1. INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO DE LA
EDUCACIÓN SUPERIOR
ICFES
SUBDIRECCIÓN ACADÉMICA
GRUPO DE EVALUACIÓN DE
LA EDUCACIÓN BÁSICA Y MEDIA
FILOSOFÍA
ANÁLISIS DE RESULTADOS 2006
EXAMEN DE ESTADO PARA INGRESO A LA EDUCACIÓN
SUPERIOR
Claudia Sofía Melo Rodríguez
Bogotá, mayo 2007
2. ANÁLISIS DE RESULTADOS 2006
Grupo de Evaluación de la Educación Superior - ICFES
Claudia Lucia Sáenz Blanco
Grupo de Evaluación de la Educación Básica y Media - ICFES
Flor Patricia Pedraza Daza
ICFES
ISSN: 1909-3993
Diseño y diagramación:
Secretaría General, Grupo de Procesos Editoriales - ICFES
3. ALVARO URIBE VÉLEZ
Presidente de la República
Francisco Santos Calderón
Vicepresidente de la República
CECILIA MARÍA VÉLEZ WHITE
Ministra de Educación Nacional
INSTITUTO COLOMBIANO PARA EL FOMENTO DE
LA EDUCACIÓN SUPERIOR
Directora General
MARGARITA PEÑA BORRERO
Secretario General
GENISBERTO LÓPEZ CONDE
Subdirector de Logística
FRANCISCO ERNESTO REYES JIMÉNEZ
Subdirector Académico
JULIÁN PATRICIO MARIÑO VON HILDEBRAND
Oficina Asesora de Planeación
CLAUDIA NATALIA MUJICA CUELLAR
Oficina Asesora Jurídica
MARTHA ISABEL DUARTE DE BUCHHEIM
Oficina de Control Interno
LUIS ALBERTO CAMELO CRISTANCHO
4. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
1. Introducción
Los maestros de filosofía casi siempre nos quejamos de lo difícil que es llevar al aula el conocimiento filosófico, es innegable
que el área de filosofía sufre por parte de los estudiantes un desinterés que ha hecho que nuestra tarea la consideremos
en ocasiones vana y mal valorada. Sin embargo, no podemos quedarnos en la queja, debemos buscar primero que todo la
causa de este malestar, segundo, las soluciones más factibles para esta situación y tercero, mantener firme la convicción
de la importancia de la filosofía para el estudiante colombiano y para el ser humano en general. Este último punto aunque
parece muy obvio, es necesario resaltarlo, porque en algunas ocasiones se puede llegar a pensar que el único papel de
la filosofía y del maestro de filosofía es transmitir datos, lo cual es desconocer a la filosofía misma y al ser del maestro.
Este escrito, aunque está dentro de la serie de análisis de resultados que el ICFES realiza anualmente, busca acercarse
un poco a esta problemática por las que todos los profesores de filosofía en algún momento dado hemos pasado. De esta
manera, en la primera parte se hace una referencia al pensamiento crítico y su relación con el área de filosofía; en un
segundo momento, se presenta la importancia de la lectura, así como los problemas por los cuales atraviesa; en un tercer
momento, se hace una reflexión sobre la evaluación, así como un seguimiento a algunas de las preguntas que de acuerdo
con su nivel de dificultad son consideradas fáciles, difíciles y medias; finalmente, se plantean algunas conclusiones.
2. La filosofía y la formación del pensamiento crítico
Colombia es un país que posee grandes riquezas no sólo por su geografía, sino por sus habitantes, por sus costumbres,
por su cultura y hasta por sus conflictos, pues éstos a pesar de los dolorosos que son para todos nosotros y tan perjudicia-les
para el desarrollo del país, pueden ayudarnos a tener una posición crítica frente a ellos y frente a nuestro papel en la
sociedad. Digo pueden, porque perfectamente podemos cerrar los ojos ante nuestra situación y pensar que como no nos
toca directamente porque no hemos sido víctimas de la violencia o de la pobreza, simplemente no es nuestro problema.
Sin embargo, el ser colombiano lleva implícito carnavales, raza, festival vallenato, reinas, etc., pero también dolor, el dolor
de la muerte que durante años ha atravesado nuestro país.
Estas palabras tal vez suenan fatalistas o fuera de contexto, pues se podría preguntar para qué hablar de esto en un do-cumento
sobre evaluación. Pues bien, en primer lugar, aunque la violencia y la injusticia son hechos cotidianos en nuestro
país, no pueden pasar por obvios, ni mucho menos como algo frente a lo cual no tenemos nada que decir, pues esto es lo
que nos lleva a pensar que por estar alejados espacialmente del conflicto también lo estamos existencialmente y entonces
aunque escuchemos noticias o leamos periódicos o nos encontremos con análisis sobre lo que sucede a diario, nunca tome-mos
una posición o lo hagamos de una forma superficial, quedándonos en simple opinión o en tomar a la ligera decisiones
trascendentales como el voto para elegir a nuestros representantes, guiados por intereses particulares y egoístas.
Esta situación de indiferencia puede alcanzar nuestra percepción del mundo, de los sucesos internacionales, pues en
muchas ocasiones no nos dice nada lo que ocurre con hechos fundamentales como la elección de determinado presidente
en un país vecino, la guerra entre países, la muerte de un líder político, o los progresos de la ciencia y sus consecuencias
éticas, religiosas, económicas, etc.
Ahora bien, no podemos esperar que si nuestro contexto no nos afecta, lo haga el contexto más general. Sin embargo,
tampoco podemos quedarnos en la simple respuesta de que no hay nada que hacer para cambiar la situación, al contrario
desde el aula y desde el hogar podemos ir involucrando a nuestros jóvenes en el contexto de su región, de Colombia y del
mundo para que cada día se sientan y actúen como ciudadanos del mundo. La filosofía dentro de esta situación tiene un
papel fundamental, pues desde siempre ella se ha caracterizado por ser una actividad cuestionante frente a la vida, una
actitud que es propia del hombre que se deja afectar por su realidad.
