Este documento resume la relación entre la educación musical en la escuela y el modelo pedagógico dialogante propuesto por Julián de Zubiría. Contrasta seis directrices del modelo dialogante con la enseñanza y aprendizaje de la música, incluyendo el reconocimiento del conocimiento musical adquirido fuera de la escuela, el papel activo del estudiante, y la importancia de un profesor calificado. Concluye que este ejercicio le ha permitido reflexionar sobre su práctica docente musical y fortalecerla a través de una
(HOTD) Las Grandes Casas de Westeros y su estado previo a la Danza de los Dra...
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1. La educación musical en la escuela y su relación con el modelo dialogante.
Gonzalo E. Rubiano A.
Pontificia Universidad Javeriana
Nota del autor
Gonzalo E. Rubiano A., Seminario “Modelos y métodos educativos contemporáneos”,
Facultad de Educación, Pontificia Universidad Javeriana.
Gonzalo E. Rubiano A. se encuentra actualmente en el Departamento de Música de la
Fundación Gimnasio Los Portales, Bogotá.
La correspondencia en relación con esta relatoría debe dirigirse a:
Dirección electrónica: gonzalorubiano@gmail.com
2. La educación musical en la escuela y el modelo dialogante.
En mi condición de estudiante del Seminario de Modelos y métodos educativos
contemporáneos, tuve la oportunidad de subirme a un avión y realizar un viaje por el
mundo de la educación, sobrevolar por modelos pedagógicos, atravesar por escuelas y
corrientes educativas, además de visitar a diferentes autores que en la educación, han
servido de brújulas para darnos pistas y orientarnos, por los bastos e inacabados
caminos de la educación.
Haciendo una revisión del itinerario realizado y reflexionando sobre todos los lugares
conocidos, me pude dar cuenta de un destino que llamó mi atención en particular y me
hizo reflexionar y pensar sobre la práctica docente que he venido realizando desde
hace varios años como profesor de música en un colegio privado de Bogotá. Fue en
este punto, que decidí contrastar seis directrices del Modelo pedagógico dialogante
propuesto por Julián de Zubiría, con preceptos y experiencias de formación musical
de niños y adolescentes en la escuela. Al realizar esta reflexión, llegue a las siguientes
apreciaciones:
Primero, se reconoce que el conocimiento se construye fuera de la escuela, pero se
reconstruye de manera activa e interestructurada entre el estudiante, el saber y el
docente (De zubiría, 2006). Desde los primeros años de vida, un infante crece
escuchando canciones que cantan sus padres, su familia, CDs, la radio o la televisión.
El medio en el que este convive, lo sumerge profundamente en una cultura musical,
mucho antes de entrar en contacto con una escuela o con un profesor de música; toda
su vida va a estar adquiriendo y formando gustos musicales fuera del salón de clases.
Es en la escuela, donde el profesor de música interviene para sensibilizar, guiar y
potencializar ese proceso cultural adquirido, dando nuevas formas, perspectivas y
sentido a todos esos conocimientos.
Segundo, “se reconoce el papel activo que cumple el estudiante en todo el proceso de
aprendizaje” (De Zubiría, 2006, p. 194). Dependiendo de los conocimientos
adquiridos por el estudiante en clase, de su actitud y de su constancia y disciplina en
la práctica del instrumento musical, será posible obtener los frutos del aprendizaje.
3. Por el contrario, por más que un profesor se esmere en enseñar al estudiante y este no
ponga de su parte, simplemente no abrá ningún aprendizaje.
Tercero, “Es condición indispensable contar con la mediación adecuada de un
maestro, que favorezca de manera intencionada, mediada y trascendente el desarrollo
integral del estudiante” (De Zubiría et al. p. 194). La serie de lineamientos
curriculares de Educación Artística (Ministerio de Educación Nacional, 2000),
manifiesta que la educación artística no se debe dejar en manos de personas sin
preparación ni tradición, ni de gentes de “buena voluntad” que se presentan como
docentes para llenar un vacío en el currículo, pues es grande el daño que se puede
causar a mentalidades ingenuas. El papel de un mediador musical calificado, que
posea los conocimientos y la formación pedagógica y musical, es fundamental para el
desarrollo integral en el estudiante. En este caso, un docente que contenga las
habilidades musicales más no las pedagógicas, o por el contrario, que tenga las
habilidades pedagógicas más no las musicales, estaría poniendo en peligro, la
formación artística del niño.
