enen hijos para morirse. Están
muertos desde el principio". Tal es el clima
de rebeldía en que se desarrolla el nadaís-
mo. Una rebeldía contra un sistema que
ayer (y hoy, aunque con métodos diferen-
tes) intenta apoderarse de la vida de la
gente, transformándola en fuerza de
trabajo, en músculo apretado sin cerebro
ni alma. En ese contexto es esclarecedor
señalar que Arango renunció a sus estu-
dios universitarios de derecho, donde
cursaba el tercer año, porque "lo querían
graduardeimbécil".
El movimiento se extendió por todo el
país. Las conferencias mediante las cuales
se daba a conocer, generalmente en
universidades, fueron perseguidas por la
policía de la época, configurándose un
mundo anormal, donde la poesía era
considerada subversiva. Y no solo por los
representantes del orden instaurado, sino
también por las fuerzas progresistas de la
época, que los calificaban como un riesgo
para la población. De todas formas,
Arango logró difundir su literatura forman-
do seguidores y grupos literarios afines en
diversas ciudades, adquiriendo populari-
dad a nivel nacional y desempeñándose
como periodista en diarios locales. Su
fama llegó a tal punto que hasta un
conocido grupo "a go go" de la época hizo
un disco nadaísta, incluyendo una canción
Retina
19. 17
escrita por Arango. La fama, en todo caso,
no fue gra s, pues Arango estuvo varias
veces preso, dado que fue considerado un
peligropúblico.
Un sol mido asoma. El día se vuelve bio,
abrasador. He leído ya las páginas apasio-
nadas, cariñosas, medianamente irónicas,
que Escobar escribiera recordando a
Arango, quien falleció el año 1976 en un
accidente automovilís co, poco después
de renegar de las ideas del movimiento
que él mismo formase y volverse un
mís co religioso. Pero esa es otra historia.
Por ahora leo los poemas de Arango. Y me
encuentro con una poesía transparente y
rebelde, conectada con el surrealismo, el
dadaísmo y la poesía beat, así como con la
causa la noamericana. Hay frescura -casi
naif- en las palabras del poeta que defien-
de constantemente su libertad y una
suerte de indiferencia ante su ignorancia
meta sica: "Iba los domingos a los
cementerios / y cuando no tenía nada que
hacer / que era siempre / iba en los días de
semana / allí aprendí y olvidé muchas
cosas: / que vivir no es importante / y que
estarmuertotampoco".
Escucho la sirena del tren. Me levanto.
Estoy mareado. El mezcal ha hecho efecto
ymecuestasalirdelavía.Meparosobreel
ripio que rodea la línea. Veloz, estruendo-
sa, monumental, la máquina de hierro
pasa ante mis ojos, haciendo temblar la
erra. Después, dejando atrás rieles y
durmientes, regreso a casa. Yendo por
entre los cercos, me pregunto, como
Arango, "¿por qué hay cosas y no más bien
nada?", pregunta que dio origen al
nadaísmo. Sin respuesta, al igual que el
escritor colombiano, con núo andando,
me muevo atravesando un montón de
Auschwitzs cubiertos de chépica alemana
hasta llegar al poblado donde vivo. Un
pueblo fantasma cuyos habitantes aún se
encuentran encerrados en los campos de
algodón y en las aulas enrejadas. Todos
cantando los himnos oficiales, todos
alabando el emprendimiento y la indus-
tria, la tecnología, el amor a la patria y
otras sandeces. Miro la botella de mezcal.
Está casi vacía. Al fondo, el gusano me
sigue mirando con sus ojos muertos. Tal
vez quiera ser un cadáver libre, no un
cadáver embotellado por la industria
licorera. Arrojo, entonces, lo que queda
delcuatealcoholsobrelaorilladelcamino.
El gusano cae sobre el pasto seco. El
gusano es un cadáver libre. Sigo caminan-
do. Pienso entonces que hace falta, en
Chile, un movimiento que libere a los
embotellados por el poder, un golpe al
es lo nadaísta que sacuda este país
controlado por la versión moderna de la
oligarquía -el duopolio- siguiendo la voz de
pos como Arango, quien alguna vez
escribió que “no es el combate el que hace
de nosotros ar stas, sino el arte lo que nos
obligasercomba entes”.
Retina
20. 18
Los Nadaístas
Por Gonzalo Arango
Los nadaístas invadieron la ciudad como una peste:
de los bares saxofónicos al silencio de los libros
de los estadios olímpicos a los profilác cos
de las soledades al ruido dorado de las muchedumbres
de sur a norte
al encenderse de rosa el día
hasta el advenimiento de los neones
y más tarde la consumación de los carbones nocturnos
hasta la bilis del alba.
Va solo hacia ninguna parte
porque no hay si o para él en el mundo
no está triste por eso
le gusta vivir porque es tonto estar muerto
o no haber nacido.
Es un nadaísta porque no puede ser otra cosa
está marcado por el dolor de esta pregunta
que sale de su boca como un vómito bio
de color malva y emocionante pureza:
“¿Por qué hay cosas y no más bien Nada?”
Este signo de interrogación lo dis ngue
de otras verdades y de otros seres.