En este orden de ideas, el papel de la filosofía dentro de la escuela es fundamental, pues por medio de ella el joven puede
observar su realidad y contemplarla desde sus distintos ángulos valorando y respetando los distintos puntos de vista que
sobre ella se ejercen, pues lo importante de la filosofía no es que el hombre discuta, sino que el hombre lleve a cabo un
5. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
acercamiento a su realidad, comprendiéndola y aprehendiéndola. Pero esto no se logra si el estudiante sigue viendo la
filosofía y la realidad como ajenas a él, es necesario que se dé una relación entre el contexto del estudiante, la filosofía y
su enseñanza – aprendizaje, pues de lo contrario, ella pasará sólo como un cúmulo de datos y no dejará nada claro en el
alumno para su proceso de conocimiento, ni mucho menos para su vida.
Muchas veces frente a un hecho sentimos curiosidad e indagamos por él, sin embargo, muchas veces también nos quedamos
sólo en esa indagación pero sin profundizar, abandonando la problemática en sus fases iniciales simplemente porque lo
que nos llevó a ella era solo entusiasmo que no culminó en la búsqueda metódica de información, en la indagación seria,
en lectura objetiva de los hechos, lo cual a su vez deja como resultado una mirada parcial y superficial del problema.
En el proceso de formación de un pensamiento crítico, es fundamental partir de la situación propia del sujeto pensante.
Sólo en la medida en que el estudiante se sienta comprometido con algo reflexiona sobre ello, de lo contrario puede que
la entienda y se aprenda los datos más relevantes en determinado proceso o problemática, pero esto no le dirá nada para
su vida.
En este sentido, podemos preguntarnos qué es lo que queremos con la enseñanza de la filosofía, ¿acaso, que el estudiante
aprenda lo más importante de la historia de la filosofía, como sus representantes? ¿Acaso que el estudiante se prepare
suficientemente para el examen de Estado? O, ¿que el alumno se interese por aquellos problemas que nosotros consi-deramos
fundamentales?. Todo esto puede ser válido, pero no debemos olvidar que más allá de que el estudiante logre
una cultura general, o se interese por lo que pensamos que se debe interesar, o que logre un proceso interesante en el
examen de Estado, la filosofía debe contribuir a la formación de un pensamiento propio, de un pensamiento crítico. Pero
¿qué significa un pensamiento critico? Primero que todo que el estudiante esté atento ante una realidad específica que
es la suya; segundo que reflexione sobre ella, pero esta reflexión no es desarticulada e inconstante, pues si bien es cierto
que en un primer momento lo guía un deseo no quiere decir que se quede sólo en ese deseo, éste debe ser cultivado y
profundizado, pues de lo contrario caerá en la dispersión y en el abandono de la investigación.
Por esta razón es importante partir del contexto del estudiante, escuchando sus expectativas, permitiendo que sienta su
realidad, que se deje afectar por ella. El conocimiento corre el riesgo de quedarse en el aula, sin hacer referencia al mundo
local, contextual, regional, entonces nuestros jóvenes salen del colegio y llegan a sus casas, a sus barrios y se encuentran
con una realidad diferente, que termina confundiéndolos y haciéndoles pensar que el estudio no es importante ni nece-sario,
porque no tiene nada que ver con su vida cotidiana, con su realidad. Así mismo, en ocasiones, se corre el riesgo
de quedarse en lo local sin observar lo global, rechazándolo porque aparentemente no hace parte de nuestro contexto.
En ambas situaciones queda en el alumno la impresión de una desarticulación entre la filosofía y el mundo que limita su
acercamiento a las problemáticas y retarda su proceso de aprendizaje.
El estudio y la escuela deben permitirle al joven encontrar herramientas para desenvolverse en la vida. Sin embargo, este
desarrollo no puede medirse únicamente en términos materiales y económicos, pues si bien estos son importantes, no son
los únicos ni los más definitivos en la formación del individuo.
Si tomamos en cuenta estos fines como los únicos que pueden y deben ser alcanzados con el conocimiento, estamos
formando individuos con poco o ningún interés por los otros, ya que tendrán una imagen del conocimiento y de la realidad
determinadas por la utilidad y el egoísmo. El conocimiento va más allá de estos dos fines, sin que se oponga a ellos, pues
si bien es cierto que con el conocimiento, el individuo, en algunos casos, puede lograr una estabilidad económica y laboral,
esto no implica que el que no logró o no buscó dicho progreso, fracasó en su proceso de aprendizaje o que el que lo logró
haya aprehendido realmente el sentido del conocimiento y del aprendizaje.
Los maestros estamos llamados a orientar al alumno en sus procesos cognitivos y cognoscitivos que son también pro-cesos
existenciales, puesto que el conocimiento y la vida no pueden estar separados el uno del otro. El aula es un espacio
en el cual a la vez que se intercambian conocimientos, se comparte vida, intereses, y expectativas. La palabra enseñar,
implica orientar y a la vez aprender, pues aunque el maestro posea más conocimientos teóricos y más experiencia que sus
estudiantes, eso no implica que éstos no traigan consigo un conocimiento y una experiencia válidos, al contrario, muchas
6. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
veces la mirada espontánea de un alumno puede hacernos replantear muchas cosas frente a nuestro propio conocimiento.
Por eso es fundamental que los maestros no olvidemos que hacemos parte de un grupo social, con unas características
específicas que determinan nuestra mirada y conocimiento del mundo. El maestro hace parte del mundo y del contexto del
estudiante, así como la filosofía hace parte del hombre.
En ese sentido, el proceso de enseñanza y de aprendizaje de la filosofía tiene ante sí un gran reto, pues ella ha sido
desvalorizada en nuestra sociedad durante mucho tiempo, tomándola como algo que debe ser enseñado por ley más no
por convicción, de la misma forma, los estudiantes la han visto como algo innecesario en su proceso educativo. En este
sentido debemos preguntarnos ¿por qué ha sido tomada de esta manera? ¿Será que en el fondo la filosofía no es más
que una extravagancia en esta época? O ¿será que ya todo está dicho por la ciencia y la técnica y por lo tanto, la filosofía
es inútil?
Aunque el mundo en el que vivimos día a día progresa científica y técnicamente, no se puede afirmar que lo referente al
hombre y a su relación con la naturaleza quede resuelto desde el conocimiento científico; este puede dar respuesta a ciertos
fenómenos, sin embargo, dicha respuesta no abarca toda la realidad, ni mucho menos la realidad del hombre, pues ésta
es dinámica, mediada por un pensar y un sentir propios de un contexto, de una época, de distintas relaciones, etc..
