Los científicos han descubierto que el virus de la gripe tiene un "reloj interno" que le permite saber cuánto tiempo tiene para multiplicarse en las células antes de que el sistema inmunológico lo detecte y lo elimine. El virus acumula lentamente una proteína que necesita para propagarse a otras células, justo a tiempo antes de que se active la respuesta inmune. Al manipular este mecanismo, los investigadores pudieron prevenir la infección al hacer que el virus adquiriera la proteína demasiado rápido o lent