2. Es una enfermedad causada por una bacteria conocida como bacilo de
Koch. Es curable y prevenible. Afecta principalmente a los pulmones,
pero puede afectar otras partes del cuerpo. Si no se trata
oportunamente, puede causar daño permanente en los pulmones.
3. Las personas infectadas con el bacilo tuberculoso tienen un 10% de
probabilidades de enfermar de tuberculosis a lo largo de la vida. Sin
embargo, este riesgo es mucho mayor para las personas cuyo sistema
inmunológico está dañado, como ocurre en casos de la infección por el VIH,
malnutrición o diabetes, o en quienes consumen tabaco. La tuberculosis es
la principal causa de muerte entre las personas con VIH.
4. Se calcula que una
tercera parte de la
población mundial
tiene tuberculosis
latente. Es decir
que están
infectadas por el
bacilo, pero aún no
han enfermado ni
pueden transmitir
la infección.
5. Una persona con
tuberculosis, que no esté
en tratamiento, puede
contagiar a otras
personas al estornudar,
toser o escupir. Al
hacerlo, elimina bacterias
al aire que pueden entrar
a los pulmones de otras
personas. Alcanza con
que una persona inhale
unos pocos bacilos para
quedar infectada.
6. Cuando la persona enferma se encuentra haciendo tratamiento no
contagia a otras personas. La tuberculosis no se contagia por compartir
cubiertos, vasos, etc. con una persona enferma.
7. A lo largo de un
año, una
persona con
tuberculosis
puede infectar a
unas 10 a 15
personas por
contacto
cercano. Si no
reciben el
tratamiento
adecuado, hasta
dos terceras
partes de las
personas con
tuberculosis
mueren.
8. La tos persistente por
más de 15 días es el
principal síntoma. Se
puede presentar junto
a fiebre, sudoración
por la noche,
cansancio permanente,
pérdida de peso o falta
de apetito. Sin
embargo, pueden ser
leves durante muchos
meses.
9. Es por esto que las personas pueden tardar en consultar al
servicio de salud y transmiten la bacteria a otras personas.
Ante la persistencia de tos durante más de 15 días, es
importante consultar en un servicio de salud.