El es él como una ola es una ola
lleva encima su color que lo define revolucionario
como es propia la liquidez del agua
del hombre ser mortal
del viento ser errante
del gusano arrastrarse a su agujero
de la noche ser oscura como un pensamiento
sin porvenir
Extra tosc
21. 19
Ha teñido su camisa de revolución
en los resplandores de los incendios
en el asesinato de la belleza
en el suicidio eléctrico del pensamiento
en las violaciones de las vírgenes
o simplemente en el barrio pobre de los ntoreros.
Lleva su camisa roja como un honor
como un cielo lleva su estrella
como un semáforo produce su luz intermitente
de catástrofe
como una envoltura de “pall-mall”
perfumando su pecho de adolescente.
El Nadaísta es joven y resplandece de soledad
es un eclipse bajo los neones pálidos
y los alambres del telégrafo
es, en el estruendo de la ciudad
y entre sus rascacielos,
el asombro de una flor teñida de púrpura
en los desechos de la locura.
gonzaloarango.com
Extra tosc
22. Extra tosc
20
Tiene el peligro de los labios rojos y los polvorines
mira los obje vos con ojos tristes de aniversario
es el terror de los retóricos
y los fabricantes de moral
es sensi vo como un gonococo esquizofrénico
inteligente como un tratado de magia negra
ruidoso como una carambola a las dos de la mañana
amo nado como un olor de alcantarillo
frívolo como un cumpleaños
es un monje sibarita que camina sin temblor
a su condenación eterna
sobre zapatos de gamuza.
Sufre el vér go de los sacudimientos
electrónicos del jazz
y las velocidades a contra-reloj
corazón de rayo de vol o que estalla
en el parabrisas de un Volkswagen
deseando la mujer de tu prójimo.
Se aburre mortalmente pero existe.
No se suicida porque ama furiosamente fornicar
jugar billar-pool en las noches inagotables
brindar ron en honor a su existencia
es rarse en los prados bajo las lunas metálicas
no pensar
no cansarse
no morirse de felicidad
ni de aburrimiento.
Es espléndido como una estrella muerta
que gira con radar en los vagos cielos vacíos.
No es nada pero es un nadaísta
¡Y está salvado!
Tomado de: Gonzalo Arango - Eduardo Escobar - Procultura - Bogotá, Colombia - 1989
23. 21
A propósito de un texto de Servando Rocha
Experiencia Caníbal
Por Barón Cósimo
Marzo 16
El escenario en que me encuentro es una
habitación casi vacía, no existe nada, solo
un gran y desocupado espacio. Estoy
evidentemente agotado de estar en la
misma posición durante horas, me duele
la vista, la lectura me hace sen r el
cerebropesado,casiapuntodeestallar.La
puerta está cerrada por dentro con una
cerradura metálica que ene una llave
inserta, de la cual cuelga un llavero
plás co carcomido por la mugre, la llave
está dispuesta, preparada para abrirse en
cualquier momento. No sé bien qué hora
es, pero la iluminación del lugar es de una
ampolleta que irradia una luz bia,
amarillenta, que en su incandescente
irradiación deja ver agónicos parpadeos.
Una ampolleta colgada como un cuerpo
luminoso en el centro de la habitación,
rodeada de pequeños e insignificantes
mosquitos nocturnos, que encandilados
por su ar ficio chocan con su propia
ilusión.Elaire,además,estáviciado,como
queriendo escapar por algún lugar, pero
todoestácerrado,protegido.
Marzo 17
La misma escena reiterada. Mi brazo se
ex ende casi por inercia, tantea la
superficie, coge un libro de tantos, como
un ins nto aprendido. Lo acerco casi hasta
la cara, lo hojeo con cuidado, lo acaricio y
paso mis manos lentamente por la
portada, pienso ahora eres mío. Lo dejo a
un lado, reviso las anotaciones en papeles
sueltos, sacadas de una resma de hojas
filosas, borrones y más borrones, en una
letra incomprensible. Junto a mi tengo
tres laminas impresas con imágenes, que
miro con obsesión, las acaricio con cariño,
observo cada detalle, me interesan los
pequeños detalles, me siento absorbido
anteimágeneshipnó cas.
Retomo el libro nuevamente, me tomo la
cabeza al no encontrar una salida. Pero de
El libro me recuerda a otros textos canallas como “La historia de la infamia”,
“La sinagoga de los iconoclastas”, incluso “La literatura nazi en América”, pero
con un toque mayor de subversión, algo que me inquieta, que me revienta el
cerebro, una cierta construcción de una maquinaria significante del crimen y
por supuesto algo aterrador, algo inquietantemente real.
Diario de la Furia
24. 22
algún modo con núo, aunque esté
cansado y has ado, disfruto del silenciode
releerellibroacasidoscen metrosdemis
ojos. El texto que examino con obsesión se
llama “La Facción Caníbal, Historia del
Vandalismo Ilustrado”, una obra extraña
en cierta manera, llena de fotogra as
perturbadoras, que parece más un
prontuario criminal que un libro. En su
portada aparece la foto de una mujer con
labios rojos, fuertes, atrayentes, casi
lascivos. Su rostro ene una mirada
violenta, desafiante, llena de odio
retorcido. Luego sabré que la foto corres-
ponde a Myra Hindley, quien entre los
años 1963 y 1965 en Inglaterra, junto a su
pareja, establecieron prac cas radicales
de sado-masoquismo, además del
secuestro, asesinato y tortura de niños,
vinculándose incluso con hechos de
canibalismo. La miro: sus ojos son ardien-
tes, esconden un ansia por la destrucción
quemefascina.
