El Expresionismo Social surgió en Europa después de la Primera Guerra Mundial como respuesta a las tendencias socio-políticas y los movimientos sociales. Pretendía expresar las emociones interiores a través de la deformación y exageración de formas y colores. Agrupó a artistas de variadas tendencias que defendían un arte más intuitivo y personal centrado en la visión interior del artista. Magnificaba el dolor y la explotación social a través de imágenes deformadas y colores oscuros.