Cuarto, “La función de la escuela es favorecer e impulsar el desarrollo …Y este
desarrollo tiene que ver con las diversas dimensiones humanas. La primera dimensión
ligada con el pensamiento, la segunda con el afecto y la tercera con la praxis o la
acción” (De Zubiría et. al, p. 194). La educación artística es fundamental en la
“sensibilización de los sentidos, de la visión, del tacto y del oído, para el control de la
sensorialidad del cuerpo y de la mente. La memoria y la imaginación del estudiante
son estimuladas para archivar lo visto, lo oído, lo palpado por medio de imágenes
reales o poéticas que ayudan a descifrar y a interpretar el mundo real” (Lineamientos
et al., p 61). Al analizar una partitura, al componer una obra, o al improvisar con un
instrumento sobre una base rítmica y armónica, el individuo está realizando
simultáneamente, un sin número de procesos cognitivos y mentales; la persona debe
desarrollar su pensamiento musical, para poder hacer música. Al escuchar un
concierto de Vivaldi o uno de rock, el corazón desarrolla una serie de sensaciones y
sentimientos que vienen de lo más profundo del alma, y hacen sentir que el cuerpo
está vivo. Al cantar una canción, al interpretar un instrumento o al bailar un tema, se
desarrollan y se ponen en práctica una serie de habilidades físicas fundamentales para
ejecutar y producir música.
4. Quinto, “La interdependencia, es un proceso según el cual las cosas y los sucesos
están íntimamente integrados, escalonados en un proceso interrelacionado” (De
Zubiría et. al, p. 194). Resulta imposible contemplar excluir cualquiera de las 3
dimensiones (crear, evocar, interpretar) del contexto musical; su interrelación es
fundamental para la existencia en sí de la música. El músico debe tener conocimientos
armónicos, melódicos, rítmicos y estéticos (cognitivos), que le permiten crear,
transmitir o expresar una serie de emociones (afectivos) al interpretar su instrumento
(práxico). La inexistencia de alguna de estas dimensiones, puede generar una ruptura
en el proceso de producción musical.
Sexto, “Los procesos cognitivos, valorativos y praxiológicos están demarcados por los
contextos históricos y culturales en los que viven los sujetos” (De Zubiría et. al, p.
197). No es posible comprender la música, sin saber donde y cuando fue creada o
conocer el gusto musical de un niño o adolescente sin saber donde y cuando nació.
Factores sociales, económicos y políticos, demarcan el folclor musical regional y
nacional, caracterizando su género, formato, métrica, ritmo, letra, interpretación e
instrumentos musicales, entre otros.
Este ejercicio de contrastación, entre diversos aspectos de mi práctica educativa y
docente con las directrices del Modelo pedagógico dialogante de De Zubiría, me ha
permitido reflexionar sobre diferentes aspectos en mi labor como docente de música y
hacer relaciones aún mas profundas e interconectar conceptos educativos específicos
de la pedagogía musical y de la pedagogía tradicional de la educación.
De la misma forma y a modo de ejercicio reflexivo y continuo, he incursionado con
otros autores y modelos como: la Pedagogía de la autonomía de Paulo Freire, los
ensayos de educación de Montaigne o la Pedagogía del conocimiento de Flórez
Ochoa, extrayendo de sus obras, todas las ideas y aspectos educativos que puedan
fortalecer mi labor docente en el área de formación artística y todas las herramientas
que me permitan desempeñar aún mejor, mi enseñanza y pedagogía musical.
5. Referencias
De Zubiría, J. (2006). Los Modelos Pedagógicos. Hacia una pedagogía dialogante
(2ª ed.). Bogotá, Colombia: Cooperativa Editorial Magisterio.
Ministerio de Educación Nacional (2000). Serie lineamientos curriculares/
Educación Artística, Bogotá D.C., Colombia.