Marzo 19
Retomo mi lectura. El autor del libro es
Servando Rocha, su tesis principal es
plantear una historia del vandalismo, el
crimen y todo acto subversivo -donde
incluye el terrorismo- como un acto
esté co. Su metodología es encontrar
pasajes secretos, viajar por alcantarillas de
una historia retorcida, como un artefacto
literario vivo, donde no existe una secuen-
cialidad histórica, sino una forma enreda-
da, la cual salta de un tema a otro buscan-
do las minúsculas conexiones de una
realidad silenciada, mirando el pasado
desde pequeños lugares que nos llevan
hacia la formación de un nuevo pasado, un
pasado violento y desencarnado por
donde desfilan poetas de vanguardia,
punkies, polí cos, criminales, asesinos,
músicos, terroristas, todos con una
profundabellezademoniaca.
Tejiendo una historia canalla, escrito en
forma de ensayo, mezclando la historia, la
literatura, la cultura pop y la música, el
libro genera un diálogo perturbador entre
elpasadoyelpresente.Lamayorhabilidad
del autor está precisamente en la configu-
ración de diversos escenarios, tanto de
temas como de épocas, sostenidos solo
por el delgado hilo de la subversión,
unidosenunacronologíacaó ca.Suteoría
central busca una esté ca del crimen, una
poé ca del asesinato, una belleza
monstruosa, una lírica vandálica, una
vanguardia terrorista. Es por esto que el
libro me recuerda a otros textos canallas
como “La historia de la infamia”, “La
sinagoga de los iconoclastas”, incluso “La
literatura nazi en América”, pero con un
toque mayor de subversión, algo que me
inquieta, que me revienta el cerebro, una
cierta construcción de una maquinaria
significante del crimen y por supuesto algo
aterrador,algopreocupantementereal.
Diario de la Furia
25. 23
Marzo 20
El libro comienza con dos historias pertur-
badoras, dos eslabones olvidados de una
historia criminal. En los inicios de la época
moderna, específicamente años antes de
la Revolución Francesa, en Londres se
emprende una gran revuelta (Gordon
Riots). La ciudad arde de manera sublime.
Entre la mul tud que grita de rabia, bajo
antorchas que iluminan los callejones en
una fría noche, está el joven poeta William
Blake, quien se sumará a un grupo de
agitadores radicales: “se destruyeron más
de un centenar de viviendas pertenecien-
tes a la aristocracia y la Iglesia, además de
media docena de prisiones, que ardieron
porcompletosiendosuspresosliberados”.
El poeta siente gran placer ante este acto
criminal,yparecieraqueladestrucciónyla
inminente reducción de todo el pueblo a
cenizas se presenta ante él como una
revelación. Se arrodillará y pedirá la
llegada del ángel vengador. En sus versos
nos dirá: “Camino por todas las calles con
fuero / junto al lugar donde fluyen los
privilegios de Támesis / y observo en todas
caras que veo / signos de debilidad, signos
de congoja / En cada lamento de cada
hombre/enelgritodemiedodecadaniño
/ encada voz,encada pregón / escucho los
grilletes forjados por el pensamiento /
Cómo en el lamento del deshollinador /
desmaya cada Iglesia oscurecida / y el
suspiro del soldado desdichado / corre
como sangre cayendo de los muros del
Palacio”.
Marzo 21
El libro, aparte de los textos, con ene
imágenes caníbales. Miro, ahora, fijamen-
te la lámina n°1, en ella el fondo es oscuro;
en el centro y casi cubriendo toda la
impresión, una figura desproporcionada,
gigante, de un dios anterior a todo, está
desnuda, su cuerpo es fuerte, sus ojos
desorbitados de rabia miran hacia abajo,
entre sus colosales manos comprime un
cuerpo que está desmembrado por la
Diario de la Furia
26. 24
furia, su boca es enorme y la abre con
desesperación, entre su dientes engulle a
quien fuere su hijo, mas cando hasta
triturarlo. Por otro lado la víc ma,
des nada a saciar el hambre infinita, es de
frágil anatomía; su cuerpo cuelga suspen-
didocomounamarioneta,lefaltansusdos
brazos y también la cabeza. Su sangre, roja
e intensa, lentamente comienza a recorrer
sumu ladocuerpo.
