La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) en México tiene como objetivo elevar la calidad de la educación para que los estudiantes desarrollen competencias que les permitan contribuir al desarrollo nacional. La RIEB requiere una reforma curricular centrada en competencias y la formación continua de los docentes para que puedan implementar con éxito los nuevos enfoques pedagógicos. El éxito de la RIEB depende de la participación de todos los involucrados, incluyendo a los docentes, directores, supervisores y pad
1. LA RIEB
El objetivo de elevar el potencial de un país, en el que sus ciudadanos sean
personas capaces de contribuir al bienestar y desarrollo del mismo es muy
necesario crear un plan nacional de desarrollo que atienda las necesidades básicas
de toda persona, para ello es imprescindible que ofrezca crear personas capaces
de enfrentar los retos que la sociedad actual enfrenta, para ello se requiere formar
personas integralmente, y eso solo se lograra brindando una educación de calidad.
Para ello en México fue creado La RIEB que responde a una intención de política
expresada tanto en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, como en el Programa
Sectorial de Educación correspondiente a esta administración federal. Este último
documento plantea como su primer objetivo: “Elevar la calidad de la educación para
que los estudiantes mejoren su nivel de logro educativo, cuenten con medios para
tener acceso a un mayor bienestar y contribuyan al desarrollo nacional” (SEP,
2007:11). Tres de las estrategias contempladas para alcanzar este objetivo son aquí
relevantes:
• Realizar una reforma integral de la educación básica, centrada en la adopción de
un modelo educativo basado en competencias, que responda a las necesidades de
desarrollo de México en el siglo XXI.
• Revisar y fortalecer los sistemas de formación continua y superación profesional
de docentes en servicio, de modo que adquieran las competencias necesarias para
ser facilitadores y promotores del aprendizaje de los alumnos.
• Enfocar la oferta de actualización de los docentes para mejorar su práctica
profesional y los resultados de aprendizaje de los educandos (SEP, 2007:11-12).
La Reforma Integral de la Educación básica es el proyecto de articulación curricular
entre los niveles de preescolar, primaria y secundaria, las cuales se inició con dicha
articulación con el nivel de preescolar, continuando con secundaria y finalizando con
la articulación de primaria esto con el objetivo de configurar un sólo ciclo formativo
con propósitos comunes, prácticas pedagógicas congruentes, así como formas de
organización y de relación interna que contribuyan al desarrollo de los alumnos y a
su formación como ciudadanos democráticos, de esta manera, el espíritu de la
Reforma no sólo destaca el énfasis en su articulación, ni se reduce al desarrollo
curricular, sino a una visión más amplia, con condiciones y factores que hacen
posible que los egresados alcancen estándares de desempeño: competencias,
conocimientos, actitudes que se apoyan en el currículo, las prácticas docentes, los
medios y materiales de apoyo, la gestión escolar y los alumnos.
2. La Reforma parte de la estructuración global cuya base es la coherencia de los
fundamentos pedagógicos que promueve y posibilita al docente un acercamiento a
los propósitos y al enfoque del nuevo plan de estudio, programas y materiales
educativos para que se los apropie y encuentre diversas formas de trabajo en el
aula acordes con la diversidad y entorno sociocultural.
LA RELACION ENTRE EL DOCENTE Y LA RIEB
Como en la gran mayoría de los procesos de cambio educativo, la RIEB descansa
en gran medida en la actuación de los docentes, que resulta fundamental para llevar
a la práctica la reforma curricular. Los estudios en la materia han demostrado
ampliamente que el profesor es un actor clave en la implementación efectiva de las
reformas educativas. Uno de los supuestos principales de una reforma es que los
maestros son quienes deben asumir la parte práctica del cambio educativo
(Ezpeleta, 2004).
Los cambios traen consigo diversos desafíos en este caso son los que se enfrentan
en México la formación de los docentes que estando ya en servicio en el momento
en que se instaura la reforma curricular, se ven en la necesidad de reconceptualizar
su labor profesional y modificar sus creencias y sus prácticas en función de los
nuevos planteamientos.
