La economía venezolana ha experimentado una fuerte caída en las últimas décadas debido a la disminución de los precios del petróleo y a las políticas económicas implementadas desde 2003, lo que ha llevado a altas tasas de inflación, escasez y pobreza. La inflación alcanzó un máximo histórico de más de un millón por ciento en 2018 y Venezuela entró en hiperinflación. Aunque la inflación ha disminuido ligeramente en los últimos años, sigue siendo una de las más altas del mundo.