Marzo 23
Nueve años más tarde del incidente donde
par cipara William Blake, en otro asalto a
una prisión, esta vez en la Francia de la
Época del Terror (1793 – 1794), antesala
de la época Moderna, una mul tud de
personas arrojadas por la indignación
toman Paris, junto al “incorrup ble”
Robespierre, el cual maquillado de un
blanco sepulcral, será acusado incluso de
devorar a sus víc mas. Junto a él nace el
“arcángel del terror”, Saint-Just, revolucio-
nario radical y par cipe de los ajus cia-
mientos públicos, cuyo rostro pálido se
hallaba teñido de un extraño aire aristó-
crata. Ambos caminan por las calles
arrastrando la muerte en sus pasos, el
operador de miles de ejecuciones,
sublimando placer al determinar la
muerte,antelaguillo nasearrodillacomo
rezando a un dios en el que no cree,
extasiado ante el espectáculo de la
muerte. Las cabezas clavadas en grandes
lanzas recorren la ciudad junto a un grupo
depersonasdeseosasdemuerte,desatan-
do su profundo odio, oscureciendo el
despertar de un nuevo orden -la democra-
cia- que deja atrás las cadenas. La nueva
sociedadmodernanacedelterror,delacto
de devorar al enemigo, del saqueo, de la
destrucción,delahermosasubversión.
Marzo 24
Con mi mano temblorosa sujeto la lámina
n°2, me la acerco a los ojos para verla en
detalle. Su impresión es de mala calidad.
En la hoja existe un dibujo grabado,
formado por oscuras líneas, que llenan
toda la página. En primer plano veo una
persona recostada; con sus brazos cubre
su cabeza dormida como intentado
protegerla de los sueños de la sinrazón,
inerte, en una posición confusa, su cuerpo
está en calma. Sobre su cabeza una serie
de seres oscuros perturban la impasibili-
dad, búhos deformados asedian la calma,
en el extremo inferior del grabado dice
"Caprichon°48".
Marzo 26.
Observo la lámina n°3, en ella aparece la
escultura en piedra de un ángel, a la cual le
falta su cabeza y sus brazos, miembros
mu lados por el empo, sus alas están
extendidas sobre un cuerpo femenino, la
figura camina contra, al parecer, un fuerte
Diario de la Furia
27. 25
viento marino que comienza su degrada-
ción. Sus ropajes se entretejen sobre sus
pies, intenta avanzar pero sus alas impiden
el avance, sin endo la intensa sensación
del viento que parece real, los pliegues y
arrugas parecieran ser dinámicos. En una
piedra inmortal, se capta la fugacidad de
uninstante,lasensacióndelinfinito.
Marzo 28
“La Facción Caníbal” teje un delicado y
subversivo hilo narra vo acerca del
vandalismo engendrado desde los inicios
de la época moderna hasta los atentados
terroristas en EEUU, todo con un sen do
común: el intento de perturbar al especta-
dor. Si “la vida imita al arte” no es raro que
grupos de vanguardia se propongan la
alteración total de la destrucción de una
sociedad psicó ca como la actual. Grupos
alterados por un dominación desmedida
reaccionan de manera esté ca ante el
poder: punk, poetas y delincuentes son
mostrados en el escrito como agitadores
radicales, con una hermosura que roza la
destrucción, todo el libro está plagado de
referencias del arte como espectáculo del
mal.Dejalalecturaypiensoenelentrama-
do literario que con ene el texto, una
suertedelaberintoconespejosdefantasía
que distorsiona todo el pasado, reflexiono
que cada buen libro ene algo de
subversivo, algo que le impide ser leído,
resis do al sistema de masas, proponien-
do su propio orden, retorciendo su lugar
designificaciónparaalterartodo.
Marzo 29
Acabo de terminar “La Facción Caníbal” y
comocasisiemprequeseacabade leerun
libro de manera frené ca, se siente un
vacío, un sensación de inexistencia, como
si el libro succionaría toda nuestra expe-
riencia y se nutriese de nuestra vida, una
especie de súcubo que se alimenta de
nuestras fantasías. Desolado me arrastro
hacia una silla y prendo el televisor para
escuchar el ruido, deben ser las doce de la
noche, en la tele las no cias muestran
algunas manifestaciones en las poblacio-
nes: tomas, neumá cos encendidos con
rabia, miro fijamente la imagen, el
conductor de las no cias sale en un
recuadro en la parte inferior de la pantalla,
unas letras negras, bajo un fondo rojo
dicen“TerrorenSan ago”.Enlaimagenen
vivo, la luminosidad de los neumá cos
encendidos genera un clima bio en una
fría noche, las llamas de las barricadas
arden solo para mostrar siluetas violentas,
jóvenesquecallansusgritosconpañuelos,
jóvenes que como jugando a ser otros,
corren, destruyen, en una coreogra a
exacta e infinita, alejándose del lente
acusador. Asediados por el control, en la
inmunidad del anonimato, sueñan vivir su
propio momento de canibalismo, devo-
randounasociedadquenolespertenece.
Diario de la Furia
28. Retratos
26
Niña caminante
(De los bolsillos se te va la vida)
Por Melody Valenzuela
Le brota a rayas la saliva por los labios resecos anaranja-
dos, camina con los pies enlozados chocando uno a uno
sobre las piedras, gritando sola palabras de otro origen,
lenguas extrañas, habladas hace miles de años en tribus
nauseabundas. Con un brazo caído muerto rígido y el
otro firme en su redondo vientre, dando pequeños
saltos a cada paso, con movimientos exagerados,
avanza con los cabellos despeinados, con la erra suelta
levantada y la ropa desaliñada, con la mirada inquieta
distraída abandonada. Esperando vulnerable alguna
amigaquenoexisteynoexis rá,alguienquelaescuche,
que no vista de blanco y huela a anestesia, alguien que
en enda lo que necesita hablar, que no sea aquel
abuelo, casi extraño, que vive junto a ella y que turbado
duerme apegado a su cuerpo, repi endo siempre un
vacío e infame sí, que no sea siquiera toda esa gente
pueblerina que la mira casi apenada, casi asustada,
desviando sus propias obsesiones, desolando sus
energías y cargando con el peso de las ojeras, de la
neurosisylaparanoia.