El trabajo docente también ha de ocuparse de generar ambientes propicios para el
aprendizaje que incorporen de manera importante el trabajo colaborativo, la
inclusión y la atención a la diversidad. Finalmente, cabe decir también que la RIEB
exige a los maestros a hacer un uso creativo y permanente de los recursos de
lectura, audiovisuales e informáticos que se ponen a su alcance, de modo que no
se descanse exclusivamente en los libros de texto como los grandes prescriptores
del trabajo en el aula.
En lo que se refiere a las nuevas exigencias para los docentes, dos áreas han
resultado particularmente desafiantes: la planificación del trabajo educativo y la
evaluación de los aprendizajes. Frente a las prácticas preexistentes, la RIEB exige
al docente una dosis importante de participación en el diseño de situaciones
didácticas que permitan el logro de los aprendizajes esperados contemplados en el
currículum, alineados estos a las competencias planteadas en el perfil de egreso de
la educación básica y a los estándares curriculares definidos para este tipo
educativo.
Con base a lo expresado anteriormente el profesor debe responder y hacerse cargo
de esta alta heterogeneidad existente dentro de su aula de clases, con pocos
elementos de formación para ello, en muchas ocasiones.
3. Según Perrenaud (2004) las competencias que deben ser exigibles a los docentes
para enfrentar los desafíos que presenta la educación en el siglo XXI, son las
siguientes:
• Organizar y animar situaciones de aprendizaje.
• Gestionar la progresión de los aprendizajes.
• Elaborar y hacer evolucionar dispositivos de diferenciación.
• Implicar a los alumnos en su aprendizaje y trabajo.
• Trabajar en equipo.
• Participar en la gestión de la escuela.
• Informar e implicar a los padres.
• Utilizar las nuevas tecnologías.
• Afrontar los deberes y dilemas éticos de la profesión.
• Organizar la propia formación continua.
LA APLICACIÓN DE LA RIEB
El éxito en la implementación de la Reforma Integral de Educación Básica (RIEB) y
el alcanzar el enfoque propuesto en ella (desarrollar competencias para la vida,
aprendizaje permanente, manejo de la información, manejo de situaciones, la
convivencia y la vida social) dependerá de todos los actores de este proceso:
profesores, directores, supervisores y padres de familia.
La aplicación de la reforma integral basada en competencias pretende que los
alumnos se apropien y movilicen sus conocimientos y saberes para resolver
conflictos en la vida real, para ello, la acción en el proceso de enseñanza-
aprendizaje es la que determina el desarrollo de las capacidades del ser humano
para actuar efectivamente dentro de su contexto, es decir, que debe ser competente
aplicando un saber hacer (habilidad) con saber (conocimiento), así como la
valoración de las consecuencias del impacto de ese hacer (valores y actitudes).
En este sentido la acción se convierte en eje fundamental del proceso de
enseñanza-aprendizaje por competencias dentro del campo educativo, enfatizando
que el ser humano necesita apropiarse del conocimiento (aprehenderlo) para
integrarlo a su vida personal y social, de tal manera que muestre la puesta en juego
de conocimientos, habilidades, actitudes y valores para el logro de propósitos dentro
de un contexto dado.
La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) se centra en la calidad educativa
para lograr que los alumnos desarrollen las competencias que les permitan
desenvolverse en diferentes ámbitos a lo largo de su vida. En este sentido, en la
RIEB destacan dos formas de entender dicha calidad: una centrada en su mejora,
4. que da lugar al plan y programas de estudio 2011, y otra enfocada en la evaluación,
por la cual se introducen los estándares curriculares como indicadores del
desempeño de los alumnos, a la vez que se fortalece el peso que tenían los
aprendizajes esperados de los programas de estudio de 2006.
