El documento habla sobre las características y clasificaciones del verbo. Explica que el verbo indica acciones y que se clasifica según el tiempo, la persona, la voz, el modo y la morfología. También describe las formas verbales como el infinitivo, el gerundio y el participio.
1. EL VERBO
UNIVERSIDAD FERMIN TORO
VICERECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y
SOCIALES
ESCUELA DE COMUNICACIÓN SOCIAL
Magalhaes Valeria
28.528.608
Saia A
Prof. Ramón Guillen
Barquisimeto, agosto del 2020
2. El verbo son las palabras que indican acciones
que hacen personas, animales o cosas.
Sintácticamente representa una predicación. En la
oración, el verbo conjugado funciona como el núcleo
sintáctico del predicado (si el verbo está en una
forma conjugada ocupará en general la posición del
núcleo del sintagma de tiempo, y si no de
un sintagma verbal simple).
Es decir, el verbo es utilizado dentro de la
oración para referirse a la acción que realizó,
realizará o está realizando alguna persona,
animal o cosa.
3. Tomando en cuenta lo anteriormente explicado,
podemos decir que el verbo se va a clasificar
según el tiempo, la persona y la voz.
Por ello, dentro de la clasificación según el
tiempo encontramos que puede variar según
pasado, presente, pretérito perfecto, pretérito
imperfecto.
Por su parte, por lo que es la clasificación según
la persona, consistirá en una variación según se
refiera a primera, segunda o tercera persona.
Por último, en el rango de la clasificación de los
verbos, la voz puede encontrase de dos maneras:
activa, pasiva y reflexiva.
4. La acción del verbo puede ser expresada de diversas
formas a través de los modos verbales, los cuales
manifiestan la actitud del hablante ante lo que dice.
De tal modo, existen tres grandes modos verbales: El
indicativo, el subjuntivo y el imperativo.
El modo indicativo, es aquel caracterizado
por expresar acciones concretas y reales
del hablante, definido en el diccionario de la
RAE como «el que enuncia como real lo
expresado por el verbo».
Ejemplos:
Simple: Yo juego; yo jugué; yo jugaré.
Compuesto: Yo he jugado; yo había
jugado; yo habré jugado.
5. A su vez, el modo subjuntivo, expresa una
posibilidad, deseos, duras y temores, donde
estos verbos suelen subordinarse a otro
que pertenece al indicativo.
Ejemplos:
Simple: Yo ame; yo amara; yo amare.
Compuesto: Yo haya amado; yo hubiera
amado; yo hubiere amado.
Y finalmente, el modo imperativo, sirve
para expresar alguna orden o advertencia
del hablante y no presenta formas para
todas las personas y números.
Ejemplos:
«¡Cálmate! Me pones nerviosa».
«Cierra la puerta, por favor».
«Vete inmediatamente».
6. Ahora bien, desde un punto de vista de su morfología,
los verbos tienen la clasificación de regulares,
irregulares, transitivos e intransitivos.
Los regulares, son aquellos que no presentan
variación en su raíz, tales como: vivir, sonreír, comer,
entre otros. En cambio, los irregulares tienes
variaciones en sus raíces, por ejemplo: saber (sé,
supe), medir (mido, midió, midan)
En el caso de los transitivos, su acción pasa a una
persona a una persona o cosa distinta y son
acompañados por un completo directo.
Y los intransitivos, son los verbos donde su acción a
una persona o cosa distinta del sujeto que la ejecuta
y no necesitan de un complemento directo.
7. Teniendo en cuenta cómo pueden ser expresados los
verbos, es importante destacar cómo se lleva a cabo
la conjugación de cada uno de ellos.
Se llama conjugaciones verbales, a los distintos
modelos por los cuales un verbo se modifica. En la
lengua española, es capaz de presentar el tiempo, el
aspecto, el modo, la persona y el número.
En el caso de verbos regulares, cada uno sigue un
modelo de conjugación según la terminación de
infinitivo como lo son: «ar; er; ir».
Mientras, en relación a los verbos irregulares,
ellos tienen una conjugación especial que no
obedece a la regla general.
8. Los verbos, además, presentan formas verbales que
demuestran cada una de las formas en la que se
declinan.
Una de las formas es el infinitivo, el cual se utiliza
para dar el significado a un verbo y para nombrar su
conjugación, como por ejemplo: «Vamos a caminar a
la playa»
De igual manera, existe el gerundio que indica la
circunstancia que rodea en el momento a la acción
verbal como: «Hay músicos tocando en la plaza».
Y por último, el participio, la única forma que admite
una flexión en género y número que puede asumir
funciones de adjetivo en una oración. Por ejemplo:
«La cámara está estropeada».