El documento clasifica las fuentes de información histórica en varias categorías: orales (mitos, leyendas, danzas), escritas (documentos de época, testimonios de la época), materiales (objetos elaborados por el hombre), iconográficas (dibujos, fotos), estadísticas o gráficas (datos cuantitativos), y cartográficas (mapas). Además, distingue entre fuentes primarias y secundarias.