Juanito era un niño simpático y consentido por todos, por lo que se volvió blando y no aguantaba nada. Un día escuchó cómo otro niño era comparado con él, lo que le avergonzó. Su papá le contó un truco para volverse más duro: comer una golosina menos, estudiar un minuto más y contar hasta 5 antes de llorar. Juanito lo puso en práctica y poco a poco se volvió más fuerte, guardando el truco para contárselo a sus hijos.