La FASB 52 establece normas para la conversión de moneda extranjera para proporcionar información financiera en la moneda funcional y reflejar el impacto de los cambios en las tasas de cambio. Se aplica a las traducciones de transacciones en moneda extranjera y estados financieros consolidados, con el objetivo de contabilizar deslizamiento cambiario y transacciones en moneda extranjera desde la perspectiva de la casa matriz.