Las contribuciones tuvieron su origen en la Roma antigua, donde los primeros impuestos fueron derechos aduaneros. César Augusto eliminó a los recaudadores privados e instituyó un impuesto sobre la herencia. Las contribuciones son obligaciones legales establecidas en la constitución para el sustento de gastos públicos de manera proporcional. Existen contribuciones especiales vinculadas a beneficios como obras públicas, así como contribuciones en telecomunicaciones y ciencia asignadas a fines específicos.