Es fundamental que desde el aula se lleve a cabo un acercamiento del alumno con su realidad a partir de la filosofía, esto
quiere decir, que si bien, la enseñanza de la filosofía no se puede quedar en simple repetición de datos, también es cierto
que tampoco puede convertirse en el espacio de la opinión simplista sin ninguna reflexión de por medio. Es necesario
que la filosofía diga algo al alumno, lo confronte con su realidad, lo cuestione, lo cual no se logra si seguimos pensando
en términos de asignaturas, y de autores solamente, pero tampoco, si pensamos que ser crítico es evadir toda lectura y
análisis de planteamientos anteriores y actuales.
Esta relación entre enseñar y aprender, si bien es compleja en cualquier campo del saber, lo es aún más en el
ámbito de la filosofía. Un médico o un abogado necesitan aprender ciertos procedimientos y reglas, y muchos
de ellos requieren de una enseñanza directa. Quien realiza un aprendizaje filosófico, necesita también, por
supuesto, manejar ciertos procedimientos y reglas (como por ejemplo, los que se aprenden en una clase de
lógica). Sin embargo, su aprendizaje fundamental no está allí. Su aprendizaje necesitará ir siempre más allá de
la enseñanza recibida. Es posible que el día de mañana, como maestro deba enseñar a sus alumnos con los
mismos textos que él aprendió. Su aprendizaje será, sin embargo, distintivo. Si ha leído, por ejemplo a Descartes,
no será para que sepa repetir de modo perfecto sus argumentos, sino para que, a partir de la reflexión propia
que ha podido hacer sobre sus escritos e ideas, pueda pensar por sí mismo, para que desarrolle su propio punto
de vista sobre el autor, o para que a partir de él, se plantee nuevos problemas o imagine nuevas soluciones.
Un buen alumno de filosofía es el que, a partir de lo enseñando, desarrolla su propio aprendizaje .
Una de las características de un ser autónomo y crítico es precisamente que puede analizar de forma serena los distintos
planteamientos o posturas que se dan frente a una situación y posteriormente adoptar una postura frente a ella sin que
esto quiera decir que su posición sea contraria a las otras analizadas.
Lo mismo ocurre con los planteamientos filosóficos, y con la enseñanza de los mismos, pues algunas veces se cree que
para que el proceso de enseñanza aprendizaje de la filosofía vaya de acuerdo con la educación por competencias, es ne-cesario
olvidar por completo toda referencia a las matrices histórico -culturales de la filosofía, como si este proceder fuera
contraproducente para el proceso del joven; nada más lejano de la realidad, pues decir que la educación por competencias
no admite referencia a lo teórico, es considerar a éstas como conceptos vagos e insignificantes, lo cual es contrario a su
naturaleza, ya que las acciones como interpretar, argumentar y proponer sólo pueden darse desde un contexto específico,
lo que significa en filosofía, desde un problema real del mundo, del hombre, del ser, tomando a las posturas y reflexiones
que se han tejido a su alrededor como puntos de vistas válidos.
PINEDA. Diego. Sobre enseñar y aprender, p., 3. Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá.
7. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Pensar entonces, que los autores de épocas anteriores no tienen nada que decir a nuestra situación, es afirmar que
nuestros problemas son exclusivamente nuestros y que por lo tanto las respuestas también, cerrando así la posibilidad de
cualquier diálogo y comprensión de nuestra propia historia, lo cual a su vez, obstruye la formación de un individuo libre,
ético y responsable con la sociedad.
La filosofía no está separada de la historia. Afirmar lo contrario es afirmar que está separada del hombre y de su existencia,
pues la historia la hace el hombre al cuestionarse sobre su entorno, al tomar decisiones, al aprehender su presente su
pasado y pensar e imaginar su futuro, al recrear la naturaleza y jugar con sus formas, al romper con la historia misma.
Es importante preguntarnos qué entendemos por historia. Si tomamos el término historia como la cronología de los autores,
si lo tomamos como la reconstrucción de hechos sociales fundamentales pero que no tienen que ver con la filosofía porque
son hechos económicos, políticos, religiosos, etc., que cambiaron el curso del mundo, entonces es necesario replantear
el concepto de historia, pero además replantear el concepto de filosofía, pues ninguno de los dos se acerca a los sentidos
dados aquí. La historia no es sólo cronología, ella le da sentido a los procesos del pasado, por los cuales indaga; por
esa misma razón no se puede hablar de una sola historia o de una verdad absoluta en la historia, pues esto sería pensar
que el objeto del que trata es estático e inerte. La filosofía por su parte, como se anotó anteriormente, es una actitud de
cuestionamiento constante, de interés y preocupación por la realidad circundante, es decir, es un apercibirse del propio
ser del hombre y del ser en general.
Teniendo en cuenta esto, se hace más clara la relación entre filosofía e historia y por lo tanto, la clase de filosofía puede
seguir siendo dinámica, activa, práctica, etc., sin dejar la rigurosidad propia de la filosofía, ni su relación con los contextos
hsitóricos. A lo que se quiere llegar con lo anterior es que en la enseñanza de la filosofía no es necesario olvidarse del
contexto del estudiante, o de las matrices histórico-filosóficas que acompañan y sustentan un problema, al contrario, cuando
hay un diálogo entre el contexto del alumno, el del maestro y el de la filosofía, se abona el camino para la construcción de
un pensamiento autónomo y comprometido con la realidad social del individuo.
3. Importancia de la lectura
Dentro del proceso de enseñanza y aprendizaje de la filosofía, no sólo es importante la presencia del maestro y del alumno,
sino también la presencia de los libros y de la comunicación entre el estudiante y los distintos planteamientos, imágenes
y tratamientos de los problemas e interrogantes que han surgido a lo largo de la historia a partir del contacto de los seres
humanos con la realidad.