Mis ojos me han mostrado algunas veces, niña, esas
mismas miradas confusas vergonzosas, me he sen do
igual caminando incomprendida, con mi mirada
miserable abandonada y el cuerpo enfermo tan enfer-
mo y mucho más, las palabras extrañas, la saliva a gotas
y la pena a rastras, enferma de la mente avergonzada
suciaysola,mehesen docomonosedebesen r.
29. 27
Hoy te veo verde soñadora, entre tus manos una
cuchara que proyecta un hilo de sol te envuelve los
dientes y el pelo, manteniéndote en diluvio contraria-
da. Es de la mente gritaban unos niños; es de-mente y
los miré fundida en lágrimas, carente fraccionada, con
una cierta locura temporal extraña decepcionante y
con ganas de tomarte de una mano y viajar soñando,
volviéndonos un par de pros tutas santas, volar por el
pantano cazando esqueletos fúnebres, quise tanto
sen r la bieza de tus venas en mis palmas, más no
pude tocar tu mano vegetal y me senté a rayar líneas y
dibujosconmicaraborrosa,adescribircomosetevala
vida por los bolsillos con tu enfermedad extraña, en
este pueblo hundido, lleno de gente compungida que
teje ropas a la muerte y entona las expresiones más
desoladas, donde todos habitan ventoleras y plagas de
flores maduras que brotan en el inconsciente, pueblo
trastocado delirante convulsivo, no como tú, mi niña,
caminantefloridailuminada.
Retratos
30. Narrativa
28
Ha llegado el empo de desaparecer,
piensa.Enseguidatratadetransformaresa
idea, que le parece fome, en un acto
concreto, real o literario. Y como no se le
ocurre nada, la inspiración ha huido, se
queda pegado mirando la muralla de su
pieza,queestállenadezancudos muertos.
Hace unos días una plaga de zancudos
asoló el sector rural donde vive, y se vio
obligado a aplastar los insectos con un
periódico. El asunto fue tan grave que, en
un descuido, pasó a llevar una reproduc-
ción de Carlos Arteaga, el talentoso pintor
Arteaga, héroe nacional promovido por La
Tercera y La Segunda, dejando la pared
vacía. Le gustaba esa pintura. Era una
especie de Guernica aplicada a la realidad
chilena. A la marginalidad. A la copia.
Ahora no le gusta. Ahora anda de mal
humor. Y no ene ganas de reinstalarla. De
volver a colgarla del clavito de dos pulga-
das donde se hallaba suspendida. Se dio
cuenta que la escritura no le funciona. Tal
tragedia ocurre cada vez que piensa
seriamente en la nula respuesta que su
obra ha recibido. En tales ocasiones siente
que debe hacerse polvo, morir. Claro,
porquelaliteratura,suamada,nolopesca.
Seguro que anda con otro, con un hijo de
puta que la lleva del brazo, que baila con
ella, que la besa y se la monta. Hecho
cierto: no ha ocurrido nada con su narra -
va. Nadie lo pesca y piensa en el suicidio.
Quiere desaparecer. Anhela desaparecer.
No ha pensado -quizá mañana o pasado lo
haga- que no puede desaparecer porque
para desaparecer hay, primero, que
aparecer. Hay que encenderse, flamear,
hayquedespediralgúnbrillo.
Está mirando los zancudos muertos. Ve
manchas de sangre. Ve patas. Ve alas. Ve
cabezas retorcidas. Tras unos quince
minutos de fija observación, de abandono
o concentración máxima, quién sabe,
autómata se dirige al cuarto de las herra-
mientas y toma un serrucho y un mar llo y
unas puntas y unos listones delgados -
restos de algún trabajo domés co- y los
lleva al pa o. Sobre una viejo mesón de
madera se pone trabajar. La idea de
desaparecer, por el momento, ha desapa-
Zancudos muertos
Por Enrique Atenas
Baja la cabeza. La deja caer como quien fue guillo nado. Y se queda así
un rato. Después, alzando la testa más de lo necesario, sigue ordenando las
herramientas y los materiales. Desde lejos parece un robot melancólico,
un juguete mecánico construido para sufrir.
31. Narrativa
29
recido. Es un ente. Existe porque no piensa, pero existe. Y mientras
la radio de algún vecino expide una vieja canción de Buddy Richard,
toma medidas, aserrucha, clava, deteniéndose de vez en cuando a
fumar un cigarrillo. A las cinco de la tarde su hijo llega del liceo. Es un
moreno de pelo corto, nariz ancha, ojos negros y labios delgados
como juncos. Se parece mucho a su padre. Es el igualito a, dicen los
chistes vulgares de los parientes, quienes agregan que, con tal
evidencia, nunca podrá alegar que su mujer lo engañó, que le me ó
ungol,comosedice.
