La Escuela Ecológica Clásica de Chicago estudia las ciudades como ecosistemas complejos donde las personas interactúan y se adaptan entre sí y con su entorno. Comparan las ciudades a organismos vivos donde la cooperación y competencia entre los grupos mantiene el equilibrio. Analizan cómo los procesos sociales siguen principios biológicos como la sucesión y la diferenciación funcional de los grupos en la ciudad.