Un equipo de voluntarios realizó una evaluación rápida de salud en campamentos de emergencia y albergues en Talcahuano, Chile, tres semanas después del terremoto del 27 de febrero. La mayoría de las 279 familias desplazadas vivían en campamentos improvisados con materiales de desecho debido a la destrucción o daños en sus viviendas originales. Aunque contaban con suministro de agua, era insuficiente. Se observó disposición inadecuada de excretas y presencia de perros vagos, lo que representaba riesgos