Están frente al mesón. Hablan, ges culan, miran el cielo.Después se
concentran en el trabajo del padre, quien explica -con mucha
seriedad- la tarea emprendida. Al rato el adolescente se aleja. La
casa lo traga, lo muerde, lo digiere. Es momento de seguir trabajan-
do.BuddyRicharddejadesonar.AhorasuenaJuanBau,otrareliquia
roman cona, en este caso un español que canta una canción
dedicada a una tal Natacha. Pasa un avión. Pasa un anciano en
triciclo recolectando fierros y latas en desuso. Lo ve pasar. Lo sigue
con la mirada pensando que, si tuviese empo, podría regalarle
algunos objetos obsoletos. La vieja salamandra, por ejemplo, que se
oxidóyyanosirveparanada.Algúndía,promete,lohará.Lohará-se
autocorrige al instante- si sigue vivo, si no opta, ahora mismo, o
mañana, o pasado mañana, por desaparecer, por volverse un
pedazo de nube fugi va. Vuelve al trabajo. Empuñando el mar llo
da unos cuantos golpes y al rato la obra está lista. El resultado de su
esfuerzo es un marco vacío, pieza que lleva a su cuarto e instala
sobre la muralla, dejando una zona tupida con sangre y restos de
zancudosenelcentro.Cabezas,alas,patas,vísceras.
Se aleja y mira la obra desde lejos. La aprecia. Hace un gesto de
aceptación. Llama, enseguida a su hijo, quien, al ver la creación
paterna, mueve la cabeza hacia los lados, al empo que una mueca
burlesca aparece en sus labios juncos. Le da lata tener un papá que
se las dé de genio incomprendido. A veces piensa que el hombre
debería irse de casa. No sabe cómo su mamá lo acepta. Su mamá
32. Narrativa
30
que está en la oficina de don Alamiro
Méndez, corredor de propiedades de la
zona, sacándose la cresta desde las nueve
de la mañana. ¿No sería mejor traer un
paño húmedo y limpiar el muro? ¿No sería
mejor buscar un empleo y abandonar la
obsesióndeserunar sta?¿Noseríamejor
que fuese como todos los padres del
barrio, que se levantan temprano, toman
el bus y cuidan sus empleos? La palabra
finiquito aparece, en ese momento, en sus
pensamientos. Desde niño que la escucha.
Su padre vive en las notarías, cobrando
finiquitos, dado que dura poco en los
empleos, es rebelde, es poco estructura-
do,carecededisciplina.
Su hijo ha regresado a su cuarto, donde
chatea con una rubia danesa que estudia
español.Él,entretanto,retornaalaideade
desaparecer. La leve distracción ofrecida
por su nueva obra de arte, que inscribe en
el ítem "instalaciones", considerándola
ampliamente superior a la pintura de
Arteaga -más original, al menos- se ha ido.
Sabe que no solo es un gran escritor. Sabe,
además, que es un gran ar sta. Sabe que
podría hacer instalaciones poé cas (como
la que acaba de hacer) superiores a las que
el viejo Nicanor ofrecía años atrás. Todo
eso, sin embargo, no es suficiente. Su
literatura no atrae a la gente. No es que
exista, en Chile, una mul tud de lectores,
pero hay lectores. El problema es que
están engañados. Se informan a través de
los medios de prensa. La prensa chilena
que es una ramera más sucia que el mismo
papa, que Angela Merkel, que Obama, que
Pu n. Recuerda entonces, enrabiado, una
novela de Álvaro Bisama, un supuesto
escritor chileno, en realidad un idiota
presuntuoso, arrítmico y facilón, se dice,
complaciéndose en ese decir, que leyó
empo atrás. Se trataba de un bodrio
periodís co disfrazado de novela, con
comentarios de contratapa como de
novela, con reseña en los diarios como de
novela,quetratabaeltemadelasaparicio-
nes de la virgen de Villa Alemana en
empos de la dictadura. No entendía
cómo escritos de ese po -simplones, sin
profundidad- podían ser considerados
literatura. O arte. Y venderse. Y salir con la
literatura. Y besarla. Y montarla. Eso lo
enerva.Esolohaceapretarlospuños.
Vuelve al pa o. Y mientras ordena las
herramientas y los restos de madera que
usó en la instalación, piensa que debe
autoeliminarse. No hay que dilatar más las
cosas. Es lo único que le queda. Ha llegado
a un callejón sin salida: no ene energías
para emplearse en un trabajo de mierda,
ahora todos los trabajos son de mierda,
mierda funcional, opera va, sin crea vi-
dad, además mal pagados, más para quien
nosacóun tulitotécnicoouniversitario,y
por otra parte su gran apuesta, su literatu-
ra nacida de la autoeducación, de la
persistencia, de la pasión, se man ene en
33. 31
Narrativa
el anonimato. Ha publicado cuatro novelas en quince años. Todas
auto editadas. Y solo el silencio le habla. Recuerda, fugazmente, a
Luis Cornejo, un escritor alejado de los círculos oficiales, un escritor
de la calle como Luis Rivano o Armando Méndez Carrasco, vendien-
do sus libros en una mesita - po pupitre escolar- en las afueras de la
catedral de San ago. Lo ve como una salida. Y se esperanza. Cinco
minutos. Enseguida se desilusiona. Se dice que él no sería capaz de
tal hazaña. Él no ene espíritu de comerciante. Después reniega en
contra de la universidades, que no inves gan, que solo se dedican a
promover a sus ex alumnos, favoreciendo eso que -leyó por ahí- se
llama"capitalismoacadémico".Elproblemadefondoeslaplata.Las
universidades necesitan plata. Él mismo necesita plata. Con plata
podría seguir escribiendo, le daría lo mismo, a fin de cuentas, que
nadie lo leyera. Tendría, por úl mo, una relación platónica con la
literatura.Unarelaciónamorosasinsexo,sinmontadas.
