El decreto supremo aumentó los impuestos a bebidas azucaradas, licores, cigarrillos, combustibles y vehículos. Los vehículos nuevos tendrán una tasa del 10% e impuestos más altos para vehículos usados a gasolina. Las bebidas con más de 6 gramos de azúcar por 100 ml tendrán un impuesto del 25%, mientras que los cigarrillos tendrán un impuesto más alto. El objetivo es desincentivar el consumo de productos dañinos y recaudar más fondos.