El documento habla sobre la apatía y el conformismo que prevalecen en la sociedad mexicana, lo que ha llevado al rezago y la pérdida de oportunidades. La gente se ha vuelto cómoda y no se compromete con mejorar la sociedad o ayudar a los demás. Se necesita que la gente tome la iniciativa para erradicar la mediocridad empezando por uno mismo, desarrollando virtudes como la iniciativa, la disciplina y la participación ciudadana para crear un cambio positivo.
Reflexión sobre dos elementos: los factores que han incidido en tu constitución como ser social y los problemas sociales actuales de tu entorno.
Es importante señalar que cada uno de nosotros tenemos diferentes visiones y formas de apreciar la vida, no todos tenemos el mismo enfoque y ello se determina a partir de nuestro entorno, nuestra personalidad y el ser social que nos constituye.
Reflexión sobre dos elementos: los factores que han incidido en tu constitución como ser social y los problemas sociales actuales de tu entorno.
Es importante señalar que cada uno de nosotros tenemos diferentes visiones y formas de apreciar la vida, no todos tenemos el mismo enfoque y ello se determina a partir de nuestro entorno, nuestra personalidad y el ser social que nos constituye.
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3.pdfsandradianelly
Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestra y el maestro Fase 3Un libro sin recetas, para la maestr
Instrucciones del procedimiento para la oferta y la gestión conjunta del proceso de admisión a los centros públicos de primer ciclo de educación infantil de Pamplona para el curso 2024-2025.
1. 22 deAbril del 2013
La apatía y El conformismo.
En la Actualidad nuestro país vive unos momentos de cambios
significativos, que nos han llevado a someternos a grandes problemas,
entre ellos el rezago y conformismo.
México pierde oportunidades que repercuten en todos los ciudadanos.
Todos nos preguntamos a diario ¿Por qué no podemos desarrollarnos?,
¿Por qué cada día existen menos oportunidades? ¿Por qué el costo de
nuestros problemas es tan alto?
La respuesta es muy sencilla, estamos inmersos en un estado de confort
donde la falta de interés por el bien, la búsqueda de progreso de la sociedad
y la ausencia de compromiso ciudadano, son la premisas principales en
nuestras vidas; podemos visualizar que cada día buscamos adoptar menos
responsabilidades y compromisos.
La apatía en especial, es el antecedente para no comprometernos con lo
que hacemos, la mediocridad radica en la falta de compromiso propio. Y
creo que todos hemos adoptado esa actitud, al no querer participar en una
actividad de integración, al no ayudar a los más necesitados llevándoles un
poco de alegría, no ir a alguna actividad escolar enriquecedora, a la falta de
opinión en deficiencias tanto escolares, familiares y/o nacionales.
Es claro, que atentamos todos los días, en esa falta de compromiso con lo
que nos rodea, sin tomar conciencia, de cómo nos afecta a nivel personal y
social.
A pesar de todos nuestros problemas, tenemos una ventaja para comenzar
a cambiar, ya que es muy común para nosotros quejarnos y detectar
deficiencias, (que en la mayoría, lo hacemos sin comunicarlas
expresamente de una forma verbal, pero el hecho es que lo hacemos) a
través de un proceso, me quejo cuando algo me incomoda, y surge la
necesidad de cambio.
Posteriormente decides, ¿modifico la deficiencia o me quedo con mi
2. incomodidad?, en dicho caso que busques cambiarlo, viene el
famoso ¿cómo? Y de manera casi automática surge la autovaloración de
nuestros actos, es decir, ¿lo estaré haciendo bien? o ¿valdrá la pena lo que
estoy haciendo?
Para esto quiero citar lo siguiente: hace algunos días me encantaba en la
escuela donde laboro, platicando con un grupo de jóvenes que se quejaban
acerca de las colegiaturas que la escuela cobraba, y lo difícil que les eran a
sus padres conseguir para pagarlas, puesto que al igual que en todas las
escuelas particulares se pagan los doce meses del año, y sus respectivos
intereses si no se paga en tiempo, les interrumpí con esta pregunta ¿Qué
han hecho ustedes para cambiar esto?, se hiso un gran silencio hasta que
uno de ellos replico “¿Que podemos hacer? Nosotros no trabajamos”,
“además yo solo me dedico a estudiar”, enseguida pregunte ¿Y lo haces?,
¿A caso alguno de ustedes en estas vacaciones pasadas, obtuvo ganancias
de lo que hasta ahora ha aprendido?, esto provocó una seria de quejas y
contestaciones malhumoradas, antes de que se saliera la situación de mi
control, comente, hasta cuando dejaran de ser simples espectadores... me
atrevería a decir, sólo unos pocos lo han dejado de hacer, les es más fácil
solo esperar a recibir todo, a cambio de muy poco y en algunos casos de
nada.., mediten en la forma en que están participando en su
formación,…….agregue, es por eso que la inseguridad, la corrupción, la
falta de transparencia e ineficiencia siguen desarrollándose y se está
tornando en un situación que parece no tener fin, finalmente termine
diciéndoles esta frase dura pero cierta “Pobre cito mi país que le espera en
el futuro”.
Pero vuelve a aparecer la pregunta de hace un rato ¿cómo?, ¿cómo
erradicar la mediocridad?, creo que la respuesta es muy fácil, empezando
por uno mismo.
Como las personas que considera sus estudios una fuente de superación, el
deportista que ve en el deporte una fuente de desarrollo e incluso la madre
de familia que busca mantener a su familia de la mejor manera; es más
que visible que existen demasiadas maneras de erradicar nuestra
mediocridad generacional, nuestra falta de hambre por salir a delante.
3. Me gustaría compartir con ustedes una frase de Carlos Kasuga que
simplifica todo lo mencionado “El que cumple con su obligaciones y
da más de lo que debe, convierte su mundo en un paraíso, el
que sólo pide convierte su mundo en un infierno".
La falta de ambición de cambio, que hemos mantenido los últimos años,
me hace pensar que necesitamos problemas sociales y políticos tan fuertes
que nos lleven al verdadero cambio; y que no sea como está escrito en la
Independencia y la Revolución. Lo cual me resulta absurdo y retrogrado,
tal como lo promulgan algunos insensatos, eso sería como no haber
aprendido de la historia y lo cual nos condenara a repetirla.
Ahora la propuesta es, que desarrollemos un conjunto de virtudes
tales como: iniciativa, idealismo, disciplina, solidaridad (simplemente en
nuestras familias, y círculos sociales), participación, la costumbre de la
retroalimentación, el nacionalismo y un poco de reflexión de que mi
crecimiento se multiplica con el crecimiento de mi sociedad.
Es necesario comprometernos en alcanzar todas las oportunidades que
hemos dejado escapar, explotando especialmente el entusiasmo de los
jóvenes que tienen hambre de progreso y superación.
Es por eso que yo los invito a que pensemos, planeemos y esto lo
convirtamos en acciones, pues recuerden que la palabra convence pero, el
ejemplo, ese sí que arrastra, estas acciones deben de llevarse a todo lo que
podemos cambiar, para crear una sociedad libre de mediocridad y apatía.
Fortalezcamos líderes formadores de líderes, modelos de ejemplo a
seguir, que sean agentes de cambio en beneficio del municipio, el Estado,
la Patria y que estos jóvenes sean hombres libres y de buenas costumbres
ciudadanos del mundo.
RLS63.