Baja la cabeza. La deja caer como quien fue guillo nado. Y se queda
así un rato. Después, alzando la testa más de lo necesario, sigue
ordenando las herramientas y los materiales. Desde lejos parece un
robot melancólico, un juguete mecánico construido para sufrir. En
eso está cuando recuerda un cuento de Borges, ficción que como un
relámpago malévolo ilumina sus oscuras reflexiones. La narración,
llamada "La Intrusa", cuenta la historia de los hermanos Nilsen, dos
toscos campesinos decimonónicos que habían compar do una
dura vida y se amaban como hermanos, aunque sin decirlo, pues
decirlo sería de maricas. El caso es que ambos se enamoraron de la
misma mujer. Y ese amor comenzó a dividirlos. La mujer era la
discordia. Para solucionar el problema -resumiendo un cuento que
ya es corto- finalmente asesinaron a la mujer, Juliana se llamaba,y la
enterraronenunospajonales.Deesaformaquitarondeenmediolo
que los separaba, el obstáculo entre ellos y su amor verdadero.
Toma el mar llo y hace como que golpea una cabeza. Se le ha
ocurrido una idea brillante: ene que hacer lo mismo que hicieron
los hermanos Nilsen, es decir, seguir una línea recta, ir directo a lo
que busca, eliminando todo obstáculo que aparezca entre él y su
34. 32
amor verdadero, la literatura. Para ello,
discurre, ene que eliminar a su hijo y a su
mujer, seres que en nada aportan a sus
obje vos. Después vender la casa y los
utensilios, todos absolutamente inú les, y
con ese dinero arrendar una pieza en una
pensión barata, ojala de provincia, donde
todo es más económico, y dedicarse a
escribir empo completo. Cortejar a la
literatura.Tratardellevarlaalacama.
Vuelveasuhabitación.Ytrasubicarseante
la recién creada instalación, que le parece
la obra de un talento superior, un po al
que todo le sale bien, se pone a planificar
el asesinato de su mujer y de su hijo y la
posterior eliminación de los cuerpos.
Descarta la sierra eléctrica, muy sangrien-
ta. Descarta la cocción de los cuerpos y su
posterior inges ón, muy asqueroso.
Descarta el lanzamiento de los cadáveres
al canal que corre por los límites de la
parcela donde vive, muy fácil de descubrir
por la policía. Al final se queda con la idea
del en erro. Como vive en un sector rural
ene bastante espacio para cavar. Y
ocultarlosrestosdesusseresqueridos.
Tiene el mar llo en la mano, no lo ha
soltado.
Piensa, ahora, que entra en la habitación
de su hijo. Piensa que se acerca apacible-
mente, haciéndose el amable, hasta el
escritorio donde el chico chatea. Piensa
que su hijo, sin quitar la cabeza de la
pantalla, donde la danesa se ríe de forma
estúpida, le pregunta qué está haciendo
allí. Piensa que no responde. Piensa que
aún ene el mar llo aferrado a su mano.
Piensaquesumanoeslaextremidaddeun
dios jus ciero. Un dios mar llo que
levanta y hunde en la cabeza de su hijo,
cabeza que haciendo un crac se parte y
expulsa sangre y unas sustancias blancas y
grasosas. Piensa que su hijo cae sobre el
escritorio. Piensa que la danesa chilla.
Piensa que odia a las danesas. Y no solo a
las danesas, sino a todo Dinamarca, país
que no conoce, nunca ha ido a Dinamarca
ni a ningún país o ciudad, salvo a Talca, en
su infancia, donde una a criaba gallinas
en un cuarto enorme, cortando a diario el
cuello de una de las aves. Cazuelita para el
almuerzo, decía. Piensa que le da un golpe
con el mar llo a la pantalla del pc. Piensa
que la danesa se triza, se craquela, se
apaga. Piensa en Hamlet. Después piensa
en Hamlet, príncipe de Dinamarca, y su
odio hacia tal país disminuye. Piensa que
se calma. Piensa que toma la cabeza
machacada y sangrante de su hijo exáni-
me, su hijo que ha muerto, y declama la
famosa frase "Ser o no ser, esa es la
cues ón". Piensa que sale de la pieza.
Piensa que se sienta en la cama y se pone a
mirarsuinstalaciónreciéncreada.
Tiene el mar llo en la mano, no lo ha
soltado.
Narrativa
35. 33
Se oyen ruidos en la puerta de entrada. Se trata de su mujer, una
morena de pelo corto, facciones gruesas y ojos vivaces, que ves da
conuniformelaboralseacercaylobesaconternura,dejando,luego,
subolsosobrelacama.