Sin embargo, pese a esto, es un hecho que el interés por la lectura no es algo generalizado en nuestra sociedad, y mucho
menos entre nuestros jóvenes. En muchas ocasiones hemos sido testigos del desgano de estudiantes de Educación Media
y Educación Superior frente a la lectura, y sobre todo, frente a la lectura filosófica. Una de las razones que ellos presentan
frente a este hecho, es, en el caso de los estudiantes de Educación Superior, que no hay tiempo para leer, porque tienen
que ver muchas asignaturas, y porque, en muchos casos, esas lecturas no tienen nada que ver con su carrera. Los estu-diantes
de Educación Media, por su parte, presentan un desánimo porque consideran que leer es aburrido, que además
las asignaturas que tratan de las ciencias sociales y humanas no les servirán a ellos en un futuro. Cabe aclarar, que en
ninguno de los dos casos se puede generalizar, porque hay jóvenes que desde el colegio están interesados en la lectura,
bien sea porque su contexto familiar y social se los ha permitido desde temprana edad, o simplemente porque al transcur-so
de su vida han ido descubriendo y afianzando un gusto por ella que tal vez desde antes poseían, y cuando llegan a la
universidad buscan una profundización en ella, independiente de la carrera que hayan escogido.
Pero la falta de interés no es el único problema, existe otro problema, tal vez derivado de éste, pero no menos grave, y es
que los jóvenes no saben leer. Es difícil afirmar si este es la causa de la falta de interés o si es su consecuencia, lo que sí es
posible afirmar es que es un hecho muy común en los jóvenes. En muchas ocasiones leen y se preparan para una exposición,
para una evaluación o simplemente para la participación en la clase, pero cuando intentan dar cuenta del texto, se pierden en
divagaciones, en detalles que no llevan a la tesis o a los argumentos. Esto hace que su comprensión sea muy limitada y que
por último abandonen la lectura o se queden con una mirada muy superficial y descontextualizada de la obra.
8. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Frente a esto es importante que los maestros de filosofía busquemos la manera de acercar a nuestros estudiantes a la lectura
juiciosa. ¿Pero cómo hacerlo sin aburrirlos? Y ¿cómo lograrlo con un tiempo tan limitado en las clases? Sería irrespetuoso
que desconociendo el contexto de cada maestro y sus estudiantes nos atreviéramos a dar recomendaciones o fórmulas
para llevarlo a cabo, pues el maestro es el que conoce a sus estudiantes y por lo tanto, es desde allí que puede generar
respuestas a esta problemática. Sin embargo, sí podemos decir que independientemente del contexto en el que se mueve
el maestro, un aspecto importante en la invitación a la lectura es permitir y ayudar a que el alumno empiece poco a poco
a descubrir cómo esas problemáticas planteadas en los libros pueden tener relación con su vida, no tanto en un deber ser
sino en las problemáticas mismas y en el desencadenamiento de éstas en preguntas.
Pero para ello es necesario que perdamos el miedo a involucrar a los alumnos en la lectura de primeras fuentes, a partir de
una pregunta previa, de un acontecimiento cercano, etc; si no contamos con bibliografía en nuestra institución, entonces
recurrir a las bibliotecas, y a otras posibilidades de acceso a estas primeras fuentes, de tal manera que a la vez que el
estudiante esté explorando en ellas, esté indagando y buscando respuesta sobre un problema que considera propio o al
menos cercano. Ésto facilita mucho más la relación maestro-alumno-lectura, pues el estudiante al estar motivado acoge
más fácilmente las indicaciones del profesor sobre los aspectos que debe tener en cuenta en la lectura y por lo tanto, su
comprensión se vuelve mayor.
Estas observaciones pueden ser aceptadas o criticadas, también pueden ser muy limitadas, sin embargo, dejan ver un
aspecto de la enseñanza y el aprendizaje de la filosofía muy importante como es la necesidad de la lectura de primeras
fuentes en el proceso y formación del pensamiento crítico en los individuos, y es necesario resaltar la palabra individuo,
porque los alumnos son individuos en formación y si bien es cierto que el pensamiento crítico no se forma en un año lectivo,
sí es cierto que desde allí se dan herramientas para su constitución y fortalecimiento, los cuales son procesos que se dan
a lo largo de la vida.
4. La evaluación en filosofía
En el año 2006 se hicieron públicos los cambios realizados en el Examen de Estado, los cuales fueron discutidos a lo largo
del 2005 con distintos maestros del país con el fin de que los nuevos marcos teóricos fueran coherentes con los procesos
de enseñanza y aprendizajes de las distintas áreas.
El área de filosofía no fue ajena a estos cambios, sin embargo, teniendo en cuenta las preocupaciones de los maestros
respecto a la enseñanza de la filosofía, así como la información que año tras año arrojaban las pruebas, consideró que más
que un cambio radical en los componentes de esta prueba, se debía hacer un cambio en su organización de tal manera que
fuese más claro para la población lo que se quería indagar en cada una de las preguntas, pero a sí mismo, que se pudiera
abrir la puerta a la posibilidad de hacer preguntas transversales en filosofía y con el tiempo, poder realizar preguntas de
filosofía que sean transversales a otras áreas. Por esta razón, se plantearon los tres componentes que hacen referencia
a tres preguntas fundamentales como son: La pregunta del hombre por su mundo social y cultural; La pregunta por el Ser;
y La pregunta por el conocimiento.
Es necesario aclarar que no se hizo un recorte en los componentes, sino una reorganización de los que ya estaban.
De esta forma, no se puede decir que se suprimieron temáticas, pues esto sería contrario al sentido mismo de la
prueba y de los procesos de enseñanza y aprendizajes de la filosofía. Lo que se busca con la reorganización de
las temáticas en estos tres componentes es que, por ejemplo, preguntas que aparentemente son de ética puedan
generar una reflexión antropológica; o una problemática planteada desde la ciencia pueda tener una lectura ética o
política, y todas ellas puedan aparecer en el Examen de Estado bajo el nombre del primer componente (La pregunta
del hombre por su mundo social y cultural), que en últimas se presenta como una problemática general que engloba
a otras y las relaciona.
Las competencias por su parte, no sufrieron cambios, sino simplemente se aclararon y especificaron de acuerdo con la
prueba misma, de tal manera que siguen presentes las competencias comunicativas conocidas desde el año 2000.
9. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Sin embargo, la prueba de filosofía quiso introducir cambios en la forma de la pregunta buscando mayor claridad en los
procesos que se evalúan. Teniendo en cuenta, por un lado, lo planteado en el numeral anterior respecto a la importancia
de la lectura de primeras fuentes, y por otro lado, que una de las causas de las respuestas incorrectas en la prueba es la
falta de lectura del ítem o la mala lectura del mismo, se hizo necesario la presencia de preguntas que indagaran propia-mente
por la lectura de textos filosóficos. De la misma manera, se hizo necesario realizar preguntas que indagaran por la
comprensión de conceptos básicos de la filosofía, y preguntas que a la vez que indagan por dichos conceptos, le permitan
al estudiante relacionarlos con situaciones concretas.
En resumen, la prueba de filosofía presenta cambios en su organización y presentación, los cuales se manifiestan por una
parte, en la organización de las problemáticas evaluadas anteriormente, en los tres nuevos componentes; se manifiestan
por otra parte, en la especificación de las competencias comunicativas; y finalmente se manifiestan en la presencia de
tres clases de ítems: 1) los que indagan por la lectura de textos filosóficos; 2) los que indagan por conceptos básicos de
la filosofía; y 3) los que permiten al estudiante relacionar y aplicar los conceptos filosóficos a su contexto. Cabe anotar
que estas preguntas se presentan de igual forma en cada uno de los componentes y de las competencias, sin que sean
exclusivas de alguno de ellos.
Finalmente, los cambios realizados en la prueba de filosofía buscan un mayor acercamiento entre el aula y el Examen de
Estado. Pero se debe tener claro que un ítem no puede abordar la totalidad de una problemática filosófica, sino simplemente
enunciarla, y por lo tanto, el estudiante debe poner en juego los conocimientos adquiridos sobre ésta en el aula. Por tal
razón, se hizo necesario que la prueba se centrara más en los autores y temáticas básicas trabajadas desde las instituciones
educativas, sin que esto quiera decir que no se hagan referencia a autores contemporáneos, sólo que en estos casos la
información se amplía y la pregunta se especifica mucho más.
4.1. Informe analítico 2006
El siguiente informe analítico está basado en los resultados de las aplicaciones de la prueba de Filosofía en el Examen
Estado aplicado en el año 2006. Para su realización se tendrá en cuenta la dificultad que presentó cada ítem, así como
las competencias y componentes a los que se hizo referencia en cada uno de ellos.
4.1.1. Preguntas de dificultad baja
En el Discurso del Método, Descartes afirma que antes de querer transformar el
mundo, es necesario cambiar nuestras ideas, nuestro propio pensamiento, lo cual
implica que
A. debo hacer lo que mis compañeros me dicen que haga.
B. antes de juzgar a los que me rodean es importante analizarme yo mismo.
C. debo abstenerme de expresar mi punto de vista.
D. sólo las verdades aceptadas por todos son las que deben regir mi vida.
Componente: La pregunta del hombre por su mundo social y cultural
Competencia: Interpretativa
Clave: B
La pregunta corresponde a la competencia interpretativa y al componente denominado, la pregunta del hombre frente a su
mundo social y cultural. El 84% de la población optó por la clave B.
10. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Esta pregunta busca que el evaluado relacione el planteamiento de Descartes con una situación concreta, es decir, que le
otorgue un sentido al enunciado. La pregunta se basa en autor muy trabajado en la Educación Media, como es René Des-cartes,
uno de los mayores representantes de la Época Moderna, por otro lado, el enunciado y las opciones se presentan
con una lenguaje claro y sencillo que evita cualquier demora y confusión en la lectura.
La pregunta ubica desde el inicio al evaluado pues el enunciado empieza con el nombre de la obra básica del autor, hecho
que le otorga tranquilidad pues aunque no haya sido leída en su totalidad por la población, la mayoría la conoce y relaciona
con este autor y con sus tesis principales. Por otro lado, en el enunciado se presenta la frase sobre la cual se va a preguntar
y que expresa en cierta forma las características del pensamiento de Descartes como es la importancia que da el filósofo
al pensamiento, y en ese sentido a la reflexión y deliberación, características propias, entre otras, de la Época Moderna.
Pese a que el ítem alude a un autor conocido, a una obra conocida y posee un lenguaje sencillo, las opciones no son
descartables, es decir, no son alejadas o incoherentes con lo que se está preguntando, porque cada opción juega con un
elemento que, o bien se menciona en el enunciado de manera indirecta, o bien puede llegar a ser una consecuencia para
alguien que desconoce totalmente los planteamientos del autor y en general de la filosofía moderna, en este sentido, las
opciones permiten observar desde dónde está respondiendo la persona evaluada, si desde el conocimiento del autor o
desde una postura particular, que aunque es válida no lo es en el contexto de la prueba, ya que en este se pide responder
a partir de la filosofía misma, en este caso a partir del conocimiento de un autor y de la reflexión que a partir de su cono-cimiento
10
se puede generar.
En otras palabras, puede ser válido en una conversación libre responder la opción A, que hace referencia a que cambiar
mi propio pensamiento antes de cambiar el mundo implica hacer lo que mis compañeros me dicen que haga; si tengo entre
15 y 17 años esta clase de respuesta es muy válida porque se puede dar que en esta edad sea más importante estar de
acuerdo con los referentes inmediatos y los que de una forma particular marcan mi mundo y pensamiento como son los
compañeros de clase o los amigos de barrio. Sin embargo, dentro de la evaluación, el contexto es la filosofía moderna.
A partir de esto, el evaluado debe sacar a la luz la tesis, y teniendo en cuenta sus conocimientos previos sobre el tema,
relacionarla con su situación concreta. De esta forma, se puede considerar como inválida la respuesta A, pues ésta no es
coherente con el peso que el autor le da al pensamiento y a la deliberación.
De la misma manera, la opción C puede ser una respuesta válida pero no está de acuerdo con el planteamiento cartesiano,
pues en ningún modo la frase presentada en el enunciado es tomada por Descartes como la necesidad de cohibir el pen-samiento,
de censurarlo o de asumir una postura de sometimiento, al contrario, exige un cuestionamiento y en ese sentido
una postura generada desde la reflexión y la deliberación. Así mismo, la opción D se aleja del planteamiento del autor
francés pues una de sus ideas básicas es la de cuestionar todo aquello que tenemos como cierto hasta estar seguros por
medio de nuestro razonamiento de su verdad, y no aceptarlo como verdadero sólo porque así está establecido.
