Este documento describe la importancia de los espacios educativos y su distribución para facilitar el aprendizaje. Señala que los espacios han evolucionado y ahora incluyen aulas, laboratorios, bibliotecas y áreas al aire libre. También destaca que el uso de tecnologías de la información mejora la enseñanza y ofrece flexibilidad. Una buena distribución de estas áreas físicas y virtuales crea ambientes pedagógicos que promueven la autonomía del estudiante.