-¿Yesto?-pregunta,mirandolainstalación.
-Unaideaquesemeocurrió.
-Genial,tepasaste,súpercrea vo-dicelamujer.
Y sin hacer más comentarios se quita los zapatos, la blusa y la faldita
funcionaria,quedandosemidesnuda.
-Te noto medio triste -dice mientras se cala unos jeans que dejan ver
unasinuosafigura.Unasancascasimejoresquelasdelaliteratura.
Recibe,porrespuesta,uninformedetalladoacercadelasdesgracias
desuhombre,especialmenteloreferidoasuimposibilidaddehacer
loqueama,asuntoquelo eneporlascuerdas,allímitedelalocura.
Lamujerseleacerca.
-Tú escribe tranquilamente, no te preocupes por el dinero, a mí no
va tan mal, las parcelas se están vendiendo como pan caliente -dice.
Yleacariciaelcabello-Yocreoqueeresungranescritor.
Despuéslobesaysaledelahabitación.
-¿Elniñollegó?-preguntaantesdesalir.
-No,todavíano-respondeelgenioincomprendido.
Ahora está sentado ante los zancudos muertos. Tiene la mente en
blanco. Se le nubló la cabeza y ene deseos de vomitar. Los
pensamientos y la realidad se le confunden, hacen un bolo amargo
que le cuesta tragar. No sabe si matar o matarse, no sabe si odiar o
amar. Tampoco qué amar, tampoco qué odiar. Un zancudo cruza, en
ese momento, ante sus ojos. Lo sigue. El insecto se de ene sobre la
cama y él, con un rápido movimiento, lo aplasta. Mira la cama: una
copiosa mancha de sangre decora, ahora, la blanca sábana. Su
mujer, en ese momento, lo llama a tomar once. Trabajosamente se
levanta. Trabajosamente camina por el pasillo hacia el comedor.
Trabajosamentepasaantelapuertadelahabitacióndesuhijo.
Tieneelmar lloenlamano,nolohasoltado.
Narrativa
36. 34
Fotografía
Una tarde de verano - empo atrás-
se juntó un montón de rockeros de
Lampa. Sobre un escenario facilita-
do por el municipio, todos bien
arreglados, bien disfrazados,
dieron rienda suelta a sus cancio-
nes. Muchas luces, harto humo y
cientos de litros de cerveza regaron
esa tarde. Mirando hacia el escena-
rio se experimentaba una impre-
sión parecida a la que ocurre en los
grandes recitales: ritmo, sonido,
bastante parafernalia y mucha
energía. Quisieron ser los chicos
malos de la jornada y quizás lo
consiguieron. Pero ese acto de
insurrección perdía fuerza cada vez
que sus canciones nos mostraban
que para ellos las letras no son más
que un requisito que cumplir,
sílabas que rellenar y rimar,
olvidando que la poesía es la que
haceverdaderaunacanción.
Rock in
LampaPor Emilio Serey Cas llo
39. 37
La sheriff del condado
Por Monona Fontecilla
Moda
Feliz al máximo por la nueva cobertura del
El Mal Menor, que ahora llega a toda la
provincia de Chacabuco, dedicaré este
número a nuestra gobernadora, Adela
Bahamondes, quien con mo vo del
Cuasimodo convocó a los guardianes del
mafioso orden ins tucional chileno, es
decir, a inves gaciones y carabineros, a
realizaraccionesparaimpedirelabigeatoo
robo de animales para su venta bajo
cuerda o su faenamiento en mataderos
clandes nos. Con esto, la gobernadora,
que es una especie de autoridad fantasma
de la zona, una fotocopia sin poder, se
convierte en algo así como una Sheriff del
condado, una jus ciera de las tradiciones y
el orden católico cuyo próximo paso,
imagino, será perseguir pecadores delin-
cuentes, reales o imaginarios, por las calles
de las poblaciones de la provincia, me én-
doles seco plomo en la cabeza o arreándo-
los a una de las enormes y an esté cas
cárceles que existen por estos lares,
protegiendo a los empresarios y a los
habitantes de Chicureo y otros condomi-
nios top donde vive la cosa nostra. Sin
juzgar sus intenciones, y con toda la buena
onda que me caracteriza, desde la fasci-
nante vereda de la moda recomendaré a
Adelita una tenida que le servirá no solo
para lucir como una poderosa Sheriff, sino
también como una chica misteriosa y
sensual, que harta falta nos hace a todas.
Se trata de un traje de sheriff que consiste
en una modosa faldita corta de mezclilla,
unapotenteescopetadecazayuncoqueto
sombrerito vaquero color marengo. Tales
implementos, unidos a una buena cabalga-
dura, la conver rán en una figura de
leyenda, una especie de Llanera Solitaria
que yendo por los interminables caminos
de Chacabuco ob ene su fama luchando
contra los cuatreros y los cleptómanos que
roban mansiones o crucifijos en las
parroquias provinciales y no del hecho de
ser una militante PPD, hija de un embaja-
dor y vicepresidente PPD, que trabajó años
en un municipio PPD para luego asumir
como gobernadora PPD de esta olvidada y
polvorientaprovincia.