1. Mayling Gómez Cortez
PsicologíaEducativa
1130534
Ensayo #5
Porque guardamos el sábado
Lleva los argumentos sobre la validez de 4to. Mandamiento después de la
resurrección de cristo.
Explica 2 paradigmas
I. Dios creo el tiempo santo (Sabado)
II. Las personas religiosas han creado lugares santos y objetos
sagrados.
"Acuérdate del sábado para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu
obra, pero el séptimo día es de reposo para Jehová, tu Dios; no hagas en él
obra alguna..."
“Seis días trabajaras y harás toda tu obra, mas el séptimo día, que es día de
reposo, dejaras de trabajar..”
Conceptos (quizá) erróneos sobre la ley del sábado
Lo que algunos creen: Dios mandó que se observara el sábado cuando
descansó al séptimo día.
La Biblia declara: “Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en
ese día descansó de toda su obra creadora” (Génesis 2:3). Desde mi punto de
vista considero que Dios no descansó porque estuviera cansado, sino porque
había terminado. En pedirle a sus hijos que guardaran el sábado, la intención
era mostrarles que ellos necesitaban un día específico para descansar sus
cuerpos y para recordar a su Creador.
El guardar el sábado es un punto sobre el cual la Palabra de Dios nos instruye
a no juzgarnos unos a otros. La observancia del sábado es un asunto sobre el
que cada cristiano necesita estar plenamente convencido en su propia mente.
Principios para guardar el sábado
Nosotros guardamos el sábado absteniéndonos de trabajar. El
séptimo día, el sábado, fue el día en que Dios reposó de su labor.
Dios es espíritu y no se puede cansar o desmayar. El descansó para
darnos un ejemplo. Prueba de esto son las palabras escritas en
Éxodo 20:10, “el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no
hagas en él obra alguna”.
Por lo tanto, el sábado es un día para descansar de nuestras
actividades normales durante 24 horas (desde la puesta de sol del
viernes hasta la puesta de sol del sábado, de acuerdo al conteo
bíblico de los días). Abstenerse de trabajar cada sábado, conlleva
2. grandes bendiciones para el pueblo de Dios, tanto en el ámbito físico
como en el espiritual.
Guardamos el sábado cuando no empleamos a otros para que
trabajen para nosotros. El cuarto mandamiento tiene también
implicaciones específicas para aquellos que emplean a otros (como
por ejemplo, los dueños de un negocio). No sólo quienes guardan el
sábado deben dejar de trabajar en ese día, sino también aquellos
que son empleados directamente por ellos y están bajo su
jurisdicción.
Guardamos el sábado asistiendo a los servicios. El día sábado no
fue creado para que el pueblo de Dios se quedara en casa y
descansara todo el día. Dios lo diseñó como un día de convocación
santa para que su pueblo se reuniera en comunión para escuchar la
instrucción y lo adorara.
Guardamos el sábado al disfrutar de un sábado que nos inspira a
nivel espiritual. Como se ha dicho, el día sábado es para descansar
de nuestra rutina diaria—del trabajo, de las compras, de los
quehaceres, de los deportes, de la televisión, etcétera—y para hacer
cosas que pertenecen al el ámbito espiritual. Este día fue creado por
Dios para que su pueblo se goce y sea renovado espiritualmente; tal
como lo expresa Jesucristo, “el día de reposo fue hecho por causa
del hombre” (Marcos 2:27).
Ahora bien, guardamos el sábado y seguimos los mandamientos de Dios, como
Adventistas del Séptimo día, sin embargo, otras religiones no consideran el
sábado como el día santo, sino al domingo, incluso estas religiones han
cambiado totalmente los primeros mandamientos. Dios al escribir los
mandamientos fue muy claro al decir: “no tendrás dioses ajenos delante de
mi..” “No adoraras imágenes..”
Estas religiones toman como mandamiento “Santificarás las fiestas…” y en este
mandamiento incluyen también las imágenes de adoración creadas y
santificadas como si fuesen Dios.
Han creado templos para estas imágenes, incluso en ocasiones llegan a darle
mas adoración y mas atención a estas imágenes que al mismo Dios, poco a
poco se van olvidando de su creador.