Por lo anterior, la opción B es la única que reúne los elementos pedidos en la pregunta, es decir, es la que permite ver una
relación entre el planteamiento cartesiano conocido con anterioridad y sustentado en sus planteamientos generales, y la vida
cotidiana del estudiante. Esto último es importante resaltarlo porque en ocasiones podemos pensar que todas las opciones
son descartables y que la clave es muy obvia, pero debemos pensar desde el contexto del estudiante, que en su mayoría
no tiene muchas horas para profundizar en el planteamiento de un autor y por lo tanto, las opciones no se presentan tan
fáciles como sí lo pueden ser para alguien que ha dedicado gran parte de su vida a leer filosofía y a enseñarla. En ese
sentido, la pregunta juega con el conocimiento previo que el estudiante tiene del autor, pues de lo contrario cualquiera de
las opciones podría ser correcta, pero a la vez, con la relación entre ese conocimiento, ese autor o problemática y una
situación concreta y propia del estudiante.
11. 11
ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Para Spinoza, la única substancia existente es la substancia divina infinita, a
la cual identifica con la naturaleza. La substancia es definida por este autor
como aquello que es en sí mismo y no a partir de otra cosa. Por esta razón, la
substancia no puede tener una causa externa a ella, pues
A. la substancia está fuera del tiempo y del espacio.
B. la substancia es causa de sí y su esencia comprende su existencia.
C. sólo se habla de causas cuando se hace referencia a la naturaleza.
D. ella es la causa primera entre todas las substancias.
Componente: La pregunta por el ser)
Competencia: Argumentativa
Clave: B
Esta pregunta es clasificada como fácil, el 61% de la población acertó con la clave. Sin embargo, el porcentaje fue menor
que la anterior pregunta en la cual el 80% de la población se decidió por la clave (B). Esto quiere decir que aunque ambas
preguntas son fáciles no necesariamente miden lo mismo, lo cual se evidencia de diferente manera, una de ellas es que
la pregunta que hacía referencia a Descartes era interpretativa e indagaba por la implicación de determinado aspecto
de su planteamiento en una situación concreta, mientras que la segunda pregunta indaga por una razón que explique la
situación planteada en el enunciado. Por otro lado, aunque esta pregunta también está haciendo referencia a un autor
moderno como es Spinoza, el lenguaje que se usa es más teórico, es decir, términos como substancia, naturaleza, etc.,
son explicados dentro del enunciado pero a partir del autor, lo cual dificulta un poco su lectura y exige que se parta de su
conocimiento para responder.
Sin embargo, la facilidad de este ítem radica en que en el enunciado se da una aclaración sobre lo que entiende Spinoza
por substancia y cómo dentro del sistema del autor sólo es posible la existencia de una única substancia que es la subs-tancia
infinita, la cual a su vez, es identificada con la naturaleza. A partir de estos elementos los alumnos que optaron la
respuesta B mostraron una lectura juiciosa del enunciado pero además, un conocimiento de las tesis generales del autor,
mientras que la población que optó por la A y que corresponde al 10% , no tuvo en cuenta las afirmaciones hechas al inicio
del enunciado, sino que estos estudiante hicieron una relación rápida entre substancia y tiempo y espacio, lo cual no
otorga un fundamento a las afirmaciones presentadas en el enunciado, sólo se podrían tomar como factores asociados,
como posibles características, muy generales, de la palabra substancia, pero no directamente relacionada con el autor, ni
con lo que se está preguntando.
De igual manera, los estudiantes que optaron por la C y que correspondieron al 14% de la población, se limitaron a rela-cionar
los términos mencionados en el enunciado, pero desconocieron el trasfondo de ellos, que es la postura del autor
frente a cada uno. Se pude pensar que uno de los factores que influyeron en esta respuesta es que se relaciona en ella a la
naturaleza con los conceptos de causa y efecto, razón por la cual la población la tomó como verdadera por considerar que
la substancia no puede regirse por el principio de causalidad, sino que éste es exclusivo de la naturaleza, lo cual aunque
no es falso, no tiene la fuerza de una razón dentro de la explicación del autor.
Finalmente la población que optó por la respuesta D y que fue la más alta después de la clave al tener un 15% de la po-blación,
no tomó en cuenta el énfasis que se hace en el enunciado respecto a que es imposible que haya otra substancia,
pues sólo hay una que es la infinita; pero además de olvidarse de esta aclaración hecha en el enunciado, es claro que
desconoce este aspecto general de la teoría de este autor, y se queda en relacionar algunos términos del enunciado sin
observar hasta dónde puede justificarlo.
12. 12
ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
4.1.2. Preguntas de dificultad media
Para explicar el planteamiento medieval que sostiene que la esencia de Dios im-plica
su existencia podemos argumentar que
A. es un pecado negar la existencia de Dios.
B. al negar su existencia contradecimos su perfección.
C. los Libros Sagrados muestran que Él existió.
D. la ciencia ha sido incapaz de demostrar su inexistencia.
Componente: La pregunta por el Ser
Competencia: Argumentativa
Clave: B
Esta pregunta es interesante porque presenta igual porcentaje en la clave B y en la opción D, cada una de ellas tiene el
36% de la población. No obstante, es necesario tener presente que lo que se está pidiendo es un argumento acorde con el
contexto Medieval, el cual aunque no ha sido descrito en el enunciado sí se aclara cuando se menciona el planteamiento
fuerte de esta época respecto a Dios. A partir de esto, las opciones presentan posibles razones válidas pero sólo una de
ellas reúne el sentido y la fuerza de la época en mención.
Los estudiantes que respondieron la opción D, desconocieron el contexto histórico al que se hizo referencia en el enunciado,
pues aunque puede ser cierto que la ciencia no ha podido demostrar que Dios no existe, también es cierto que este hecho
no tiene relevancia como argumento dentro de la época en cuestión, que es lo que la pregunta pide. Por otro lado, la pre-gunta
en su enunciado, presenta la afirmación respecto a Dios, la cual cierra el campo de opciones ya que ninguna de las
respuestas distintas a la clave continua con la lógica de esta afirmación, mucho menos la opción D, ya que esta no tiene en
cuenta el punto de partida del enunciado, el cual hace referencia a la relación entre la esencia de Dios y su existencia.
