El sistema financiero tiene el propósito de poner en contacto a personas que necesitan dinero (demandantes) con personas que lo tienen (oferentes), facilitando así el financiamiento. Cuando las personas u organizaciones depositan su dinero en instituciones financieras, este se convierte en ahorros o inversiones que la institución puede prestar a demandantes, lo que se conoce como crédito. El sistema financiero también ayuda a la circulación eficiente del dinero a través de un sistema de pagos que incluye instrumentos como dinero en efectivo, cheques y transferencias electrónicas.