El equilibrio se desarrolla principalmente durante la infancia y comienza a declinar a partir de los 35-40 años. Se mantiene a través de señales del oído interno que son enviadas al cerebelo, así como del buen funcionamiento de los ojos, articulaciones y músculos. Problemas del equilibrio pueden ser causados por afecciones del oído como la enfermedad de Ménière o el mareo.
2. Se desarrolla durante diversas fases a lo largo de los primeros años de vida
y en algún momento de la edad adulta, comienza a declinar.
El nervio vestibulococlear (ubicado en el oído interno) envía señales a
diversas partes del sistema nervioso central, principalmente el cerebelo, las
cuales contribuyen a mantener el equilibrio (función vestibular). Sin embargo,
también se requiere el buen funcionamiento de los ojos, articulaciones y
músculos, de manera que si uno o más de estos sistemas no trabajan en
forma adecuada, una persona puede enfrentar dificultades para moverse o
ponerse de pie, andar en bicicleta o realizar ciertos ejercicios.
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5. El oído es el órgano responsable no sólo de la audición sino
también del equilibrio, canales semicirculares y el vestíbulo están
relacionados con el sentido del equilibrio. En estos canales hay
pelos que detectan los cambios de posición de la cabeza.
El oído interno, que contiene tres pequeñas estructuras llenas de
liquido llamadas canales semicirculares (conductos), se
encuentran en lo profundo del interior de la cabeza. Cada conducto
tiene una inflamación en el extremo, llamada ampolla, dentro de la
cual están los diminutos receptores del equilibrio llamado Cresta.
8. El sentido del equilibrio es el que nos da lo que se llama conciencia
espacial, y las fuentes o vías de información que nos transmiten los
eventuales cambios en esta relación son la vista, el laberinto posterior y la
sensibilidad propioceptiva en las articulaciones, músculos y la sensibilidad
exteroceptiva táctil.
La vista informa de los movimientos de los objetos y de su situación
relativa. La sensibilidad propioceptiva informa de los cambios de posición
de la cabeza con respecto al resto del cuerpo y las plantas de los pies al
contacto con el suelo, destacando el importante papel de la cabeza con
respecto al resto del cuerpo. El laberinto posterior capta los
desplazamientos espaciales de nuestro cuerpo.
9. Hay dos tipos de equilibrio, el equilibrio en reposo o capacidad para
mantener una postura adecuada sin desplazarse y el equilibrio móvil o
capacidad para mantener una postura adecuada sin estar totalmente
en reposo. El Desarrollo del equilibrio sigue diversas fases y
evoluciona paralelo al desarrollo psicomotor.
En el caso del equilibrio estático se desarrolla hacia los 6 años.
Por el contrario el equilibrio dinámico se desarrolla a partir de los 9
años. Declinando dicho equilibrio a partir de los 35-40 años.
El equilibrio no es una función innata.
11. Equilibrio estático, que incluye la capacidad de mantener el equilibrio
con distintos puntos de apoyo o sobre superficies inestables y
mantener el equilibrio sobre una base cada vez más pequeña.
12. Equilibrio dinámico
- Realizar diferentes desplazamientos: correr, andar, saltar... - Andar sobre cuerdas, sobre
una línea pintada en el suelo...
Equilibrio dinámico sobre objetos
- Sobre bicicleta, patines, esquís cooperativos, zancos...
Equilibrio dinámico portando objetos
- Mantener una pelota sobre la cabeza. - Caminar sobre un banco sueco en cuadrupedias,
llevando una pelota sobre la espalda...
14. Numerosos sensores de presión ubicados en cuello, torso, articulaciones de las
piernas y pies transmiten señales al cerebro para informar dónde está el cuerpo
respecto al entorno (propiocepción). Los mensajes se envían, por ejemplo,
cuando giramos la cabeza, nos movemos y caminamos sobre superficies
diferentes.
El aparato vestibular que se ubica en el oído medio está involucrado en la
percepción del equilibrio y la estabilidad. Cuando giramos la cabeza
rápidamente, el líquido de los canales semicirculares (órgano del oído interno
que junto con el sáculo y utrículo determinan el equilibrio dinámico del cuerpo
humano) mueve los pequeños vellos que mandan un mensaje (a través del
nervio vestibulococlear) al cerebelo acerca del movimiento. En menos de un
segundo, el cerebelo transmite mensajes a los músculos necesarios para
mantener el equilibrio, y ayuda a los ojos a permanecer enfocados.
15. Por otro lado, en la parte posterior de los ojos, las terminaciones
nerviosas de la retina tienen células sensibles a la luz llamadas
conos y bastones. Cuando observamos algo, la luz llega a la
retina, mientras bastones y conos envían señales eléctricas al
cerebro a través del nervio óptico, a fin de interpretar lo percibido y
crear imágenes visuales. Asimismo, determinar la profundidad (a
qué distancia está un objeto), es vital para mantener el equilibrio.
16. Hacia los 6 años se alcanza el equilibrio estático, en tanto el dinámico
lo hace a partir de los 9 años.
Cabe señalar que el proceso de envejecimiento lo afecta, ya que con
la edad (aproximadamente a partir de los 35 ó 40 años) cambia la
forma en que los sentidos (gusto, olfato, tacto, vista y oído) pueden
brindar información acerca de los cambios en el entorno.
Inevitablemente, dichos sentidos se vuelven menos agudos y la
persona comienza a tener problemas para distinguir los detalles.
18. MÉNIÉRE
Es una enfermedad que afecta al oído interno, de causa desconocida,
caracterizada principalmente por vértigo, que suele manifestarse
acompañada deacúfenos o tinitus (zumbidos en los oídos), esta
enfermedad aparece en episodios que son repentinos que pueden
durar horas o incluso días y puede causar hipoacusia o sordera
irreversible.
19. CINETOSIS
Es el trastorno debido al movimiento, bien sea por mar, aire, coche,
tren o el producido por atracciones, cuyos principales síntomas son
vómitos, náuseas y falta de equilibrio, producidos por la aceleración
y desaceleración lineal y angular repetitivas.
Sus causas son la estimulación excesiva del aparato vestibular por
el movimiento.
20. ¡No pierdas el equilibrio!
Distintos trastornos, por ejemplo, la enfermedad de Ménière (afección del oído interno),
o bien, movimientos rápidos y vigorosos, como sucede en algún juego mecánico,
pueden alterar la equilibriocepción.
Una persona con problemas del equilibrio experimenta cierta sensación de
“desorientación” o inestabilidad que le dificulta ponerse de pie, correr, subir escaleras
sin caerse o tropezarse. Incluso, es posible que camine con las piernas demasiado
separadas, o bien, le resulte sumamente complicado andar sobre una superficie
desnivelada.
Otro síntoma común es el vértigo, es decir, la sensación de que la habitación gira
cuando la persona mueve la cabeza en cierta dirección o se encuentra en determinada
posición. Entre los factores que lo provocan están las afecciones del laberinto (órgano
en el oído medio), así como las que alteran los nervios acústicos o los núcleos del
cerebelo.
21. Es importante mencionar que los trastornos del equilibrio suelen originar problemas
de la vista, ya que el paciente puede ver imágenes que rebotan o tener visión
borrosa cuando mueve la cabeza.
De igual forma, la audición puede resultar afectada, pues los sonidos se perciben
apagados, particularmente cuando hay ruidos de fondo, siempre y cuando se
afecte el componente auditivo del nervio vestibulococlear.
Finalmente, debes tomar en cuenta que si sufres problemas del equilibrio a
menudo, conviene acudir al médico, ya que podría tratarse de trastornos de salud
diferentes a los aquí descritos.