Los estándares curriculares son indicadores que expresan lo que los alumnos deben
saber y ser capaces de hacer, por lo que constituyen referentes para evaluaciones
nacionales e internacionales. Los estándares curriculares permiten:
• Que la planeación de los procesos de aprendizaje se dirija a metas.
• Que se cuente con puntos de referencia para la organización de los procesos de
conocimiento, para hacer evaluaciones nacionales e internacionales y para hacer
comparaciones en el tiempo.
• Que se dé un seguimiento progresivo y longitudinal de los estudiantes.
Los aprendizajes esperados definen lo que cada alumno debe saber, saber hacer y
saber ser; le dan concreción al trabajo docente al hacer constatable lo que los
estudiantes logran, y establecen un referente para la planificación y la evaluación
en el aula. Se diferencian de los estándares porque son más específicos, y como
se puede ver en los programas de estudio 2011, los aprendizajes esperados están
definidos por bloque o bimestre escolar, a diferencia de los estándares, que se
definen por periodos de tres grados de estudio.
Otra diferencia entre los estándares curriculares y los aprendizajes esperados es
que los primeros buscan una congruencia con las competencias establecidas a nivel
internacional y se enfocan a dicha evaluación, mientras que los aprendizajes
esperados son la concreción de los estándares en cada estudiante y por ello son
los indicadores mediante los cuales los docentes pueden observar cotidianamente
el avance de los estudiantes en el logro de sus aprendizajes (conocimientos,
habilidades, actitudes, valores) y desarrollo de competencias
Con la estructuración de la nueva reforma educativa se determinó el plan de
estudios 2011 el cual se requirió partir de una visión que incluya los diversos
aspectos que conforman el desarrollo curricular en su sentido más amplio, y que se
expresan en los principios pedagógicos. Los principios pedagógicos son
condiciones esenciales para la implementación del currículo, la transformación de
la práctica docente, el logro de los aprendizajes y la mejora de la calidad educativa.
Entre estas condiciones se mencionan 12 principios pedagógicos: que toda acción
educativa se centre en el estudiante y sus procesos de aprendizaje; que la
planeación sea un elemento sustantivo del quehacer docente para potenciar el
desarrollo de competencias; que los maestros construyan ambientes de aprendizaje
5. en los que la comunicación e interacción posibiliten la comprensión de los alumnos;
que las escuelas promuevan el trabajo colaborativo para construir aprendizajes en
colectivo; que se favorezca el uso de una diversidad de materiales educativos en
los centros escolares; que los docentes incorporen la evaluación como una
herramienta para que los estudiantes aprendan; que la escuela favorezca la
inclusión para que se erija en un espacio donde la diversidad se aprecie y se
practique como una forma de enriquecimiento para todos; que en cada nivel, grado
y asignatura se incorporen temas de relevancia social que favorezcan la formación
de valores y el desarrollo de actitudes, y que la educación ponga énfasis en el
desarrollo de competencias, el logro de los estándares curriculares y el alcance de
los aprendizajes esperados.
Estos principios, que se establecieron para lograr la articulación de la educación
básica y permean en todos los programas de estudio, también permiten que haya
coherencia entre los lineamientos pedagógicos que sustentan el Plan de Estudios
2011 y su concreción en los programas de estudio de cada asignatura, y
fundamentan los métodos de enseñanza y de aprendizaje, así como la forma de
concebir a los estudiantes y al docente de educación básica.
La participación del docente, su práctica educativa, su preparación y actualización
son requisito indispensable para interpretar y aplicar la reforma de manera exitosa
en el aula, así como para atender a los requerimientos educativos que la diversidad
de la población y las particularidades de sus alumnos.
La Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB) requiere, para su efectiva
aplicación, que los colectivos escolares desarrollen nuevas formas de relación,
colaboración y organización, ya que cada escuela representa en sí misma un
espacio para el aprendizaje, y al mismo tiempo, forma parte de una red de gestión
de aprendizajes de docentes, alumnos y padres de familia, entre otros actores de la
comunidad.