El documento discute el mito de la sobreestimulación en la estimulación temprana. Explica que la estimulación temprana involucra actividades lúdicas, variadas y cortas diseñadas de acuerdo con el desarrollo del niño, no para obligarlo a algo para lo que no está listo. Si la actividad estresa o irrita al niño, no es estimulación temprana real. La conclusión es que no existe la sobreestimulación cuando la estimulación temprana se implementa correctamente respetando las etapas del desarrollo infantil.