La misma situación se presenta con la población (13%) que se inclinó por la opción A, y la población (15%) que optó por
la C. Cada una de ellas relacionó el contexto, el cual hacía referencia a una época específica de la historia, con aspectos
aparentemente característicos de la misma como son la noción de pecado, y su influencia en la expresión del pensamiento,
y en ese sentido, la autoridad de las Sagradas Escrituras.
Si rechazamos la tesis del neoplatonismo que sostiene que el Uno es el principio
supremo del cual se derivan todos los demás seres, debemos proponer como tesis
contraria que
A. la materia es el Uno del cual todo surge y todo depende .
B. todo se deriva del Ser Supremo porque Él es el origen de todo.
C. el mundo es creado y conservado por un Ser Supremo.
D. el Uno es una idea que el hombre crea a partir de la experiencia.
Componente: La pregunta por el ser
Competencia: Propositiva
Clave: D
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ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
Este ítem tiene una dificultad media que se explica primero por el componente mismo que es la Pregunta por el Ser, pues
los ítems que lo constituyen casi siempre presentan conceptos y planteamientos densos que no son explicados dentro del
enunciado; así mismo, la competencia es propositiva, es decir que pide al estudiante que a partir del contexto dado en el
enunciado escoja dentro de las opciones, aquella que presente una lectura contraria a la de la afirmación neoplatónica.
Esto implica que el evaluado debe tener un conocimiento previo de los planteamientos neoplatónicos, que le permitan
acercarse al concepto de Uno y a sus implicaciones.
Sin embargo, la dificultad del enunciado se equilibra con las opciones, pues ellas presentan un lenguaje claro, pero además
se diferencian claramente de la clave, al mostrar cada una de ellas una causa de la cual depende todo lo demás, mientras
que la clave D, sí se aleja del planteamiento del enunciado, pues le quita todo el peso de creador al Uno y lo convierte en
una idea que surge de la experiencia.
Los estadísticos de esta pregunta fueron cercanos, mostrando un equilibrio en las opciones. El 37% de la población optó
por la clave D, mientras que el 24 % de la población optó por la B, el 20% se inclinó por la opción C, y finalmente el 18%
escogió la opción A.
Ahora bien, la opción A que fue la que tuvo menor porcentaje de población, no presenta una lectura contraria a la afirmación
presentada en el enunciado, sino que relaciona al Uno, con la materia, lo cual no es suficiente para ser tomado como una
lectura opuesta, pues se sigue afirmando allí que hay una primera causa de todo lo existente; aunque el encontrar las pa-labras
Uno y Materia en la misma frase, puede hacer pensar a los estudiantes que sí se da un giro respecto del enunciado
porque ellos relacionan al Uno con lo inmaterial, y al encontrarlo en esta opción identificado con la materia, consideran
que es contrario al significado del Uno.
En la opción B por su parte, los alumnos tomaron las palabras Ser Supremo, como conceptos diferentes al Uno, y por lo
tanto le otorgaron fuerza a esta opción, sin detenerse a observar que lo que se pedía en el enunciado era algo contrario
a la afirmación descrita en él y no sólo un cambio de nombre. De la misma manera, la opción C no presenta una lectura
contraria, pero los alumnos que se inclinaron por ella, tomaron en cuenta el orden de la frase, de la misma forma que lo
hicieron los que optaron por la B, ya que en el opción C se hace mención primero al mundo mostrándolo como consecuencia
de algo que en este caso es el Ser Supremo, pero al igual que la opción B, no cumple con lo pedido el enunciado.
4.1.3. Preguntas de dificultad alta
Según el filósofo racionalista Parménides, el Ser es uno y está en reposo, por lo
tanto podemos argumentar con él, que cuando afirmamos que es imposible ba-ñarse
dos veces en el mismo río, estamos
A. sacando a la luz la verdad de la existencia humana.
B. demostrando la imposibilidad humana para conocer la verdadera naturaleza
del mundo.
C. otorgando el verdadero valor al conocimiento sensorial.
D. planteando una contradicción como consecuencia de dejarnos guiar por nues-tros
sentidos.
Componente: La pregunta por el ser
Competencia: Argumentativa
Clave: D
Esta pregunta correspondiente al componente llamado La pregunta por el Ser, pide al estudiante que a partir de los conoci-mientos
previos de las tesis y planteamientos de Parménides, analice la frase de un filósofo de distinto pensamiento como
14. ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
es Heráclito. Esto dificulta la pregunta, porque exige que el estudiante conozca ambas posturas para poder examinar la de
Heráclito desde los argumentos de Parménides. Por tal razón, sólo el 18% la población optó por la clave D.
La opción A (28% de la población) presenta una explicación alejada del pensamiento parmenídeo, pues ella le da valor
a lo que los sentidos nos presentan lo cual es contrario a una postura racionalista, por lo tanto, se puede afirmar que la
población que optó por ella llevó a cabo una lectura parcial de la pregunta, o desconoce el planteamiento general de este
autor racionalista. Por otro lado, no se puede afirmar que la opción A recoja en su totalidad el sentido de la frase de Herá-clito,
pues en ésta se dice que por medio de la frase expuesta en el enunciado se saca a la luz la verdad de la existencia
humana, lo cual se aleja también de la postura de Heráclito.
La opción B (26% de la población) exige también un conocimiento de los planteamientos de Parménides, pues si se siguen
sus planteamientos no se puede concluir que para el hombre es imposible conocer la verdadera naturaleza del mundo,
porque ésto implicaría que estamos entendiendo los sentidos como el único camino para acceder al conocimiento, lo cual
es más propio de una postura empirista que de una racionalista.
Por su parte, la opción C, con una población del 28%, es una opción incompleta, porque a partir de ella no se sabe si se
está valorando positiva o negativamente a los sentidos, pues sólo dice que se le otorga el verdadero valor a éstos, pero
deja abierta la posibilidad de que sea una valoración negativa, como que por ejemplo, los sentidos son limitados, o una
positiva, como que los sentidos nos permiten ver la realidad. Se puede afirmar que la población que aceptó esta opción
como clave no tuvo en cuenta la explicación que se ofrece al inicio del enunciado sobre lo que es el Ser para Parménides
y que evidencia su postura.
