El Romanticismo se desarrolló en la primera mitad del siglo XIX en respuesta al racionalismo de la Ilustración. Se caracterizó por poner el sentimiento por encima de la razón, promover el nacionalismo y la creatividad individual frente a la imitación neoclásica, y concibir la naturaleza, la vida y el hombre de una manera más sentimental. Los románticos promovieron la exaltación del genio creador contra el racionalismo de la Ilustración.