La crisis de 1929 fue la mayor crisis del capitalismo moderno. Tuvo su origen en Estados Unidos y se propagó por el mundo. Llevó a una depresión económica global en la que la producción industrial cayó en más de un 50% y el desempleo aumentó al 25% en Estados Unidos. Las políticas económicas liberales de los años 20 y la especulación financiera contribuyeron a la crisis. Sus consecuencias incluyeron un gran sufrimiento social y el surgimiento de ideologías extremas.