Se puede afirmar, entonces que sólo la población que optó por la clave jugó con sus conocimientos previos sobre estos
dos autores, sobretodo con el de Parménides, y además hizo una lectura cuidadosa del enunciado y de las opciones, lo
cual evito que fraccionara la pregunta atendiendo sólo a la última frase del enunciado que hace referencia a la postura de
Heráclito.
“El gusto es la capacidad de juzgar de un objeto de un modo de representarlo
por medio de una satisfacción o insatisfacción enteramente desinteresados. El
objeto de una satisfacción así se llama bello”. KANT, Immanuel. Crítica del Jui-cio.
A partir de esta lectura podemos decir, que el ejemplo que mejor representa
el concepto de gusto es
A. aprobar el examen.
B. participar en las elecciones del representante de estudiantes.
C. escuchar música.
D. recibir el aplauso de los compañeros de mi clase y de la profesora.
Componente: La pregunta del hombre por su mundo social y cultural
Competencia: Propositiva
Clave: C
Esta pregunta correspondiente al componente La pregunta del hombre por su mundo social y cultural gira en torno a la lectura
de un fragmento de La Crítica del Juicio de Kant. Se pide por medio de ella que el estudiante realice una interpretación de
dicho fragmento y a partir de ella escoja el ejemplo más coherente con la idea expresada en el texto. Una de las razones
para que esta pregunta sea una de las más difíciles aplicadas en el año 2006, es el autor mismo, pues es considerado uno
de los más complejos de la historia de la filosofía, lo cual influye en los jóvenes en el momento de responder porque se
acercan a él con temor y prejuicio, que se evidencia en una lectura más lenta y menos fructífera que la de otros autores.
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15. 15
ANÁLISIS DE RESULTADOS DE
LAS PRUEBAS DE ESTADO
El 30% de la población se inclinó por la opción A que trae como ejemplo de gusto, aprobar el examen, lo cual permite inferir
que esta población desconoció la explicación de Kant, porque él afirma que “gusto es una satisfacción e insatisfacción
desinteresados”, y aunque aprobar el examen genera satisfacción, la genera porque con ella se logran otras cosas como
pueden ser la admiración de los compañeros, el reconocimiento de los profesores, etc., por lo tanto este ejemplo no reco-ge
el sentido del fragmento. Esto mismo sucede con el 22% de la población que optó por la respuesta B pues en ella se
expone como ejemplo participar en las elecciones del representante del colegio, lo cual es entendido como una actividad
política, que por su naturaleza persigue determinados fines y que por lo tanto no es desinteresada, separándose así de la
explicación kantiana.
La opción D por la cual el 25% de la población se decidió, trae como ejemplo un reconocimiento por parte de otros a una
acción realizada por una persona. Este ejemplo se aleja de lo expresado en el enunciado porque primero presupone una
acción que busca un fin que en este caso es el aplauso, por lo tanto la opción es parcial, pues trae a colación una conse-cuencia
de la cual no se puede decir que es desinteresada porque primero, ella está precedida como ya se dijo por otras
acciones, y segundo porque el aplauso manifiesta reconocimiento y admiración, por lo tanto, lo que genera satisfacción no
es el aplauso en sí mismo sino lo que está detrás de él como es el reconocimiento de los demás, por lo tanto no es algo
desinteresado y no puede ser un ejemplo coherente con el enunciado.
Finalmente, la clave C, por la cual el 23% de la población se inclinó, sí retoma el sentido de lo expresado en el enunciado
porque escuchar música, genera gusto, genera una satisfacción desinteresada a los que la aman. El arte en sí mismo
genera gusto porque su contemplación no persigue otros fines. Esta población mostró una lectura pausada del ítem, que
les permitió discriminar los distintos ejemplos teniendo como base la explicación dada en el enunciado, y la relación de
términos como bello, con los planteamientos generales del autor en cuestión.
5.Conclusiones
Lo expresado en los numerales correspondientes a la relación entre filosofía y pensamiento crítico, y la importancia de la
lectura, permite observar que la evaluación juega un papel fundamental en estos procesos y que no puede ser tomada
como algo ajeno a la formación de los jóvenes que sirve simplemente para clasificarlos.
Anteriormente se aclaró que los ítems no podían resolver problemáticas filosóficas en su totalidad. Es necesario tener
presente este hecho, porque en muchas ocasiones se espera que un ítem reúna todas las posturas y planteamientos que
sobre una problemática, o un autor existen, entonces cuando se observa la prueba objetamos que la información es in-completa.
Estos comentarios son muy válidos, pero no son precisos, pues una prueba y una pregunta no pueden ni deben
abordar toda la información, porque terminarían confundiendo al estudiante y desviándolo del problema. En las preguntas se
parte de una información precisa que permite al estudiante evocar conocimientos previos. Por eso, discusiones posteriores
sobre un autor o una problemática son abordados desde el aula y pueden de pronto, ser abordados en una pregunta, pero
seleccionando muy bien la información y el aspecto que se quiere rescatar, por lo tanto, debe ser muy concreta y clara para
evitar confusiones en los procesos por los cuales se indaga. Aquí también se tiene en cuenta la dificultad de la pregunta,
pues como se observó en el análisis, dependiendo del nivel de dificultad de los ítems, se escoge la información, la manera
de presentar esa información, el lenguaje y las opciones y relaciones entre ellas y el enunciado.
La lectura, como se dijo anteriormente, es fundamental en el proceso de enseñanza y aprendizaje de la filosofía, por esta
razón, la pruebas correspondientes al año 2006 y las que se aplicarán en el año 2007 introducen distintos fragmentos de
obras para que los estudiantes, identifiquen, analicen, y en algunos casos, relacionen ciertos conceptos y problemáticas a
situaciones cotidianas. Con los cambios propuestos para el Examen de Estado, se espera que la relación entre enseñanza
y evaluación sea cada vez más fuerte, comprendiendo a cada uno de ellos como un solo proceso que busca, en el caso
de filosofía, la formación de individuos libres y autónomos; libertad y autonomía que se logran a medida que se observa y
se busca comprender la realidad que nos rodea, lo cual a la vez, sólo es posible bajo condiciones de diálogo que se van
formando desde la familia y la escuela.