Un tumor pequeño en las glándulas suprarrenales puede causar aldosteronismo primario, lo que resulta en un exceso de aldosterona en el cuerpo. Esto aumenta la absorción de sal y agua en los riñones, lo que a su vez aumenta el volumen de líquido extracelular y causa hipertensión. A largo plazo, la hipertensión puede dañar los riñones de forma permanente. El sistema renina-angiotensina ayuda a controlar la presión arterial mediante la regulación del volumen de líquido extracelular.